Mucho trabajo he tenido en este segundo mes del año, sobre todo, preparando nuestro Encuentro Internacional Laboral en la Habana del 12 al 14 de marzo y por eso ahora "me pongo las pilas" como decimos en Cuba, para publicar artículos que estaban siendo desatendidos en este mundo laboral y que como todos saben, la violencia sigue siendo estando en el orden del día de nuestros países. Ninguno escapa a ella, es parte integrante de la vida, aunque no es inherente al ser humano, se puede eliminar, podemos combatirla y con ello lograr la tranquilidad y la paz tan necesaria, en la familia, en la sociedad, en las escuelas, en los centros laborales. Por eso quiero dejarles con estos dos artículos sobre el tema.
Martha María Mariño Sánchez
La autonomía, como derecho
social, es una de las tantas garantías que disfruta la mujer cubana gracias a
su inagotable lucha por la igualdad de géneros. Aun así, sigue siendo una
guerra interminable para ellas y la razón por la cual se reunieron este martes
una representación de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y de la Unión de
Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en la Escuela de Capacitación para la
Mujer Fe del Valle.
Con la presencia de Abel
Prieto Jiménez, asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros,
e Inalvis Rodríguez, Oficial Nacional para la atención de los temas de género
del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, se dirigió el debate en
torno a los retos de la FMC para optimizar el trabajo y la educación en todas
las esferas sociales y culturales de Cuba, a favor de la lucha contra la
violencia, el racismo y la homofobia.
"Se trata de cambios
más difíciles que aprobar leyes, pues tienen que ver con conductas de la
sociedad, incluso, de culturas familiares", refirió Abel Prieto, quien
enfatizó, además, la necesidad de concebir, dentro de la televisión nacional,
espacios para la crítica inteligente de contenidos audiovisuales que se consumen
por los canales tradicionales de comunicación y los tan asediados
"paquetes", sin ánimo de censurar, sino de acrecentar nuestra cultura
y valores éticos.
El reggaetón, si bien llegó
para quedarse como un producto musical bailable de preferencia para la juventud,
continúa siendo el género que más hace referencia a códigos de maltrato hacia
la mujer, al abuso sexual y hasta la pedofilia, sobre todo en aquellos que se
realizan de forma independiente y como supuesto resultado de culturas
marginales que nada se asemejan a la realidad cubana.
También se insistió en una
mayor profesionalidad del elenco artístico cubano, en la autorrevisión de
discursos humorísticos y espectáculos en espacios públicos que con frecuencia
apelan al regionalismo, y sobre todo, a groserías sobre la sexualidad tanto
femenina como masculina.
Abogar porque se adopten
las sanciones jurídicas establecidas a instituciones que promueven tales
contenidos constituye reto de trabajo para la Federación, los mismos artistas y
las instituciones correspondientes. De igual manera, los y las participantes
recalcaron el valor de la educación familiar y estudiantil, así como los
patrones de conductas de profesores como arteria principal del crecimiento
cultural en la sociedad.
Otra estrategia de trabajo
será crear espacios de debates donde se integren los hombres con su propia
agenda de preocupaciones, y no ver a este como un ente al cual se deba juzgar.
Con estos nuevos
compromisos la FMC y la UNEAC marcan un nuevo paso en la prevención y
eliminación de cualquier manifestación de violencia para eliminar los patrones
culturales sexistas y discriminatorios, y consolidar la cultura de bienestar e
igualdad social.
En Cuba sí se puede hablar de derechos
La
nación caribeña tiene un amplio historial de cooperación con los mecanismos de
derechos humanos que se aplican sobre bases universales y no discriminatorias,
según destacó un panel de expertos en La Habana
Claudia
Fonseca Sosa
Cada
10 de diciembre el mundo celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos.
Para Cuba, es una fecha de festejo por todos los avances logrados en la materia
a lo largo de más de cinco décadas de Revolución. Esta afirmación la hicieron
expertos de distintas esferas de la sociedad cubana, en un foro debate online
que sesionó este martes en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El
panel de expertos compartió sus impresiones sobre los derechos humanos en Cuba
con internautas y la prensa acreditada.
El
primer orador fue el doctor José Luis Toledo Santander, presidente de la
Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional del
Poder Popular, quien se refirió a la institucionalidad democrática y los
derechos civiles recogidos en la Constitución de la República, sustentados en
los principios de justicia social, solidaridad y participación popular.
Por
su parte, José Barreiro Alfonso, asesor de la Ministra de Trabajo y Seguridad
Social, abordó tópicos relacionados con el sistema de asistencia social a
adultos mayores, discapacitados y niños sin amparo social, así como con la
actualización del modelo económico y las garantías laborales en las nuevas
modalidades de empleo.
El
doctor Eduardo Torres Cuevas, director de la Biblioteca Nacional, elogió la
masividad de la cultura en la mayor de las Antillas, con una red de más de 400
bibliotecas públicas, acceso gratuito a escuelas de arte e instituciones
culturales variadas.
Sobre
el reconocimiento y respeto por parte del Estado a la identidad de género y a
la libre orientación sexual, habló el licenciado Manuel Vázquez Seijido, Jefe
del Equipo de Asesoría Jurídica del Centro Nacional de Educación Sexual.
Mientras,
el presidente del Consejo de Iglesias de Cuba, Joel Ortega Dopico, se refirió a
la libertad de credo en la nación caribeña y aseguró que como práctica
cotidiana las instituciones religiosas cubanas intercambian experiencias,
reciben literatura especializada de forma regular y tienen un rol activo en la
sociedad, con autonomía y espontaneidad.
La
Unicef (Fondo de Naciones Unidas para la Infancia) indicó este miércoles que
230 millones de niños menores de cinco años no fueron inscritos al nacer,
aproximadamente un tercio de todos los de esa edad en la Tierra.
Un
reporte divulgado en el aniversario 67 de este programa, con sede en Nueva York,
subraya que la situación tiene estrecha relación con la exclusión social de los
infantes.
“Los
niños no registrados al nacer o sin documentos de identificación son con
frecuencia privados del acceso a la educación, la salud y la seguridad social”,
precisó la organización, que utilizó datos de 161 países.
La
ausencia de inscripción dificulta además la reunificación de los pequeños con
sus familiares en casos de desastres naturales, conflictos armados o la
explotación de la que son víctimas en ocasiones, según la Unicef.
A
nivel global, apenas un 60 por ciento de los bebés nacidos en 2012 fueron
inscritos, fenómeno con mayor presencia en el sur de Asia y África
subsahariana, señaló.
Los
10 países con menores índices de registro al nacer son Somalia (tres por
ciento), Liberia (cuatro), Etiopía (siete), Zambia (14), Chad (16), Tanzania
(16), Yemen (17), Guinea-Bissau (24), Pakistán (27) y la República Democrática
del Congo (28).
De
acuerdo con Geeta Rao Gupta, director ejecutivo adjunto de Unicef, la inscripción
de los niños es más que un derecho.
“Se
trata de cómo las sociedades dan un primer reconocimiento a la existencia del
infante, y es además una garantía de que no será olvidado o excluido de sus
derechos y de los progresos de su nación”, aseguró.
Unicef
fue creado el 11 de diciembre de 1946 por la Asamblea General de la ONU, con el
propósito de atender la salud de los niños y adolescentes de los países
devastados por la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
En
1950, la Asamblea amplió el mandato del programa para hacer frente “a las
necesidades de emergencia y a largo plazo de los niños, y a sus necesidades
permanentes, particularmente en los países insuficientemente desarrollados”.
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