Si EE.UU cambia
política hacia Cuba perdería 6 600 millones y mas de 12 mil empleos, dice
estudio
1 junio 2017. Si el presidente de EE.UU., Donald Trump, da marcha atrás a la mayoría de
las regulaciones hacia Cuba aprobadas por su predecesor, Barack Obama, eso
podría costarle hasta 6.600 millones de dólares a la economía estadounidense
hasta 2021 y afectaría a más de 12.200 trabajos, según un estudio publicado
hoy.
El estudio, elaborado por la
organización estadounidense Engage Cuba, favorable al acercamiento bilateral,
llega en un momento en que crecen los rumores de que Trump anunciará este mes
su intención de dar marcha atrás a parte de las medidas impulsadas por Obama.
Según funcionarios, exfuncionarios y
fuentes cercanas al proceso, Trump planea dar un discurso este mes en Miami
(Florida) para anunciar los resultados de su revisión de la política de
apertura a Cuba iniciada por su predecesor en 2014.
El estudio presentado por Engage Cuba
se basa en la hipótesis de que el Gobierno de Trump acabe con “todo el régimen
de regulaciones” impuestas por Obama hacia Cuba, “incluida la legalización de
ciertos viajes, la expansión de remesas, el fin de la política de ‘pies secos,
pies mojados’ y las licencias generales para ciertas exportaciones y
colaboración en investigaciones”.
De cumplirse el escenario que plantea
Engage Cuba, la nueva política “le costaría 6.600 millones de dólares a la
economía estadounidense y afectaría a 12.295 empleos durante el primer mandato
de Trump”, que concluirá en enero de 2021, según el estudio.
El sector más afectado sería el de los
viajes: modificar la reciente expansión de las categorías legales para que los
estadounidenses visiten Cuba podría costarle 3.500 millones de dólares a las
aerolíneas y cruceros y afectar a 10.154 empleos en esas compañías, indica el
estudio.
Si Trump revocara la autorización para
que las empresas de EE.UU. exporten manufacturas a la isla, las compañías
energéticas, químicas y tecnológicas que están negociando contratos en Cuba
perderían “929 millones de dólares” y unos 1.359 empleos se verían afectados.
En caso de que se entorpeciera el
envío de remesas a Cuba de los cubanos que viven en EE.UU., las compañías
estadounidenses de transferencia de dinero perderían unos 1.200 millones de
dólares y podrían suprimir 782 empleos hasta 2021, según el estudio.
Por último, en caso de que Trump
decidiera restaurar la política por la que EE.UU. repatriaba a los cubanos que
interceptaba en el mar (“pies mojados”) pero admitía a los que lograban tocar
tierra (“pies secos”), el costo para los contribuyentes estadounidenses sería
de 953 millones de dólares a lo largo de cuatro años.
Los estados que serian mas golpeados
por un cambio de política hacia Cuba, son aquellos con puertos de aguas profundas
y mas cercanos al país caribeño como Florida, Louisiana, Texas, Alabama,
Georgia y Mississippi.
Varios exdiplomáticos y expertos en
Cuba contribuyeron al estudio, con la esperanza de que el argumento económico
convenza a Trump, un ex magnate inmobiliario con hoteles en todo el mundo.
“Si el presidente Trump da marcha
atrás a la política hacia Cuba, añadiría más regulaciones destructoras de
empleos a la economía, algo que contradice directamente sus promesas de
campaña”, afirmó James Williams, presidente de Engage Cuba, en un comunicado.
El estudio publicado hoy esta
respaldado por diversos grupos de negocios y empresas de viajes, incluyendo la
U.S. Chamber of Commerce’s U.S.-Cuba Business Council, the American Society of
Travel Agents y Cuba Educational Travel.
El senador Patrick Leahy (D-Vt.)
emitió un comunicado en el que se opone a un cambio en la política hacia Cuba y
le expresa al presidente Trump:”Antes que ceder a las presiones de una minoría
que esta anclada en el pasado, el debería ir a Cuba y conversar directamente
con el pueblo cubano en nombre de la vasta mayoria de los estadounidenses que
favorecen relaciones mas estrechas”.
(Con
información de EFE y The Hill)
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