jueves, 7 de julio de 2016

ESTE ES UNO DE LOS TEMAS MÁS PREOCUPANTES EN CUALQUIER SOCIEDAD: EL ABUSO INFANTIL.



Parlamentarios cubanos evalúan situación de niños víctimas de abuso
La infancia y la adolescencia, esos dos momentos de la vida que para muchos fueron felices, son un verdadero martirio para los niños víctimas, abusados de diferentes maneras por adultos despiadados. Aunque en Cuba apenas el 0,001 por ciento de la población infantil y juvenil está entre ellos, por la sensibilidad del tema, los diputados parlamento cubano debatieron al respecto.
La Teniente Coronel Luciana Calixto Prieto, Segunda Jefa de la Dirección  de menores del Ministerio del Interior, ofreció una amplia información acerca del tema a la Comisión de Atención a la Juventud, la Niñez y la Igualdad de Derechos de la Mujer del Parlamento.
En Cuba existen tres centros de atención a estos niños y jóvenes, uno en La Habana, otro en el centro del país y el tercero en la región oriental. Miembros de esta Comisión visitaron algunos de esos establecimientos y quedaron gratamente impresionado no solo por las condiciones en que viven los menores, sino por el personal que allí labora.
Los principales hechos de este tipo han mantenido una ligera tendencia a bajar en los últimos cinco años. En La Habana, Camagüey y Santiago de Cuba se concentra la mayor cantidad de casos.
Estos hechos van contra el normal desarrollo de los niños y adolescentes, las relaciones sexuales, la familia, entre otros aspectos trascendentes en la conformación de la personalidad. Las acciones más recurrentes son: abusos lascivos, corrupción de menores, violación y daños físicos, todo lo cual afecta seriamente emocional y psicológicamente a las víctimas.
Los lugares donde más se producen estos hechos son: espacios de concentración pública, cercanos a la residencia de menores y sus victimarios cuyas edades oscilan entre los 18 y los 30 años, con un nivel de parentesco, amistades, o allegados a familiares. Los más afectados son los del sexo masculino entre 13 y 15 años.
Las causas que provocan este transgresión son: la escasa percepción de riesgos por parte de la familia, estilos de vida con tendencia a la violencia, conductas inadecuadas como el alcoholismo, la promiscuidad, la permisibilidad, así como la falta de control por parte de las familias.
También ha influido la vulnerabilidad en el trabajo preventivo para la detección a tiempo de estos casos, algo que debe dársele seguimiento desde el barrio y los Consejos Populares.
Actualmente las nuevas tecnologías pueden ser una amenaza, pues se usan para incentivar a estos jóvenes a la sexualidad ofreciéndoles pornografía, así como la toma de fotos y su reproducción con fines lucrativos.
Las medidas han sido llevadas con un alto rigor, el 75 por ciento de estos infractores de la Ley se les impuso una medida cautelar y fianza en efectivo y el 54 fue sancionado a privación de libertad.
La Teniente Coronel Luciana Calixto Prieto enfatizó que está bien claro, según dictan nuestros principios que quien atente contra un menor será castigado.
Las proyecciones en este sentido están dirigidas a continuar compulsando el trabajo preventivo comunitario integrado, a nivel de consejos populares y comunidades de riesgo a través de acciones proactivas, con la coordinación e implicación de los actores comunitarios, los órganos del Sistema Jurídico Penal, activistas y fuerzas cooperantes.
Deberán incrementarse las acciones preventivas que permitan elevar la percepción de riesgos en la escuela y la familia, sobre hechos que afectan a los menores de edad.
Además, fortalecer la divulgación para contrarrestar las campañas mediáticas, promulgando la política del país de tolerancia cero contra los fenómenos que afectan el desarrollo integral de la infancia y la adolescencia.

Y a continuación mis criterios que fueron publicados en los COMENTARIOS.
 
Estimados todos y todas. Estos hechos se denuncian poco, por factores indicados en el texto: bajo nivel de percepción y entendimiento del riesgo, consumo de drogas y alcohol. proxenetismo, etc. Consideran en muchas ocasiones que el propio menor o la menor son responsables por la forma de vestirse o actuar, porque se van sin pedir permiso a fiestas y actividades y se les permite entrar a discotecas y otras funciones donde niños entre 13 y 15 años no deberían estar participando. El bajísimo nivel de actos contra la niñez, la juventud y los adolescentes nos debe llamar a una alerta mayor y es que en los barrios la gente se calla, se callan los maestros cuando ven al niño sucio, con ropa raída, sabiendo que el niño vive en un medio presuntamente delictivo. La violencia tiene un arma poderosa: los testigos que no se involucran, porque NO OYEN, NO VEN, NO HABLAN, como la imagen de los TRES MONITOS. Para qué? Dicen, porque las autoridades no intervienen, pero cómo lo van a hacer si no hay testigos para no buscarse líos con la familia delincuente, con los alcohólicos, ya que cuando usted denuncia, se le da al denunciado quién lo hizo y ya usted será LA PRÓXIMA VÍCTIMA.

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