miércoles, 30 de marzo de 2011

"LAS MUJERES NO SON HOMBRES". TITULO SUGESTIVO DE UN ARTICULO PUBLICADO POR BOAVENTURA DE SOUSA.

Transmito íntegro este artículo porque hay información tan interesante que vale la pena dominarla para el diálogo que sostenemos a menudo en los enfoques de género. Desconocía los términos "hardcore" y "softcore" y me han llamado mucho la atención sobre todo el último por la violencia invisible hacia la mujer en términos de conciliación de la vida laboral y familiar. Disfruten el texto de este profesor portugués.

Por Buenaventura de Sousa Santos. Sociólogo y profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Coímbra, Portugal.
La naturaleza humana reconoce los sexos: hombres y mujeres. Hablar de la naturaleza humana sin hablar de las diferencias sexuales es ocultar que la mitad de las mujeres vale menos que la de los hombres. Bajo formas que varían en consonancia con el tiempo y el lugar, las mujeres han sido consideradas como seres cuya humanidad y problemática es más peligrosa o menos capaz al compararla con la de los hombres. La dominación sexual que este prejuicio genera, le llamamos patriarcado que el sentido común alimenta y reproduce como cultura patriarcal.

La persistencia histórica de esta cultura es tan fuerte que aún en aquellas regiones del mundo donde fue oficialmente superada por la consagración constitucional de la igualdad sexual, las prácticas cuotidianas de las instituciones y las relaciones sociales continúan reproduciendo el prejuicio y la desigualdad. Ser feminista hoy significa reconocer que tal discriminación existe, es injusta y que hay que eliminarla. En las actuales condiciones históricas, hablar de la naturaleza humana, como si fuese sexualmente indiferente, tanto en el plano filosófico como en el político, es pactar con el patriarcado.
La cultura patriarcal es muy antigua y atraviesa tanto la cultura occidental como las culturas africanas, indígenas e islámicas. Para Aristóteles, la mujer es un hombre mutilado y para Santo Tomás de Aquino, siendo el hombre el elemento activo de la procreación, el nacimiento de una mujer es señal de debilidad del procreador. Esta cultura anclada en textos sagrados como la Biblia y el Corán, siempre ha estado al servicio de la economía política dominante que en los tiempos modernos llega a ser el capitalismo y el colonialismo. En “Tres Guineas” (1938) en respuesta a un pedido de apoyo financiero para la guerra, Virginia Woolf rechaza, recordando que las mujeres en la nación ocupan un lugar secundario y afirma provocadoramente lo siguiente: “Como mujer no tengo país. Como mujer no quiero tener país. Como mujer mi país es el mundo entero”.
La violencia que implica la opresión sexual ocurre en dos formas: hardcore y softcore. La versión hardcore es el catálogo de la vergüenza y del horror del mundo. En Portugal, murieron 43 mujeres en 2010 víctimas de violencia doméstica. En la Ciudad de Juárez (México) fueron asesinadas en los últimos años 427 mujeres, todas jóvenes y pobres, trabajadoras de fábricas en el capitalismo salvaje, en las maquiladoras, un crimen organizado conocido como “femicidio”.
En varios países de África, continúa la práctica de la mutilación genital. En Arabia Saudita hasta hace poco las mujeres no tienen siquiera ni certificado de nacimiento. En Irán la vida de una mujer vale la mitad de la de un hombre en un accidente de aviación, en un tribunal, el testimonio de un hombre vale igual que el de dos mujeres, la mujer puede ser apedreada hasta la muerte en caso de adulterio, lo que está prohibido en la mayoría de los países de cultura islámica.
La versión softcore es insidiosa y silenciosa y tiene lugar en el seno de las familias, instituciones y comunidades y no porque las mujeres sean inferiores, sino por el contrario, porque son consideradas superiores en su espíritu de abnegación y en su disponibilidad para ayudar en tiempos difíciles. Porque es una predisposición natural, sin que se les pregunte siquiera si aceptan los encargos y bajo qué condiciones. En Portugal, por ejemplo, los cortes de subsidios sociales del Estado actualmente en curso victimizan en particular a las mujeres, las cuales son las principales proveedoras de los cuidados a las personas dependientes (hijos, viejos, enfermos, personas con deficiencias). Si, al cerrar los hospitales psiquiátricos, los enfermos mentales son devueltos a las familias, el cuidado queda a cargo de las mujeres. La imposibilidad de conciliar el trabajo remunerado con el trabajo doméstico hace que Portugal tenga uno de los valores más bajos de fecundidad del mundo. Porque cuidar a los vivos es incompatible con desear tener más vivos en la familia.
Pero la cultura patriarcal tiene en ciertos contextos otra dimensión particularmente perversa: la de crear la idea en la opinión pública, de que las mujeres son oprimidas y como tal son víctimas indefensas y silenciosas. Este estereotipo hace que se ignore y desvalorice las luchas de resistencia y la capacidad de innovación política de las mujeres. Y por tanto se ignora el papel fundamental de las mujeres en la Revolución de Egipto o en lucha contra el pillaje de tierras en la India, la acción política de las mujeres que son líderes en los municipios en tantas pequeñas ciudades africanas y su lucha contra el machismo de los líderes partidistas que bloquean el acceso de las mujeres al poder político nacional; la lucha incesante y llena de riesgos por el castigo de los criminales llevada a cabo por las madres de las jóvenes asesinadas en Ciudad Juárez; las conquistas de las mujeres indígenas e islámicas en la lucha por la igualdad y por el respeto a la diferencia, transformando por dentro las culturas a que pertenecen; las prácticas innovadoras de la defensa de la agricultura familiar y de las semillas tradicionales de las mujeres de Kenya y de otros tantos países africanos; la respuesta de las mujeres palestinas , cuando siendo interrogadas por feministas europeas autoconvencidas sobre el uso de los anticonceptivos responden: “En Palestina la tarea es tener hijos y luchar contra la limpieza étnica que Israel impone a nuestro pueblo”.

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