jueves, 9 de enero de 2014

¿ACASO LA DIGNIDAD HUMANA PUEDE REPARARSE CON SANCIONES MONETARIAS?

IMPORTANTE SEGUIR INVESTIGANDO LOS HECHOS DE VIOLENCIA LABORAL EN NUESTRA AMÉRICA.

 A mis lectores, inicialmente un saludo cariñoso y los mejores deseos en este nuevo año 2014. Quiero compartir con ustedes hechos acaecidos recientemente en Brasil que nuestros colegas comparten a su vez en una red muy importante en que los especialistas reciben la información y la comentan. Pues bien, el hecho se concreta en lo siguiente: "Divulgó el Tribunal Superior de Trabajo el pasado 24 de diciembre la sentencia dictada contra el Banco ITAU ascendente a 10 mil reales como valor de indemnización concedida a una gerente de dicho banco que tuvo que quedarse un día en su casa "de castigo" por no haber cumplido las metas fijadas por su jefe.

Originalmente la sanción impuesta había sido de mil reales, que se elevó dando un nuevo valor al daño causado. ¿Dónde surge la polémica? En la llamada "banalización del daño causado", en que se aplican las llamadas indemnizaciones dañosas, peores que el propio hecho pues se sitúa una indemnización a juicio del Tribunal sobre el daño causado a la persona, sin que medie una verdadera sanción al "ilícito" laboral.

Imaginan ustedes lo que significa quedar de castigo en la casa por orden de un jefe? Es una arbitrariedad que lacera la autoestima y la moral de un trabajador. Como si se trataran de escolares y no adultos que tienen una formación dada, resultados del trabajo y que forman parte de una relación laboral que aunque asimétrica, no puede tolerarse tamaño maltrato a la dignidad del trabajador o trabajadora.

Ha habido trabajos presentados, uno de ellos del reconocido abogado paulista LUIS CARLOS MORO, quien fuese también Presidente de la ALAL, bajo el título: "La bagatelización de la dignidad humana", o sea que con un neologismo se ha querido señalar que la dignidad es una bagatela en que la justicia basa indemnizaciones desproporcionadas. Mucho queda aún por decir sobre el tema de la violencia laboral, sus múltiples manifestaciones de acoso moral, sexual, maltratos y vejaciones, humillaciones y muchas más que deben ser denunciadas, no toleradas y efectivamente sancionadas por ser ilícitas. La dignidad, la moral, el prestigio no tienen un valor tasado. Sobre esto hay que seguir profundizando.

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