La industria del sexo y la trata de personas
La pornografía es la sexta industria
que más dinero mueve a nivel global, con casi 100 000 millones de dólares
anualmente, según la web de finanzas estadounidense Business Pundit
15 de
octubre de 2019 00:10:49
La
pornografía es la sexta industria que más dinero mueve a nivel global, con casi
100 000 millones de dólares anualmente, según la web de finanzas estadounidense
Business Pundit.
No es un
sector que suela acaparar la atención de los medios, aunque puede parecer, para
algunos, un negocio incluso «glamuroso», simple, lleno de mitos.
Sin embargo,
la mayoría de las personas desconoce la falta de garantías sanitarias, la poca
o ninguna protección legal y laboral, la explotación a la que son sometidos los
actores, sobre todo las actrices y, lo peor, desconocen que la industria
pornográfica está estrechamente relacionada con la prostitución y la trata.
Gail Dines,
una respetada académica, en su libro Pornland: How Porn Has Hijacked Our
Sexuality, advierte: «Estamos educando a una generación de niños sobre el porno
cruel y violento (...), esto va a tener una profunda influencia en su
sexualidad, comportamiento y actitudes hacia las mujeres».
La
investigadora y experta en estudios de la sexualidad, Beatriz Balona, alerta
además sobre «la construcción de mitos y prejuicios», y afirma que el
desarrollo de la industria del porno ha hecho retroceder un siglo todo lo que
se había adelantado en materia de educación sexual: «La pornografía ha generado
falsos mitos, infelicidad e inseguridad».
Un estudio
de la Universidad de Alberta encontró que un tercio de los niños de 13 años
admitió haber visto pornografía, y una encuesta publicada por la revista
Psychologies, en el Reino Unido, encontró que un tercio de los jóvenes de 14 a
16 años habían visto imágenes
sexuales en
línea por primera vez cuando tenían diez años o menos; el 81 % de los
encuestados veía pornografía en línea en casa, mientras que el 63 % podía
acceder fácilmente a ella a través de sus teléfonos móviles.
La cultura
pornográfica no solo afecta a los hombres. También cambia «la manera en que las
mujeres y las niñas piensan sobre sus cuerpos, su sexualidad y sus relaciones»,
dice Gail Dines.
No debemos
perder de vista que el problema de la pornografía está relacionado con redes de
crimen organizado y transacciones económicas internacionales a gran escala. Hay
redes de comercio que explotan a miles de esclavas sexuales para obtener grandes
beneficios monetarios. Esas esclavas son forzadas a ejercer como protagonistas
de filmes, shows en vivo, etc., y no reciben un centavo de sus dueños.
Trata,
prostitución y pornografía
De acuerdo
con el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
(Unodc), la trata de personas «aprovecha la tolerancia social al delito, las
prácticas socioculturales propicias al mismo y los espacios de escasa presencia
institucional para penetrar en la sociedad».
Muchas
víctimas de la trata terminan en manos de las redes de la industria
pornográfica o de la prostitución. La esclavitud y la extracción de órganos son
crímenes ligados a la trata de personas en el mundo.
En México,
por ejemplo, la mitad de las personas que fueron víctimas de trata de personas
también sufrieron explotación sexual. Así lo refiere la Comisión Nacional de
Derechos Humanos (CNDH) de México, que explica, en el Diagnóstico Nacional
sobre la Situación de la Trata de Personas en México 2019, que la mayoría de
las personas son forzadas a la prostitución.
«Esa
explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u
otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la
esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la
extracción de órganos», señaló el informe.
La comisión
puntualiza que la trata de personas, en más del 45 % de los casos, incluye
otros crímenes o fines. La pornografía en internet es un ejemplo de las formas
de expoliación que son posibles mediante la trata de personas.
Tráfico
sexual de menores
Jaco Booyens
es el productor y director de la película recién estrenada, 8 Días, un
largometraje sobre el horrible crimen del tráfico sexual de niños en Estados
Unidos. Booyens, en su filme, intenta hacernos comprender que el problema del
tráfico sexual de niños está profundamente arraigado en la cultura de la
pornografía.
La
pornografía infantil implica la explotación comercial de los infantes, lo cual
limita y obstruye su sano desarrollo sicológico, físico y moral. El 5 de
diciembre de 2012 se concretó en Bruselas, Bélgica, una Alianza Global Contra
el Abuso Sexual de Niños en internet.
La
pornografía crea un clima en el cual la violencia y la explotación de mujeres,
niñas y niños es tolerada e implícitamente alentada, y genera la demanda de
tráfico sexual porque, como dice Catherine Mackinon, profesora en la Escuela de
Leyes de Harvard, «consumir pornografía es una experiencia de sexo comprado».
Muchas
mujeres, niñas y niños, que están siendo explotados sexualmente, son traficados
con el único propósito de producir pornografía. La trata tiene la función de
suministrar la materia humana con la que se mueve la industria del sexo.
El
desarrollo acelerado, montado sobre los avances tecnológicos de una cultura
pornográfica, de fuerte carga misógina, no solo promueve esa demanda y
determina sus prácticas, es la manifestación de las formas más repugnantes del
odio y de la violencia hacia las mujeres, los niños y las niñas.
Fuentes: Unodc, Play Cine ABC Café Babel.
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