martes, 9 de junio de 2015

¿HASTA DÓNDE LA VIOLENCIA DE GÉNERO PUEDE SEGUIR SIENDO LA REGLA EN MUCHOS PAÍSES?

Al leer la noticia a continuación, me pareció necesario reflexionar en esa violencia patriarcal, de género, cuando una mujer vale menos que cualquier objeto y puede ser esclavizada y vendida en un mercado cual si fuese un objeto para disfrute de otros. Se trata de personas vivas, de seres humanos que tienen dignidad, a los y las que hay que respetar su integridad física y moral, pero ahora aparecen estos sujetos en una de las más crueles actividades: la venta de personas.

Pero la noticia es muy ofensiva, porque no solamente se trata de la venta de mujeres sino del uso del sexo para atraer jóvenes futuros combatientes, que con una mentalidad errada, participan en esos llamados para conseguir esposas cuando lo que son también objetos para la guerra.




El grupo Estado Islámico está vendiendo en mercados de esclavas a adolescentes secuestradas “por lo que cuesta una caja de cigarrillos”, denunció este lunes la enviada de la ONU para la violencia sexual.
Zainab Bangura estuvo en Iraq y Siria en abril y desde entonces trabaja en un plan de acción para luchar contra la violencia sexual ejercida por los combatientes del grupo yihadista.
“Es una batalla que se está librando sobre los cuerpos de las mujeres”, advirtió Bangura en diálogo con la AFP.
La enviada de la ONU habló con mujeres y niñas que lograron escapar de su cautiverio en zonas controladas por el EI, y se reunió con autoridades religiosas y políticas locales.
Además, visitó a refugiados en Turquía, Líbano y Jordania.
Los yihadistas siguen alimentando mercados de esclavos con jóvenes secuestradas en las últimas ofensivas, pero se desconoce la cantidad que mantienen retenidas.
“Secuestran a mujeres cuando toman áreas para tener… no quiero llamarlo mercadería fresca, pero digamos que tienen chicas nuevas”, dijo.
“Las jóvenes son vendidas por tan poco como cuesta una caja de cigarrillos”, o por montos que pueden alcanzar unos pocos cientos o miles de dólares, contó.
“Algunas fueron secuestradas, más de 100 de ellas encerradas en una habitación, desnudadas y lavadas”, añadió, antes de ser puestas en fila frente a un grupo de hombres que determina “para qué servirían”.
El secuestro de jóvenes mujeres se volvió una parte esencial de la estrategia del EI para reclutar a jóvenes combatientes, que son básicos para el avance del grupo.
“Es así cómo atraen a los jóvenes. Les dicen: ‘Tenemos a unas muchachas esperándolos, vírgenes con las que se podrán casar’”, relata Bangura.
Un informe reciente de la ONU señaló que cerca de 25.000 combatientes extranjeros de unos 100 países estaban involucrados en conflictos en todo el mundo, una mayoría de ellos en Iraq y Siria.
Bangura regresó de una gira por capitales europeas para hablar de la situación de estas jóvenes y mujeres retenidas por el EI y espera poder hablar pronto ante el Consejo de Seguridad para determinar qué se puede hacer por ellas.
Un equipo técnico de la ONU tiene previsto viajar a esa región para establecer detalles del plan y ayudar a las víctimas de la violencia sexual que ejerce el EI.
(Con información de AFP)

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