Según los estudios realizados, la trata de persona se caracteriza por el uso de la coacción, el engaño, la violencia, etc, para que una persona haga lo que no desea, o simplemente sea sometido a la explotación sexual, laboral, comercial, la mendicidad, abusos sexuales, uso de niños en conflictos armados, servidumbre forzada, labores domésticas, pornografía infantil, narcotráfico y robo de órganos.
Por tanto la noticia que hoy traen las redes, asombra por ser en la culta y milenaria Europa donde se produce el hecho de utilización de menores en actividades encubiertas de posible combate al terrorismo. Habiendo tantos mayores, valerse de un niño es inhumano, va contra sus derechos humanos. Veamos la noticia publicada.
La Cámara de los Lores opina que la participación de menores en
actividades policiales y de Inteligencia aumenta "los riesgos para el
bienestar mental y físico" de los niños.
La Policía y la Inteligencia del Reino Unido utilizan a menores como espías en sus operaciones encubiertas contra terroristas, pandillas y narcotraficantes. Un comité de la Cámara de los Lores (la cámara alta del Parlamento británico) puso de relieve la dudosa práctica y dio la voz de alarma sobre los planes del Gobierno para concederles a las fuerzas del orden más libertad para implicar a niños en sus operaciones.El comité de escrutinio de la legislación secundaria expresó en un informe su preocupación por las propuestas de extender de un mes a cuatro el período de tiempo entre los procesos de reinscripción de cada niño."Nos preocupa que capacitar a una persona joven para participar en actividades encubiertas asociadas con delitos graves durante un período prolongado de tiempo pueda aumentar los riesgos para su bienestar mental y físico", dijo el comité, presidido por lord Trefgarne.
Ben Wallace, ministro de Seguridad del país europeo, sugirió que las fuentes
infiltradas de inteligencia humana juvenil pueden tener "acceso único a
información", particularmente para recopilar pruebas sobre grupos
delictivos. Al mismo tiempo, representantes del Ministerio del Interior
afirmaron, citados por The Guardian, que "las fuentes encubiertas de
inteligencia humana juvenil se utilizan muy raramente y solo cuando (...) no
hay otra forma menos intrusiva de obtener la información necesaria".
Neil Woods, policía encubierto actualmente
retirado, afirmó que conocía casos en que niños habían participado en
operaciones encubiertas en el pasado, pero indicó que eso ocurría en raras
ocasiones. El exoficial advirtió que esta práctica puede incrementar los
riesgos y "aumentar la violencia" que enfrentan los niños
involucrados en las pandillas, ya de por sí muy vulnerables.
Por su parte, Rosalind Comyn, responsable
de leyes y políticas de Rights Watch Reino Unido, considera que "exponer
intencionalmente a niños al terrorismo, al crimen o al abuso sexual (…) va
directamente en contra de las obligaciones del Gobierno en materia de derechos
humanos, que exigen que los intereses de los niños se sitúen en el centro de
las decisiones que los afectan".
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