lunes, 25 de abril de 2011

CON PERMISO DE LA PROFESORA AMPARO MERINO, ENCONTRÉ EXCELENTES SUS REFLEXIONES PARA COMPARTIR CON MIS LECTORES

pROFESORA, Pido disculpas por hacerlo sin consultar pero creo que son reflexiones tan importantes que pueden leerse y comentarse y provocar un buen debate. Los dejo con las reflexiones de la Profesora Amparo Merino de la Universidad Castilla La Mancha.

Las sucesivas reformas laborales que se están adoptando en España en estos tiempos de crisis afectan sin lugar a dudas a los derechos colectivos de los trabajadores y a la acción sindical (pienso además que hay en estas reformas elementos de inconstittucionalidad que deben ser tenidos en cuenta). Las medidas adoptadas por el gobierno flexibilizan el despido -se descausaliza y se admite el despido preventivo, al empresario cada vez le cuesta menos dinero extinguir el contrato de trabajo- y dificultan la estabilidad en el empleo, de forma tal que favorecen la rotación y la precarización de las relaciones laborales, haciendo enormemente complicada la acción sindical en el seno de la empresa. También la negociación colectiva ha sido frontalmente atacada con las últimas reformas laborales, a través de mecanismos de descuelgue que recortan la eficacia de la negociación sectorial en favor de una psudonegociación en la empresa donde el poder de dirección empresarial se impone como instrumento de flexibilidad interna en la ordenación de las condiciones de trabajo. Está en ciernes una inmediata e integral reforma del marco legal de negociación colectiva, donde se quiere hacer de la autonomía colectiva un instrumento de flexibilidad interna y de mejora de la productividad: las medidas propuestas por la patronal y el gobierno pasan por ligar salarios a la productividad, por hacer desaparecer la ultraactividad del convenio, potenciar la decentralización negocial e individualizar las condiciones de trabajo (creo personalmente que el sindicato tiene muy complicado neutralizar todas estas medidas). Hay, por lo demás, en España una campaña de desprestigio del sindicato, promovida por fuerzas neoliberales y medios de comunicación. En esta panorama el sindicato se enfrenta a condiciones adversas en las que tiene que lidiar con un desempleo desorbitado (superior al 20%), procesos de descentralización productiva y empresas en red, mecanismos que favorecen la individualización y dificultan la acción sindical. Uno de los retos es reforzar la presencia del sindicato en el seno de la empresa y garantizar que el sindicato de clase representa a "todos", incluyendo a trabajadores temporales, jóvenes, inmigrantes, etc., etc. En fin, hay mucho de lo que hablar, porque las reformas que se están adoptando en España (al igual en que el resto de los países de la UE) responden a políticas neoliberales centradas en lo esencial en la reducción del gasto público. El desmantelamiento de nuestro ya de por sí reducido estado de bienestar, los recortes sociales y la privatización de servicios públicos rentables dan cuenta de esta realidad. Las reformas no han terminado, y todas siguen una misma dirección.... En fin, un panorama enormememente desolador.

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