viernes, 10 de mayo de 2013

UNA RESPUESTA QUE NO SE HIZO ESPERAR

Ante la ofensa sufrida en carne de nuestros profesionales de la salud por notas que nunca debieron ser escritas por el Consejo Federal de Medicina y la Asociación Brasileña de Médicos con respecto a la decisión del Gobierno de Brasil de traer a su país médicos extranjeros, comenzando por 6 mil de Cuba para ir a las comunidades más apartadas y para atender a los pobres que no pueden privilegiarse de la medicina pagada, me vi en la necesidad de elaborar un escrito de respuesta, bajo mi entera responsabilidad y porque ha sido doloroso que entre los Latinoamericanos, seamos capaces de pensar en pequeño y "no en grande" como corresponde a nuestra identidad.

Mi querida amiga y médica brasileña; Margarida Barreto, me hizo llegar la nota en portugués y aquí les paso la nota traducida por mi y la respuesta. Es bochornoso comprobar que lo que tienen es miedo de la suficiencia y capacidad de los "médicos extranjeros", que se han comunicado en creole, en ´árabe y en otras lenguas foráneas para curar a los pobres de esta Tierra.

CONSEJO REGIONAL DE MEDICINA DE SAO PAULO.
CREMESP REPUDIA LA ENTRADA DE MÉDICOS EXTRANJEROS SIN REVALIDAR SU TÍTULO Y ALERTA QUE EL GOBIERNO FEDERAL COLOCARÁ EN RIESGO LA SALUD DE LA POBLACIÓN.
El gobierno federal anunció que permitirá la entrada de médicos extranjeros en Brasil, comenzando por 6 mil profesionales cubanos. Tal iniciativa, si por un lado resuelve el problema de 6 mil cubanos desempleados, está lejos de atender las necesidades de salud de la población brasileña.
Es importante destacar que el Ministro Alexandre Padilha y la Presidenta Dilma Rousseff, en reciente audiencia con las entidades médicas, se comprometieron con la necesidad de ampliar el debate antes de tomar las decisiones que atañen a la calidad del ejercicio de la medicina en el país.
Más de una vez, tuvimos que alertar a la población públicamente, a los alcaldes y secretarios municipales de Salud sobre los riesgos de contratar médicos extranjeros o brasileños formados en el exterior sin la debida revalidación de los títulos y sin que se registraran en los consejos de Medicina.
Repudiamos las medidas que ignoran la importancia de la actual legislación y que van a implantar en el país la práctica de la medicina pobre para los más pobres. El Gobierno federal omite los reales motivos de la ausencia de médicos en los pequeños municipios y en las periferias que no es otro que el subfinanciamiento del Sistema Único de Salud y la ausencia de condiciones de trabajo, de remuneración y de formación para los profesionales que trabajan en los servicios públicos.
No podemos admitir la extinción de la reválida, el examen nacional de revalidación de los títulos de médicos expedidos por universidades extranjeras, creado por el propio Gobierno federal, que tiene criterios técnicos justos y transparentes. Vale destacar que el índice de aceptación en los exámenes ya realizados no llegó al 10% lo que demuestra la formación inadecuada de estos profesionales.
Quien se forma en otro país debe comprobar que posee las competencias y habilidades mínimas para el ejercicio profesional. La reválida protege a la población brasileña de médicos mal formados en escuelas extranjeras.
Sin revalidación de los títulos que incluye la suficiencia en el dominio de la lengua portuguesa, los médicos extranjeros no conseguirán comunicarse adecuadamente con los pacientes. Además según los estudios del Consejo Federal de Medicina, los médicos extranjeros, aún con reválida del diploma, no se quedan mucho tiempo en el interior y en las áreas carentes, migran en su mayoría para los grandes centros y capitales, aumentando la concentración y la desigualdad en la distribución de los profesionales en el país
Además, al igual que otras entidades médicas, tomaremos iniciativas políticas y eventuales medidas judiciales para impedir esa afrenta a la salud de la población y a la dignidad de la medicina brasileña.

MI RESPUESTA

Estimada Margarida, agradezco el envío de tu mensaje. Escribo en español para no errar ni una sola palabra e idea.

Es indignante que un Consejo de Médicos se abrogue el derecho de insultar a profesionales de la medicina reconocidos internacionalmente y por la OMS, como el hecho de que Cuba tiene más médicos en el mundo en funciones de salud y de solidaridad que toda la OMS junta, o sea, que los médicos brasileños no han sido capaces de dotar al mundo de 20 mil profesionales de la salud para garantizar un objetivo del milenio "SALUD PARA TODOS".

Es indignante que aseguren que esos 6 mil profesionales están desempleados en Cuba. En nuestro país no existe ni un médico desempleado. Todos tienen suficiente espacio para trabajar y son reconocidos por la sociedad cubana, quien quiere a sus médicos y enfermeras y siempre se refiere a ellos con cariño y lealtad a los principios que los formaron en nuestra Revolución,

Pero puede comprobarse con los ciudadanos de otros países que confían su salud a nuestros médicos y viajan desde diferentes países, aún con mucho dinero y desde el mundo occidental desarrollado, a tratarse diferentes afecciones en nuestro país. No creo que cedamos un espacio ante ningún profesional en el mundo.

Para más, nuestros médicos tocan a los pacientes, los auscultan con sus manos y oidos, los miran y no solamente a través de equipos sofisticados, que no son instalados en las comunidades pobres, por razones obvias.

Vergüenza debería darle a cualquier médico de cualquier país, si tiene que recibir extranjeros para que se trasladen a los lugares pobres, intrincados, lejanos y que aún se desconoce cuál es el estado de salud que presentan sus habitantes. Cuba ha hecho pesquisas médicas en Venezuela, en Bolivia, en Ecuador y en Nicaragua, de suficiente profundidad como para detectar las discapacidades que estaban ocultas y que ahora saltaron a la luz y las personas tienen atención médica.

El tiempo dará la razón. Los pobres no perderán la oportunidad de tener un médico.

Te hago una anécdota de un hecho ocurrido hace unos 20 años. Una compañera mía estaba en Panamá y su hijo se cayó y se partió la barbilla. Desesperada fue al primer hospital que encontró pero como era diplomática la llevaron a un hospital privado. El médico limpió la herida, la revisó y le dijo: señora hasta aquí son tantos dólares. Pero para coser su herida necesito saber si tiene usted dinero para pagarla.

Ella sencillamente le dijo: De donde vengo los médicos no hacen esas preguntas. Atienden al paciente que lo necesita. Entonces el médico le preguntó: de dónde es usted señora y ella le respondió: SOY CUBANA.

El médico se sonrojó y le dijo: Disculpe, yo estudié en Cuba también. Cosió la herida del niño y no pidió ningún dinero.

Ejemplos como esos sobran en Paquistán durante un terremoto, en Nicaragua y Perú, en Venezuela, en toda África, en Paraguay, Bolivia, en los países del Caribe, en Haití durante una epidemia de cólera donde los demás médicos hicieron mutis.

Disculpa pero es humillante para un país pequeño como Cuba, que un gigante como Brasil, un continente por sí solo, denigre a nuestros médicos, humildes, sin dinero, pero con un corazón en medio del pecho, con conciencia de su labor, que los convierte a hombres y mujeres, en verdaderos gigantes del mundo.

Tu si tienes conocimiento y prueba de ello. Te autorizo a publicar esta nota en la página web de acoso, porque lo que han dicho es un hecho de VIOLENCIA contra una profesión tan digna como la del Ejército de las Batas Blancas cubano.

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