DECLARACIÓN DE
LA AAJ EN SOLIDARIDAD CON
EL
DR. EUGENIO RAÚL ZAFFARONI
El presidente argentino, varios de sus ministros y funcionarios, y legisladores de la alianza
gobernante, han exigido la
renuncia del Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni, Presidente
de la Rama Argentina de nuestra
Asociación, como magistrado de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, o su remoción,
por haber expresado públicamente, refiriéndose a los
integrantes del Poder Ejecutivo, "Yo quisiera
que
se fueran lo antes posible, porque así
harían menos daño", frase a la que adjudican propósito desestabilizador y golpista.
Esa
exigencia ha sido acompañada por una intensa campaña a
través de los medios de comunicación hegemónicos, una denuncia penal efectuada por un denunciador serial
irresponsable, y la afirmación del presidente del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, que ese deseo del Dr. Zaffaroni ´´es una
declaración antidemocrática, contraria a la Constitución y desestabilizadora¨. Esa entidad privada de alrededor de 1000 miembros -
alrededor
del
1 por ciento de los abogados de
la Ciudad de Buenos Aires-
nuclea a los integrantes de los grandes estudios
asesores
de
la oligarquía terrateniente,
el capital financiero y
las empresas extranjeras, que apoyaron todos los golpes de estado y aún hoy reivindican a los responsables de la usurpación del poder y los crímenes de lesa humanidad del terrorismo de
estado. Resulta
insólito que, en esta ocasión, pretendan presentarse como guardianes de la
democracia.
Ante esta campaña
la Asociación
Americana de Juristas manifiesta que:
1. el párrafo del Dr. Zaffaroni ha
sido sacado de contexto, pues cualquier
lector
del conjunto de sus declaraciones observará que varias veces alerta sobre
la necesidad de evitar la violencia en el reclamo social, ya que las víctimas siempre son los
sectores populares, y que el sentido de su expresión es el de una honesta opinión
política, exenta de la hipocresía de quienes sosteniendo ser opositores dicen desear
el
éxito del gobierno cuando éste en sus dos años de mandato ha implementado un
programa claramente beneficioso para el gran capital en perjuicio de los trabajadores, la clase media y las pequeñas y medianas empresas nacionales. Por eso, de buena
fe,
el deseo del Dr. Zaffaroni sólo puede interpretarse, como el de
terminar, por las vías legales y
no las de un golpe de estado, con esa política que es violatoria de los derechos y garantías constitucionales y de los compromisos
electorales de la
alianza gubernamental, con sus propios votantes.
2. La independencia e imparcialidad
de los jueces y las juezas no implica que
carezcan de opinión política, - en griego se denomina “idiota”
a quien no se interesa por la cosa pública y
por tanto, no podría ser juez -, sino que no actúen
respondiendo a ordenes, compromisos o intereses partidarios. Es más, una
condición esencial para su designación
es el conocimiento público de su posición
política, concordante con los principios fundamentales
de los tratados internacionales de derechos humanos.
3. Así lo acaba de reafirmar, en su discurso inaugural de este año, el Presidente de la Corte Interamericana, destacando los retos que enfrenta
nuestro continente en
materia de derechos humanos,
e hizo un recuento histórico del impacto de la Corte
en
sus 40 años de existencia: ‘‘Pobreza, desigualdad, inequidad y exclusión social
son los muros invisibles que separan a nuestra sociedad.
Estos son los verdaderos muros que tenemos que derribar para alcanzar el desarrollo, la democracia y
la paz’’, expresó. Hizo énfasis que
el
rol de un tribunal internacional,
junto con sus pares nacionales, ‘‘es dar respuestas concretas para afrontar estos retos y problemáticas, siempre
teniendo en cuenta la dignidad humana’. En esa línea se ubica la actuación del Dr. Zaffaroni, como integrante
de la Corte. No ha sido
impugnado por falta de independencia o imparcialidad, en la decisión de ninguna
causa.
4. Es oportuno
recordar que
el
Dr. Zaffaroni fue designado magistrado de la Corte
Suprema
Argentina con el apoyo de
todos los organismos de derechos humanos,
que entendieron que fue juez durante y no de la dictadura cívico militar genocida,
ya
que no existe denuncia alguna que lo
comprometa como complaciente con los crímenes
del terrorismo de estado.
5. El Dr. Zaffaroni es un jurista de primer nivel
en el orden internacional, quizás el mayor especialista en derecho penal del continente americano, y reconocido como uno
de los más importantes en el mundo, con una clara definición humanista y anticolonialista.
Por todo ello, la AAJ se solidariza con el Dr. Zaffaroni, y convoca a todas las
organizaciones de derechos humanos
y a las entidades que agrupan a jueces, funcionarios del
ministerio público,
abogados y profesores de derecho, a pronunciarse en su apoyo.
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Vanessa Ramos
Presidenta Continental AAJ
VRamos1565@aol.com
Luis Carlos Moro
Secretario General
(luiscarlos@moro-scalamandre.net)
Presidenta Continental AAJ
VRamos1565@aol.com
Luis Carlos Moro
Secretario General
(luiscarlos@moro-scalamandre.net)
Beinusz Szmukler
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