jueves, 9 de abril de 2015

EL ACOSO LABORAL REPUNTA EN EUROPA SEGÚN WEB ESPECIALIZADA EN PREVENCION DE RIESGOS

Acoso laboral en Europa: los países del Sur son los que presentan una menor prevalencia

En promedio están afectados el 14% de los trabajadores de la Unión Europea
  
Según un informe recién publicado por el Observatorio Europeo de la Vida Laboral creado por la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo, las distintas  formas de acoso muestran en la Unión Europea, tendencias divergentes. Mientras la violencia física tiende a disminuir, otras formas de comportamiento social adverso (adverse social behaviour, ASB) persisten. En el conjunto de la Unión, en el año 2010 el 14% de los trabajadores manifestaron haber sufrido algún tipo de ASB. Sin embargo, es difícil extraer conclusiones definitivas, porque las distintas formas de acoso pueden interrelacionarse y solaparse, creando dificultades para distinguirlas unas de otras.
Para efectuar una evaluación sintética, el Observatorio ha creado un índice global de ASB, según cuyos valores (ver figura, las cifras corresponden al porcentaje de trabajadores afectados por ASB ) los países bálticos, los países del centro y el oeste europeo y los países escandinavos se encuentran por encima del promedio global (referido a la UE28) del 14%. Austria, la República Checa y Finlandia muestran los valores más elevados del índice: más de un 20% de sus trabajadores declaran sufrir violencia o acoso en el trabajo.
En contraste, en la mitad de los países del este europeo (excepto Eslovaquia, Eslovenia y los países bálticos) y en la totalidad de los países del sur de Europa se declaran tasa inferiores al promedio, con valores que van desde el 6% en Chipre hasta el 12% en Croacia. Para España ese porcentaje es del 8%.
En España el acoso laboral está tipificado como delito en el artículo 173 del Código Penal, que a estos efectos entiende como acoso laboral el "hostigamiento psicológico u hostil en el marco de cualquier actividad laboral o funcionarial que humille al que lo sufre, imponiendo situaciones de grave ofensa a la dignidad". En concreto, dicho artículo castiga con penas de seis meses a dos años  a quienes "en el ámbito de cualquier relación laboral o funcionarial y prevaliéndose de su relación de superioridad, realicen contra otro de forma reiterada actos hostiles o humillantes que, sin llegar a constituir trato degradante, supongan grave acoso contra la víctima".

Además encontré en la misma información de Prevención Integral lo siguiente:

El acoso laboral ha ido al alza en los últimos años; es la conclusión del informe elaborado por la fundación Eurofound (en la que participan la Comisión Europea y las patronales y sindicatos europeos), aunque las causas y las manifestaciones de ese incremento no tienen una única explicación. La crisis ha tenido que ver, pero lo más importante ha sido el aumento de los empleos relacionados con los servicios, sobre todo los que suponen trato con terceras personas, que es donde se localiza el aumento de la violencia. Además, el documento constata que mujeres, inmigrantes y los trabajadores más precarios sufren más acoso.
El informe, elaborado con encuestas de alcance europeo y también comparando distintos análisis nacionales, concluye que ha habido un repunte de lo que llaman Comportamiento Social Adverso (que incluye violencia física, ‘mobbing’, acoso sexual, ‘bullying’…): en 2005, un 11,2% de los trabajadores consultados en Europa aseguraba haber sido víctima de al menos uno de estos comportamientos; en 2010, la cifra había aumentado al 14,9%. Los últimos datos, pasado 2010, muestran una cierta estabilización de estas prácticas de acoso laboral, explica a la SER Óscar Vargas, codirector del proyecto.
El repunte en el acoso tiene algo que ver con la crisis, según los datos, aunque con importantes matices: “el aumento se debe circunscribir a los primeros años de la crisis, porque los últimos datos que tenemos apuntan a que se estabilizan los casos de violencia y acoso laboral”, dice Vargas. "ese repunte durante la crisis es debido a algunos factores que influyen en que los trabajadores sufran acoso laboral, situaciones que crean estrés y deterioran el clima laboral. Por ejemplo: los casos de restructuración, una mayor inseguridad en el trabajo, una mayor carga de trabajo…”, enumera.

Más acoso en el sector servicios
Un factor de más largo recorrido que tiene que ver con este aumento de la violencia es el creciente peso que tiene el empleo en el sector servicios, singularmente el que pone en contacto al trabajador con personas ajenas a la organización (clientes, alumnos, pacientes…). El estudio destaca que los sectores en los que la incidencia del acoso es mayor son el sanitario y de servicios sociales, transporte y almacenamiento, hostelería, administración pública y educación. “Si la terciarización de la economía, y sobre todo los sectores antes mencionados siguen aumentando empleo, probablemente asistamos a un incremento de la violencia y el acoso laboral protagonizado por terceros”, apunta Vargas.
Por colectivos, el estudio evidencia que las mujeres sufren más acoso laboral (15,1%) que los hombres (13,3%), un porcentaje mayor que tiene mucho que ver con la mayor incidencia del acoso sexual entre las mujeres: “el acoso sexual en Europa afecta en torno al 1% de los trabajadores, según las encuestas y la proporción de mujeres es el doble que la de hombres”, explica Vargas. Las personas que tienen contratos más precarios sufren un porcentaje mayor de acoso laboral: así, el 22% de los aprendices aseguran haber sufrido algún episiodio, frente al 14,5% de los trabajadores indefinidos, y lo mismo sucede con los trabajadores inmigrantes frente a los locales.
Quizá esta mayor incidencia del acoso entre los trabajadores precarios pueda explicar por qué los niveles se estabilizan en plena crisis, explica Vargas: al ser los primeros en ser despedidos, se produce el efecto de que baja el acoso porque disminuye el colectivo de personas más expuesto a él.

Coordinación en las políticas de respuesta
Las recomendaciones que dan los autores del informe pasan, entre otras cosas, por aumentar el nivel de concienciación de los trabajadores, empresas y administraciones para combatir este fenómeno. De hecho, se aprecian grandes diferencias entre los países en cuanto a los niveles de acoso que reportan los trabajadores, algo que se puede atribuir a las distintas culturas laborales y sociales de los diferentes países europeos. Así, el estudio constata que los trabajadores que más denuncian acoso son los de los países escandinavos, bálticos y de Europa Central, mientras que en Europa del Este y del Sur menos trabajadores dicen sufrir estas prácticas (así, un 8% de los españoles, frente a la media del 14,9% del conjunto de los países analizados).
Los investigadores concluyen que una aproximación conjunta, entre administraciones, agentes sociales y empresas, es lo que funciona mejor, a imagen de lo que hacen los países escandinavos. “La legislación puede ayudar, pero no es suficiente; es importante que los agentes sociales se involucren para implementar medidas preventivas en las empresas o protocolos para tratar el problema una vez se han identificado”, explica Vargas. La elaboración de guías prácticas y un papel importante de la inspección de trabajo también son medidas que han demostrado tener un efecto favorable.
 
Fuente: Eurofound

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