Se trata de las cuestiones referentes a los sistemas de gestión, tanto de seguridad y salud en el trabajo, como de medio ambiente y de calidad, siendo el problema fundamental el uso que se de a dichos sistemas, porque cuando se trata de mejorar la calidad del servicio, proteger a la población circundante y a los trabajadores propios de la Empresa, en el entendido de un sistema de responsabilidad social con sus dos elementos predominantes, el interno y el externo, vale la pena aplicar dichas normas.
El problema radica cuando se utilizan para una mayor explotación de la persona trabajadora, pues esas normas tienen en cuenta la eficacia en el entendido de la competitividad y la eficiencia en sede de productividad del trabajo. Muchas entidades no avalan su uso porque deben hacer gastos presupuestarios en su aplicación e implantación, pero si de mejoras del medio ambiente laboral se trata, del reconocimiento de los riesgos y su prevención, PALABRA DE ORDEN de todo sistema que se establezca, entonces vale la pena dedicar recursos para garantizar condiciones seguras y sanas en el trabajo.
Tengo la experiencia de trabajo con dichas normas y además con la teoría y práctica del derecho de trabajo y de la seguridad del trabajo en la formalización y continuación de la relación de trabajo y puedo asegurar que si se combina lo mejor de dichas normas con la realidad de una empresa, sea grande, mediana o pequeña, se obtienen resultados buenos. No es papeleo, crear evidencias para los auditores e inspectores, no, para eso no es necesario preparar personal y crear tu sistema interno de auditoría y control, es que las evidencias son sencillamente la muestra de la marcha de un sistema que bien podría ser la integración de los tres anteriores.
Y puedo acreditar que se usan también en los bufetes de abogados para la satisfacción del cliente y de los propios trabajadores.
Por eso recomiendo que accedan al blog de Duglas Yanes, cuyo enlace tengo en el mío y conozcan su pensamiento al respecto.
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