sábado, 20 de agosto de 2011

CUMPLO UN ELEMENTAL DEBER DE SOLIDARIDAD CON MI APRECIADO AMIGO, PROFESIONAL DE EXCELENTE VALÍA, EL DR. ELÍAS GARCÍA ROSAS

DENUNCIA PÚBLICA.
 
APRECIADOS AMIGOS

El presente escrito es para darles a conocer que con motivo de estar estudiando el acoso moral en el trabajo y haber realizado actividades de difusión del mismo, como las reuniones sostenidas con integrantes de la Red Temática de Colaboración Académica “ESTUDIOS JURÍDICOS, SOCIALES Y POLÍTICOS”, el PRIMER CONGRESO IBEROAMERICANO DE ACOSO LABORAL E INSTITUCIONAL, y la presentación de ponencias en diversos eventos nacionales e internacionales, entre otros, la respuesta institucional, a través del Director de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de México, M. en D. JOSÉ BENJAMÍN BERNAL SUÁREZ, ha sido la persecución y la represión.
Esta situación represiva se ha manifestado en última instancia, al solicitarme mi salida de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de México, en la cual me desempeño como Profesor de Tiempo Completo, realizando actividades de docencia, investigación y difusión. Asimismo, he venido fungiendo como responsable (líder) del Cuerpo Académico “Estudios en Derecho Social, Procesos Sociales y Políticos” y de la Red Temática de Colaboración Académica (reconocida por el PROMEP) “ESTUDIOS JURÍDICOS, SOCIALES Y POLÍTICOS”, conformada esta por un Cuerpo Académico de la Facultad de Derecho de la Universidad Juárez del Estado de Durango y de la Universidad Autónoma de Sinaloa, así como el de más reciente incorporación de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
La actitud asumida por José Benjamín Bernal Suárez, se ha extendido a más integrantes de la comunidad trabajadora de la facultad, llegando al extremo de haber tenido sentada a una secretaría fuera del espacio ocupado por la dirección durante dos semanas, hasta que logró que se le cambiara de adscripción a dicha trabajadora.
Asimismo, ha solicitado su renuncia al empleo a diversos trabajadores administrativos de la Facultad, los ha reubicado en sus labores, les ha cambiado el horario de trabajo, les ha ampliado el espectro de actividades a desarrollar, les condiciona el otorgamiento de su derecho a gozar de vacaciones, les niega permisos para asistir al servicio médico, etc.
Respecto al personal académico que trabaja en la impartición de horas clase frente a grupo, el comportamiento de José Benjamín Bernal Suárez, por segunda ocasión consecutiva, se ha caracterizado por violentar los derechos de los profesores, a quienes les ha negado su derecho a continuar en la impartición de la docencia (en el periodo 2011-A, se dejo sin relación de trabajo a 30 profesores aproximadamente, mientras que en el 2011-B la cantidad asciende aproximadamente a 20). En cambio, los docentes que ha contratado para ocupar las plazas vacantes, se caracterizan por ser jóvenes que mantienen una relación parental o afectiva con la familia del Director, pero sin contar con ninguna experiencia en el trabajo frente a grupo y, menos aún, con alguna formación que los habilite para el trabajo docente. Esta situación, ha ido mermando la calidad académica que poco a poco se había venido recuperando en las administraciones anteriores.
Con el personal académico de tiempo completo, las relaciones que ha establecido el Director son de continúa persecución, iniciando con exigir firmar la entrada y la salida del espacio laboral, incluyendo a los investigadores quienes, como parte de su trabajo, deben asistir a diversos lugares para indagar, transmitir y difundir el conocimiento adquirido; utilizando a sus incondicionales para que actúen como informadores de todo lo que vean y escuchen de parte de quienes no lo son; enviando a sus “policías” a verificar que el profesor esté en su lugar de trabajo; restringiendo los aspectos materiales necesarios para desarrollar el trabajo; negándose a gestionar la liberación de recursos previamente aprobados para el desarrollo de proyectos de investigación; no enviándoles protocolos de tesis para revisión; no enviándoles trabajos finales para la obtención del título o grado académico para revisión; no considerándolos para la integración de sínodos para la evaluación profesional y de grado; condicionándoles  la renovación de su contrato de trabajo; y a todos aquellos que no se han sometido a sus caprichos y, por tanto, no han estado dispuestos a decirle “si señor” a sus necedades, basadas en su amplio desconocimiento del ser y el quehacer de una facultad universitaria, en este caso la de Derecho, se han visto afectados al recibir la invitación para que firmen su renuncia voluntaria, o su cambio de adscripción a otro lugar de trabajo dentro de la propia institución.
Sin embargo, al igual que ha venido ocurriendo históricamente en diversas administraciones de la Facultad, el Director José Benjamín Bernal Suárez continúa solapando al grupo de académicos que están contratados como profesor de tiempo completo y, en algunos casos, ni a firmar asisten. De estos, su productividad a favor de la Facultad y de la Universidad es inexistente, pues sólo cobran un salario que no devengan con su trabajo.
La actuación de esta persona en contra de los trabajadores de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de México, administrativos y académicos, deja ver el perfil de un acosador rodeado de un gang que lo protege y lo acompaña en su actuación y su búsqueda de deterioro de las relaciones laborales y, como parte de lo mismo, la persecución de quienes tienen un comportamiento ético en su trabajo, quienes producen lo que deben producir, pero que no claudican en su conducta honesta, con el propósito de lograr su exclusión del medio ambiente de trabajo.
Por lo señalado, se considera importante denunciar públicamente su actuación, pues sólo de esta manera estaremos generando mecanismos de afrontamiento al comportamiento de servidores públicos que, con su forma de actuar, muestran un sentimiento de ver en la universidad pública un coto de poder privatizado, donde las personas deben estar a su servicio y dejando en el olvido que la Universidad adquiere su denominación precisamente por la universalidad del pensamiento que debe privar en ella y, además, que es pública debido a que está al servicio de una sociedad abierta y no de los pequeños grupúsculos que, transitoriamente, ocupan los cargos directivos.
Es notorio que en dichos grupúsculos pululan personas oportunistas que sólo pretenden utilizar a la Universidad en busca de intereses personales y del grupo de incondicionales que les rodean; sin embargo, por sus propias características, son ajenas al ser y deber ser de la institución universitaria, por lo que actúan en desmedro del cumplimiento de los fines de la misma: educar, investigar y difundir la cultura, tratando de fincar su hacer en lo administrativo.
Como puede percibirse, estamos hablando de casos flagrantes de acoso moral  en el medio ambiente de trabajo, situación que obliga a no quedarnos callados, por lo que les solicito, si lo consideran pertinente, difundan esta comunicación entre sus contactos y con otras personas que pudieran hacerlo circular. Inclusive, si pudieran hacer llegar sus comentarios al Rector de la Universidad Autónoma del Estado de México (DR. EDUARDO GASCA PLIEGO), le daría fortaleza a lo que pudiera hacerse al respecto.

A T E N T A M E N T E


DR. ELÍAS GARCÍA ROSAS
PROFESOR-INVESTIGADOR DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO

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