Hay cerca
de 50 millones de niños "desarraigados" en el mundo, alerta Unicef
Cerca de
50 millones de niños viven "desarraigados" en el mundo, tras haber
sido obligados a abandonar sus hogares o sus países como consecuencia de
guerras, violencia y persecuciones, alertó el miércoles el Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
A fines
de 2015, cerca de 31 millones de ellos vivían refugiados y 17 millones eran
desplazados dentro de sus propios países.
"Las
imágenes indelebles de niños víctimas -el pequeño cuerpo de Aylan Kurdi
encontrado a orillas del mar tras haberse ahogado, o la mirada perdida y el
rostro ensangrentado de Omrane Daqneesh, sentado en la ambulancia tras la
destrucción de su vivienda- sacudieron al mundo entero", declaró Anthony
Lake, director general de Unicef, en un comunicado.
"Cada
foto, cada niño o cada niña simboliza a millones de niños en peligro y
necesitamos que la compasión que sentimos por las víctimas que podemos ver se
traduzca en una acción en favor de todos los niños", agregó.
Del total
de 50 millones de infantes "desarraigados", una evaluación
"prudente", de acuerdo a Unicef, 28 millones fueron expulsados de sus
casas por conflictos, y desplazados al interior o el exterior de sus países.
Los menores tiene una necesidad urgente de ayuda humanitaria y de acceso a los
servicios vitales.
Por otra
parte, unos 20 millones de niños dejaron sus hogares por razones como la
extrema pobreza y la violencia de bandas criminales.
"Muchos
de ellos corren riesgos de ser maltratados o detenidos, al carecer de
documentación y de un estatuto jurídico preciso y no estar bajo seguimiento
sistemático de servicios médicos", destacó Unicef.
La
agencia de la ONU observa igualmente que los niños representan una parte
"desproporcionada y creciente" de las personas que buscan refugio
fuera de su país de nacimiento: son casi la mitad de los refugiados y
representan menos de un tercio de la población mundial.
En 2015,
cerca del 45% de los niños refugiados bajo protección de la ONU eran
originarios de Siria y Afganistán.
Ante este
panorama, Unicef llamó a las autoridades a poner fin a la detención de niños
migrantes y solicitantes del estatuto de refugiados, a no separarlos de sus
familias, a permitirles acceder a los servicios de salud y a promover la lucha
contra la xenofobia y la discriminación.
La ONU acogerá
a fines de septiembre, al margen de su asamblea anual, dos cumbres sobre
migraciones.
Unicef,
dijo su director adjunto Justin Forsyth, espera que en esos encuentros se
llegue a "compromisos claros y se tomen medidas prácticas", como
"alternativas a la detención de niños", soluciones para
"preservar la cohesión de las familias" y asegurar el acceso de los
niños migrantes a la educación.
Forsyth
subrayó además que "el reparto del fardo" de la recepción de
refugiados y migrantes "es injusto", al estar cargado principalmente
sobre las espaldas de países vecinos (Líbano y Turquía en el caso de los
sirios) o pobres (República Democrática del Congo, Pakistán, Etiopía).
No hay comentarios:
Publicar un comentario