viernes, 2 de mayo de 2014

PRIMERO DE MAYO, DIFERENCIAS DE ESTE MUNDO EN EL DIA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES

Estimadas compañeras, estimados compañeros lectores de mi blog.

Cuando en Cuba la gente se aprestaba a marchar por la Plaza de la Revolución en su día, el 1ro de mayo, Día Internacional de los trabajadores, unidos todos y todas, con sus familias, jóvenes, de la tercera edad, niños y niñas, que llevaban sus pancartas, como una preciosa en brazos de una niña cargada en hombros por su padre en la que se leía "GRACIAS FIDEL, TE AMO", cuando desfilaron por la Plaza los miembros del EJÉRCITO DE LAS BATAS BLANCAS, tan temido por osado, por valiente, por mujeres y hombres que no temen a las condiciones de vida en las regiones más recónditas y apartadas de este mundo, más de un millón de cubanos, voluntariamente, demostraban su apego a su patria, a su vida, a todo lo que han creado, con defectos y virtudes, porque toda obra humana así lo es, encontramos las siguientes noticias en este mundo:

Brasil: una madre se reencuentra con su hijo que creía muerto, desaparecido hacía 8 años, que fue liberado de una hacienda, donde permanecía con otros trabajadores preso en una suerte de TRABAJO ESCLAVO, sin paga, maltratados, torturados, encerrados, sin higiene, sin condición alguna. por esos seres que se dicen humanos, que no tienen la más mínima idea de qué significa el trabajo creador del ser humano.

También encontramos las manifestaciones de otros países, Guatemala, Honduras, donde los trabajadores marcharon pidiendo aumentos salariales, condiciones de trabajo, igualdad de empleo, justicia social, o pudimos escuchar al Presidente constitucional de Venezuela, el compañero Maduro, informando sobre las medidas a tomar para comprobar cómo marcha la ley del trabajo, de los trabajadores y trabajadoras del país y anunciando medidas urgentes de una llamada misión PAP "Producción, abastecimiento y precios justos", lanzando la fiscalización social a la calle para evitar los desmanes contra el pueblo.

Y siguen las denuncias desde el mundo desarrollado, como la publicada por el Dr. Joaquín Pérez Rey, profesor de la Universidad Castilla la Mancha, que nos invitó a leer un artículo publicado en las redes y del cual tomé estas palabras finales: "Sin embargo no es admisible entender que las reformas que han asolado la legislación laboral constituyan una necesidad. Antes bien, lo necesario e inaplazable es revertir estos atropellos, negar la modernización decimonónica y garantizar la ciudadanía a los trabajadores dentro y fuera de sus empleos. No hay otro camino para salir de la crisis.

La historia del Primero de mayo nos enseña que los dogmas, como aquél que consideraba un atentado a la libertad limitar la jornada, se derrumban, y que no hay razón para resignarse a ver en el trabajo un espacio de sufrimiento y mera supervivencia como quieren los mercaderes que atenazan a Europa.

Quizá hoy las avenidas y las plazas del continente les recuerden aquellas palabras que Augusto Spies, uno de los mártires de Chicago a los que el Primero de mayo está indisolublemente unido, dirigió al tribunal que lo condenó a muerte: ¡Mi defensa es vuestra acusación!"

Y quisiera terminar con este mensaje recibido desde Argentina, escrito por un amigo, Marcelo Caputo y que copio en su totalidad:

El 1 de mayo de 1886, 200.000 compañeros iniciaron una huelga en los Estados Unidos en pos de un reclamo justo pero impensable para la época: la jornada laboral de 8 horas. El 11 de noviembre de 1887, y luego de un juicio infame, se consumó la ejecución de 4 de los "mártires de Chicago" (otros 3 fueron condenados a reclusión perpetua y el restante decidió quitarse la vida por mano propia en su celda).

 El inmenso José Martí, corresponsal en Chicago del periódico La Nación de Buenos Aires, relataba de esta manera el asesinato cometido: ...salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: «la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora».

Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable...

Me disculpo anticipadamente por un texto crudo en este día, parece que mucha agua ha corrido debajo del puente y que han sido numerosas las conquistas logradas por el movimiento organizado de trabajadores. Sin embargo, mucho resta por hacer. Ya se ha dicho una vez que nunca es demasiada la energía destinada a defender los Derechos de las personas, nunca llegamos, siempre falta. Y a las injusticias y afrentas conocidas nos salen al paso diferentes manifestaciones de la discriminación y el odio, la violencia muta en sus formas, a veces se vuelve sutil y compleja en su detección e intervención...

Compañerxs, ojalá que la reflexión en quienes nos antecedieron y dieron todo por sus semejantes, nos de fuerzas para seguir con nuestra labor cotidiana con más ahínco y pasión.

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