Estimados amigos y amigas. En mi blog encontrarán las referencias al de Duglas Yanes, abogado venezolano que ha insertado varios artículos sobre el tratamiento del acoso laboral en la legislación venezolana de la actualidad, o sea en la LOTTT (ley orgánica del trabajo de los trabajadores y trabajadoras), la LOPCYMAT (ley orgánica de prevención de condiciones y medio ambiente del trabajo) y en la Ley Orgánica de protección de una vida libre sin violencia, para las mujeres.
De esta forma, Venezuela se sitúa entre los países de avanzada en el mundo, cuya legislación laboral contempla definiciones para uso de los destinatarios y sobre todo las medidas de protección y prevención de las conductas contrarias a la seguridad y salud en el trabajo.
Además, podrán confrontar en su blog otros temas referidos al estrés, con los cuales podríamos o no estar de acuerdo, ya que se trata de aproximaciones de otros investigadores sobre las causas que provocan el estrés y enfermedades asociadas a este. Por mi parte, considero como muchos otros investigadores y autores de obras dedicadas al estrés y su forma más dañina, el burnout o síndrome del trabajador quemado, que tanto el acoso laboral como el estrés son causa y consecuencia entre si, que uno puede provocar el otro y que en última instancia, llevan a formas extremas de solución como el suicidio vinculado con el trabajo.
Estos son temas que demandan muchísima atención. Ayer confronté una noticia importantísima relacionada con la próxima discusión en Ecuador de una ley de comunicación, para la cual una de las diputadas de la Asamblea Nacional considera que debe incluirse en ella así como en el Código Penal el delito de "linchamiento mediático", tratado también como "ciberacoso", cuando personas inescrupulosas, utilizan la prensa para denigrar a otros, a sabiendas que un medio masivo de comunicación, ya sea la prensa plana, la TV o las rutas de la comunicación online y por internet, permiten que la información llegue en segundos a muchos lugares del planeta y que la persona involucrada en el acoso, se vea maltratado, apresado en las redes de la injusta difusión muchas veces de mentiras y engaño sobre conductas y acciones inexistentes o que siendo verdaderas, no tienen por qué ser "amplificadas" hasta que se demuestre su licitud.
Pero "cosas hemos de ver" aún en este mundo, por lo que llamamos la atención de nuestros lectores a no dejarnos llevar por la primera impresión de una noticia o un comentario hasta que logremos confrontar a ambas partes del asunto, porque como decían mis padres "hace falta escuchar ambas partes para sentenciar causa". Cuanta razón tenían.
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