miércoles, 21 de septiembre de 2011

¿QUÉ SE ENTIENDE POR TRABAJO ESCLAVO? ¿EXISTE O NO TRABAJO ESCLAVO EN PAÍSES DE NUESTRA AMÉRICA?

Otra forma de violencia laboral y esta es muy peligrosa porque atenta contra un derecho inalienable: el derecho a la libertad.

Hace tres años participe en un Foro de Porto Alegre, rememorando los 10 años de existencia del movimiento de los Foros Sociales Mundiales y me recuerdo haber participado en un evento del Foro Mundial de Jueces donde se denunciaron hechos de esclavitud laboral en Brasil.  Pero en fecha anterior, en 2005 también personalmente asistí como expositora sobre el mismo tema en un evento del Foro Social Mundial en el propio país, Brasil, en el cual tratamos con profundidad la presencia aún de trabajadores en condiciones similares a la esclavitud en haciendas de Sao Paulo y de otras regiones de ese inmenso país.

Pero podemos aseverar que en cualquier lugar donde el trabajador no tenga libertad de movimiento, donde se le pague con vales o fichas, donde el dueño de la hacienda o de la finca sea al  mismo tiempo el dueño de las tiendas de comestibles y el trabajador se vea precisado a consumir en ellas, habrá  condiciones análogas a la esclavitud toda vez que siempre estará en deuda con su patrono, quien incluso lo dejará irse dejando a un hijo u otro  miembro de su familia para que termine de amortizar la deuda existente y como veremos, nunca llegará a su fin, porque mientras trabaja consume, gasta ropa, duerme en un lugar, come, etc. Y todo esto lo tiene que pagar con su trabajo.

Por tanto la noticia aparecida sobre las manifestaciones en Sao Paulo contra el trabajo esclavo no nos llaman a asombro. Las protestas acontecen contra la explotación de trabajadores bolivianos y de otras nacionalidades de América del Sur que son sometidos a condiciones insalubres e inhumanas en fábricas de confecciones, como son Zara, Ecko, Gregory, Billabong, Brooksfield, Cobra d’agua y Tyrol. Paso a continuación parte de las noticias.

La famosa empresa textil española se vio afectada por un escándalo en Brasil, tras conocerse que compró ropas fabricadas por inmigrantes bolivianos y peruanos sometidos a una explotación laboral

El caso fue revelado por la cadena televisiva brasileña Band, cuyos periodistas acompañaron a un equipo de fiscales del ministerio de Trabajo que liberó a 15 personas que cumplían sus tareas en condiciones degradantes en dos talleres clandestinos de San Pablo que fabricaban ropas para la compañía AHA, proveedora de Zara.
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Según el informe periodístico, en mayo pasado una operación similar de la Superintendencia Regional del Trabajo y Empleo (SRTE/SP) liberó a otros 52 trabajadores -casi todos bolivianos- sometidos a las mismas condiciones en la ciudad de Americana, en el interior del estado de San Pablo. En todos los casos, los trabajadores en situación degradante fueron reclutados en Bolivia y Perú, con promesas de mejores condiciones de vida en Brasil. Pero al llegar a la capital paulista, eran obligados a cumplir jornadas de hasta 16 horas por salarios inferiores al mínimo vigente en ese país (unos 340 dólares por mes).

Además, sus empleadores les descontaban del salario el costo del viaje a Brasil, la comida y otros gastos, lo que a juicio del Ministerio de Trabajo confirma el delito de esclavitud por deuda. Sin embargo el grupo español Inditex, dueño de Zara, negó cualquier responsabilidad en las irregularidades y señaló que, al contratar talleres que explotaban ilegalmente a trabajadores, AHA "violó seriamente" el Código de Conducta para Fabricantes.

La empresa agregó que tomó medidas para que AHA le pague compensaciones económicas a los empleados explotados. Y también para que se comprometa a corregir las condiciones de trabajo en los talleres irregulares.

"Estamos trabajando conjuntamente con el MTE (el Ministerio del Trabajo y Empleo de Brasil) con miras a la erradicación total de estas prácticas, que violan no sólo nuestro rígido Código de Conducta sino también la legislación laboral brasileña e internacional", agregó el grupo, que tiene en Brasil a su tercer mercado en el continente americano, detrás de los Estados Unidos y México.

Inditex añadió que tiene en Brasil a 50 suministradores, los cuales produjeron el año pasado siete millones de prendas, y destacó que la producción de los talleres irregulares corresponde sólo a un 0,03% de ese total. No obstante, las explicaciones no convencieron a los funcionarios del gobierno brasileño, quienes en su informe incluyen a Zara entre los responsables de las irregularidades.

"El nivel de dependencia económica de este suministrador (AHA) en relación con Zara les quedó claro a los fiscales. La empresa (AHA) funciona, en la práctica, como extensión de logística de su cliente principal, Zara Brasil Limitada", afirma el documento.
Por su parte, la fiscal Giuliana Cassiano Orlandi enfatizó que "la empresa es responsable de los que trabajan para ella, porque estos empleados estaban produciendo prendas de Zara y seguían orientaciones de la empresa. Vender ropa es la actividad de la compañía, la razón de su existencia, y por esto, es su deber el conocer cómo están siendo producidas sus vestimentas".
El trabajo esclavo salpica a Zara en San Pablo
Empresa de Colombia es acusada de trabajo semiesclavo en la producción de atún enlatado. Un atún sabroso hecho con lágrimas y sufrimiento

Pocos consumidores de atún enlatado alrededor del mundo saben que la mayor parte del pescado que consumen es importado de Colombia. En la paradisíaca Cartagena opera una planta de Seatech International Inc., una de las empresas líderes en el mundo del procesamiento y venta de atún enlatado y recientemente objeto de demandas judiciales de parte de ex trabajadores colombianos. Las denuncias contra la transnacional, cuya marca líder, Van Camp’s, es exportada a Estados Unidos y a varios países de América Latina - incluyendo a Brasil - y de Europa, van desde la violación de la jornada laboral a la falta de atención en salud para los trabajadores con LER (Lesión por Esfuerzo Repetitivo), una enfermedad que es común en las plantas donde hay repetición intensiva de movimientos.

En su portal web, la transnacional colombiana informa que su planta en Cartagena cuenta con los sistemas de calidad de la norma ISO 9002 y de Análisis de Riesgos y Control de Puntos Críticos (HACCP), para la prevención de problemas de tipo sanitario. Recientemente, obtuvo también el Sello de Calidad ICONTEC para el atún, con base en los requisitos establecidos internacionalmente en el Codex Alimentario.
"De los 1,5 mil trabajadores y trabajadoras que se desempeñan en la planta en Cartagena, solamente 13 tienen un contrato permanente y directo con la empresa. El resto está vinculado por medio de empresas contratistas o tercerizadoras”, explicó a Opera Mundi, Fredis Marrugo, presidente de la Ustrial (Unión Sindical de Trabajadores de la Industria Alimenticia). Según él, hay cientos de obreros que trabajan desde hace muchos años para Seatech en estas condiciones, lo cual violenta la legislación laboral colombiana. "Esa forma de contratación es permitida solamente para atender incrementos de producción o cubrir personal en vacaciones y no se puede extender por más de seis meses. Aquí hay personas que llevan hasta 20 años trabajando en estas condiciones”, afirmó Marrugo.

Para defender sus derechos, en agosto del 2010 los trabajadores conformaron la Ustrial. En menos de un mes, la empresa despidió a dos tercios de ellos e implementó medidas intimidatoria para que nadie más se afiliara al sindicato. "Presentamos la denuncia ante las instancias correspondientes y logramos la reincorporación de muchos compañeros. Actualmente tenemos todavía a 79 trabajadores despedidos ilegalmente, pero no importa el hostigamiento, las amenazas y los ataques que estamos sufriendo. Vamos a seguir luchando hasta lograr su reintegro”, dijo el dirigente sindical, quien en noviembre de 2010 denunció
ante la Fiscalía la agresión física y las amenazas de muerte hechas por miembros del cuerpo de seguridad de la empresa.

Trabajo semi-esclavo y enfermedad
El 17 de mayo 2011, el Ministerio de la Protección Social sancionó a Seatech International Inc por violar la jornada laboral. De acuerdo con la resolución ministerial, la empresa no ha entregado a esta institución "la autorización para laborar horas extras, copia de registro de horas extras, así como la copia del horario de entrada y salida del personal operativo que realiza labores en Seatech”.
Para el presidente de la Ustrial, esta resolución demuestra los vejámenes a los que son sometidos diariamente los trabajadores de la planta. "Trabajamos jornadas extenuantes de hasta 14 o16 horas, casi siempre de pie, con pocos momentos para descansar y, frecuentemente, siquiera nos pagan las horas extras.

Es una situación de semi esclavitud que nos ha acarreado muchos problemas de salud”, dijo. El caso de Elvira es emblemático. Ella tiene dos años sin poder trabajar porque los médicos le diagnosticaron tres enfermedades profesionales: tenosinovitis de Quervain, afección del túnel carpiano y cervicobraquialgia. Ella trabajaba limpiando atún por Seatech en Cartagena. Eran movimientos repetitivos constantes por más de 16 horas diarias, con apenas diez minutos de descanso en la mañana y media hora para el almuerzo.

El 29 de junio 2011, el juzgado Decimo Civil Municipal de Cartagena sentó un precedente. Sentenció a Seatech International Inc y A tiempo Servicios Ltda - una de las dos empresas que contratan a los trabajadores para que le laboren a Seatech - a pagarle a Marilin Mendoza Martínez todos los salarios y prestaciones sociales dejados de percibir desde su despido. También deberán indemnizarla y reubicarla en un cargo "que ofrezca condiciones iguales o mejores que las del cargo que desempeñaba hasta su desvinculación”. Mendoza Martínez había sido despedida por su enfermedad. A pesar de eso, el 21 de julio pasado Seatech volvió a desafiar a las autoridades y a la legislación nacional, al despedir a Josefina Paternina y Marelvis Leones, integrantes de la junta directiva de la Ustrial, y a otras 14 trabajadoras recientemente reintegradas a sus empleos por orden judicial, después de haber sido ilegalmente despedidas por padecer de LER. "Calificamos ésto como un despido masivo y ya lo hemos denunciado ante el vicepresidente de la República, Angelino Garzón, quien se comprometió ante nosotros a defender los
derechos sindicales”, afirmó Pedro Londoño, secretario general de la organización.

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