lunes, 13 de junio de 2016

UNA VEZ MÁS, LA HUMANIDAD LLAMA LA ATENCIÓN SOBRE EL TRABAJO INFANTIL

Marca infantil

Por: Hugo Ríus
Siete cosas que todos tenemos en casa podrían proceder del trabajo infantil, remarca una autorizada agencia internacional recordando que más de 250 millones de niños en el mundo deberían estar jugando y no lo hacen. Es el equivalente a la mitad de la población de la UE (Fuente: El País).
niños trabajo forzado
Este año la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en ocasión del Día Mundial contra el Trabajo Infantil (12 de junio), llamó la atención sobre lo insospechablemente cerca que puede estar el placentero consumo cotidiano de lo que se extrae, produce y comercializa en muchos lugares del planeta, debido a uno de los más infames modos de explotación humana.
Vale el recurso al que recurre para continuar sensibilizando sobre un extendido fenómeno denunciado y condenado, que priva a la niñez de los derechos a la protección, la salud, educación y el juego, con graves amenazas para sus propias vidas y futuros, allí donde carecen de legislaciones que los salvaguarden y gobiernos venales cierran los ojos a explotaciones empresariales y familiares.
En una apropiada invitación a la reflexión la OIT identifica como los siete bienes de consumo, potencialmente marcados por el trabajo infantil a la batería del móvil, tableta o portátil hecha de cobalto, la taza del café mañanero, o el té, el modelito de ropa, la sombra de ojos del maquillaje, la joya de oro, y los vegetales de la despensa.
Según dicha Organización, de los 264 millones de niños de 5 a 17 años de edad, citados, 85 millones lo hacen en las peores formas, situaciones de esclavitud, explotación sexual, reclutamiento para conflictos armados, tráfico de menores y trabajos peligrosos.
¿Habrá que certificar los bienes de consumo diario, exentos de tan repudiables abusos?

Acto seguido invito a leer este texto y las reflexiones del Papa Francisco en torno a esta pandemia de la humanidad, porque no es solamente el mundo subdesarrollado, aquí no se narra la humillante tarea de las niñas y niños en el trabajo doméstico en las casas opulentas de familias adineradas.

El papa Francisco instó a la comunidad internacional a redoblar esfuerzos para acabar con todas las variables que hacen que se prolifere el trabajo infantil en todo el mundo, una realidad que calificó como una forma de “esclavitud moderna”.
“Hoy se conmemora la jornada mundial contra el trabajo de menores. Debemos redoblar esfuerzos para suprimir las causas de esta esclavitud moderna”, declaró el Sumo Pontífice en la plaza San Pedro durante el Ángelus.
“Millones de niños se ven privados de algunos de sus derechos fundamentales y se hallan expuestos a graves peligros. ¡Hoy hay tantos niños esclavos!”, exclamó el sumo pontífice sobre esta realidad que viven en su mayoría los países subdesarrollados.
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo de las Naciones Unidas (ONU), cerca de 168 millones de niños en todo el mundo realizan laboran sin ingreso equitativo, sin seguridad en el lugar y mucho menos protección social o cualquier atributo propio de un trabajo decente. De este grupo, 85 millones realizan trabajos en empleos que ponen en peligro su vida y su salud, como en minas.
Aunque Asia y el Pacífico, tiene 78 millones de infantes trabajando, representa el 9,3 por ciento de incidencia en este fenómeno. El primero en incidencia es África Sub-sahariana, que representa el 21 por ciento, con 59 millones de infantes viviendo en esclavitud. América Latina y el Caribe, el 8,8 por ciento, con 13 millones; y Medio Oriente y África del Norte, el 8,4 por ciento, con 9,2 millones. Estas cifras para el Medio Oriente va en aumento considerando la realidad de los refugiados.
El papa Francisco ha denunciado en diversas ocasiones que en las sociedades modernas existen diferentes formas de una esclavitud moderna. Entre las manifestaciones que él ya ha señalado como tales, además de la explotación infantil, se encuentran las escasas oportunidades de trabajo, la prostitución y el tráfico de órganos.
(TeleSur)

¿Han notado? En el mundo desarrollado, según las cifras, NO HAY TRABAJO INFANTIL. Será verdad? No lo creo, y además, siempre sucede lo mismo, por qué indicar que los niños realizan labores sin ingreso equitativo, cuándo lo que habría que señalar es que NO DEBERÍA HABER NIÑOS TRABAJANDO.

1 comentario:

  1. No acabo de entender cómo pese a las reiteradas llamadas de atención sobre este grabe problema por diversos organismos internacionales, siguen sin tenerse en cuenta las vidas de tantos niños explotados en el trabajo.

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