martes, 5 de abril de 2016

ACERCA DE LA REFORMA LABORAL EN FRANCIA Y LAS OPINIONES DE LA POBLACIÓN JUVENIL Y LOS SINDICATOS

 Respecto a la llamada Reforma laboral, vale la pena analizar algunas opiniones del propio gobierno para saber de qué se trata.

Según la Ministra de Trabajo de Francia, el texto  propone “a la vez nuevas flexibilidades a las empresas para mejorar la competitividad de nuestra economía y nuevas protecciones, nuevos derechos para los asalariados”. Su “filosofía general” considera aumentar la precariedad laboral entre los jóvenes. El sindicato estudiantil Unión Nacional de Estudiantes de Francia (UNEF), principal organizador de la jornada de protesta, asegura que la movilización se mantiene en niveles similares a la semana pasada, cuando calcula que desfilaron 150.000 personas. Las autoridades por su parte estiman que la movilización ha disminuido de 69.000 manifestantes la semana pasada a 45.000 este jueves.
La contrapropuesta de los socialistas rebeldes
Un grupo de 10 parlamentarios, encabezados por Christian Paul, el líder de los denominado frondeurs -socialistas rebeldes contrarios a la política económica del ejecutivo-, ha elaborado ya un contraproyecto de reforma laboral. Con él esperan modificar el texto actual durante los debates parlamentarios. Proponen, entre otros cambios, aumentar las cotizaciones de las empresas destinadas a financiar el desempleo en función de la cantidad de personas que despidan, reforzar las sanciones administrativas para castigar a las compañías que abusen del trabajo precario y reducir la semana laboral a 32 horas, pagadas 35 horas, para los trabajadores de noche a partir de 2017.
La reforma laboral, oficialmente denominada el proyecto de ley de “nuevas libertades y nuevas protecciones para las empresas y activos”, es la última gran reforma del presidente socialista François Hollande, antes de las presidenciales de 2017. Para el Gobierno, se trata de buscar fórmulas para luchar contra el desempleo, que en febrero ha alcanzado su nivel récord de 3,59 millones de personas, más del 10% de la población activa. Pero desde la filtración del primer borrador, ha provocado movilizaciones masivas y forzado al Gobierno a retroceder en sus puntos más conflictivos.

En concreto, el Ejecutivo ha abandonado algunas de sus medidas más duras, como la de establecer un tope legal a las indemnizaciones por despido improcedente. Existirá un baremo indicativo, que el juez podrá o no aplicar según su criterio. También ha eliminado algunos de los supuestos que debían permitir modular el horario laboral y derogar así a la semana de 35 horas, como en el caso de los aprendices. Permite, pese a todo, acuerdos dentro de cada empresa para flexibilizar esa jornada laboral. Mantiene también, aunque modificado, otro punto de discordia, el relativo a los despidos por motivos económicos. La reforma precisa que lo justificará una caída de los pedidos o del volumen de negocio de cuatro trimestres consecutivos o unas pérdidas de explotación durante un semestre. Se aplicará a filiales en Francia, aunque sean de un grupo internacional que en su conjunto presente cuentas saneadas. En este ámbito el Ejecutivo ha aportado una mínima modificación, la de precisar que no se aplicará a “dificultades económicas creadas artificialmente”, algo que quedará a criterio del juez.

Otros criterios a continuación:

La intersindical de los funcionarios denuncia que “es una suma de regresiones históricas” porque “facilita el despido”, permite revisar las reglas del tiempo de trabajo para ampliar horarios e invierte la jerarquía de las normas al dar primacía a los acuerdos en las empresas sobre la legislación laboral o los convenios colectivos nacionales.
“El debilitamiento de los derechos de los trabajadores y la posibilidad de despedir con mayor facilidad nunca han permitido luchar contra el paro”, afirmó esa agrupación en un comunicado.

Durante los últimos días la policía francesa a detenido a varios detractores de la reforma.

Una nueva jornada marchas se desarrolla este martes en Francia contra la reforma laboral que promueve el Ejecutivo, iniciativa que es rechazada por la mayoría de los ciudadanos, de acuerdo con los últimos sondeos.
Los opositores al proyecto destacan que se trata de una ley que beneficia principalmente a la clase empresarial, en detrimento de los derechos y reivindicaciones laborales.
Tanto el Ejecutivo como la ministra de Trabajo de Francia, Myriam el Khomri, argumentan que se trata de una medida justa que debe ser aplicada para reducir la tasa de desempleo en esa nación, cercana al 10 por ciento según cifras oficiales.
Se espera que para las marchas de este martes se sumen también estudiantes de todo el país; para ejercer presión al Gobierno del presidente François Hollande para que retire el proyecto.

Violencia policial

Durante los cuatro días previos de protestas se registraron varios enfrentamientos entre las fuerzas del orden y detractores de la reforma laboral; lo que ocasiones numerosas detenciones en París (capital) y otras ciudades.
Fuentes policiales destacaron que entre los detenidos se encontraban personas armadas y sujetos que arrojaron proyectiles contra los agentes de seguridad.
Además del sector estudiantil, trabajadores del transporte se ha sumado a las convocatorias, lo que ha dificultado el desplazamiento a través de medios públicos.

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