EL
GOBIERNO DEL PP DESLEGITIMADO POR LA HUELGA
Días antes de la
impresionante huelga general y las movilizaciones de ayer, el Ministro de
Economía (ex Lehman Brothers) dijo que en el siglo XXI la huelga no tenía
sentido. Desde luego es poco original. Eso mismo lleva diciendo desde siempre
la oligarquía. Hay una gran inconsecuencia en esa afirmación porque tanto se
teme a la huelga como cómo para utilizar
la represión. En el pasado y en actualidad. Si fuera inocua no se utilizarían
tantos medios para satanizarla. Volvemos a los viejos tiempos: hacer huelga no
es gozar de un derecho fundamental, sino un asunto de orden público. Por eso el
Gobierno ha vuelto a residenciar en el Ministerio del Interior el tratamiento
de la huelga y ha vuelto a poner al servicio de los empresarios las fuerzas de
policía (pagadas con los recursos de todos) para proteger sus intereses. El
estado de agitación de los policías en las calles recordaba el pasado
franquista. La Ministra de Trabajo (perdón de Empleo) dijo hace poco que la
reforma contralaboral se había hecho también porque la legislación de los
convenios colectivos que había en España era de los años 40 (¡¡). En aquel
tiempo la legislación del régimen del genocida Franco no reconocía a los
trabajadores el derecho de negociación colectiva y por si acaso se les ocurría
intentarlo regulaba muy bien la huelga: en el código penal como un delito de
sedición. Parece que para la Ministra el periodo constitucional es un
paréntesis de amnesia. Emergen los
orígenes autoritarios que están en la esencia del PP. Pero cuando se recurre a
la violencia, tanto por parte de los empresarios con las amenazas de
represalias para quienes hagan huelga, como por el poder público, es que ha
fallado la legitimación por argumentos razonados.
Los sindicatos, tras la
durísima campaña mediática con intención de desprestigiarlos que no va a cesar,
han demostrado con hechos su vinculación profunda con los trabajadores y con
amplias capas sociales. Nadie en España tiene la fuerza de movilizar para la
acción a tanta gente en todos los lugares del territorio.
La arrogancia del PP al
convocar sesiones plenarias de diversos órganos de representación, como
ayuntamientos, parlamentos de comunidades autónomas o el Congreso de las
Diputados en pleno día de huelga, se ha vuelto en su contra, como ocurrió en
Albacete, en donde durante la gran
concentración que se celebraba en una céntrica plaza corrió como reguero de
pólvora ardiendo la noticia de que en el pleno del ayuntamiento, convocado por
su alcaldesa del PP, se estaban anunciando despidos, cierres de guarderías
infantiles y privatizaciones o cierres de servicios. Toda una provocación. Cuando espontáneamente miles de personas se
dirigieron a la casa consistorial de forma pacífica para mostrar su rechazo,
los policías nacionales golpearon sin piedad a jóvenes, maduros y ancianos sin
distinción de sexo, como muestra la foto. Pero se cuidaron mucho de no atacar a
un grupo de bomberos, que también llevaban casco protector, allí concentrados
con los manifestantes. Algunas ciudadanas, con palabras algo gruesas que no se
reproducen aquí, venían a decir que esos policías no tenían coraje para
enfrentarse a los bomberos. Ténganlo o no esos comportamientos son inaceptables
en democracia.
En la esfera de
Parapanda, a pesar de la urgencia, ya se han hecho profundas reflexiones sobre
la huelga que es muy aconsejable consultar en los blogs “Metiendo Bulla”, “Según
Antonio Baylos” y “Ciudad Nativa”.
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