miércoles, 24 de diciembre de 2014

HABIENDO PUBLICADO EL MENSAJE DE SOLIDARIDAD CON CUBA, AHORA PUBLICO EL DE SOLIDARIDAD CON LOS TRABAJADORES PERUANOS


SOLIDARIDAD CON LOS TRABAJADORES Y EL PUEBLO PERUANO
 
 
Los   abogados   laboralistas   latinoamericanos   expresamos nuestra  más  profunda  solidaridad  con  los  trabajadores  y  el  pueblo peruano, cuyos derechos están siendo avasallados por una feroz ofensiva del poder económico y financiero local e internacional.
 
En pleno siglo XXI, el siglo de los Derechos Humanos, el gobierno de Perú despliega una batería de medidas laborales, propias de la década del ´90 del siglo pasado.
 
Nuevamente  aparece  en  escena  la  vieja  receta  de  hacerles pagar a los trabajadores el precio del desarrollo económico. Receta que ha fracasado con anterioridad y que lo ha servido para aumentar la desigualdad social, la precarización laboral, la marginación y la pobreza.
 
Nuevamente vemos como las consecuencias del ajuste estructural   se   descargan   impiadosas   sobre   las   espaldas   de   los trabajadores y de los sectores sociales más vulnerables, ctimas inocentes de la austeridad que reclamen los organismos financieros internacionales. Paralelamente se profundiza una estremecedora concentración del ingreso, que lejos de ser un “daño colateral” del ajuste, responde con lógica a las medidas políticas y económicas adoptadas.
 
La globalización capitalista es un dato de la realidad, como reiteradamente hemos reconocido. No podemos cometer la ingenuidad de negarla, pero no podemos dejar de decir que está diseñada en función de los concretos intereses de los sectores sociales dominantes en el planeta, y de su búsqueda incesante del máximo beneficio económico posible, sin límites éticos o morales. Como tampoco podemos dejar de recordar que la supresión de las barreras y el abatimiento de las fronteras nacionales sólo alcanza a la circulación de bienes y capitales, pero no a las personas. Por el contrario, día a día vemos como aumentan las restricciones a las migraciones y los comportamientos xenófobos.
 
Esta globalización produce una enorme presión en el mundo del trabajo, pretendiendo introducir profundas transformaciones en los sistemas de relaciones laborales, para alcanzar uno de sus objetivos: mano de obra dócil y barata. Y en esta tarea aparecen muchos gobiernos latinoamericanos, compitiendo ferozmente para demostrar que han hecho los deberes impuestos por el FMI, el Banco Mundial, la OCDE, etc., con la esperanza de resultar atractivos a los inversores y especuladores.
 
¿Qué podemos hacer los trabajadores, las organizaciones sindicales, los estudiantes y todos los que estamos comprometidos con la defensa de los derechos e intereses de la clase obrera, para contrarrestar los efectos nefastos de la globalización? En primer lugar tomar plena conciencia de las falsedades del discurso, que plantea que esa es la única forma posible de vida para la humanidad. Rechazar de plano la idea de que el sistema capitalista es como un hecho de la naturaleza y, por lo tanto, inevitable, tal como pretenden hacernos creer.

En segundo lugar, comprender que la respuesta imprescindiblemente debe ser también global. El internacionalismo que pregonaba el movimiento sindical en sus albores, es hoy una dramática necesidad estratégica. Y, desde nuestro lugar en el mundo, Latinoamérica, la palabra es integración. Pero, como siempre hemos dicho, no una integración que se limite a eliminar algunas barreras aduaneras, sino una integración social, política y cultural, tal como lo imaginaron nuestros héroes de las luchas por la Independencia.

 

Dr. Luis Enrique Ramírez
Presidente ALAL

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