lunes, 7 de diciembre de 2020

RECORDANDO EL 10 DE DICIEMBRE: DERECHOS HUMANOS O HUMANOS CON DERECHOS

 


EN TORNO AL PROGRAMA NACIONAL DE ADELANTO DE LA MUJER .

Como su propio nombre lo indica el Programa Nacional de Adelanto de la Mujer es un documento integrado por varios ejes temáticos, entre los cuales hay uno referido al empoderamiento económico de la mujer, de gran trascendencia e importancia para el resto de sus componentes y que constituye una de las esfera de investigación y lanzamiento de acciones conjuntas de la Asociación Latinoamericana de Abogados y Abogadas Laboralistas que aquí represento en mi carácter de secretaria de la Mujer, la cual precisamente en el día de hoy que se conmemora el comienzo de los 16 días de activismo por la No Violencia contra la Mujer que culmina el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, ha lanzado una adenda a la Carta Sociolaboral latinoamericana aprobada en 2009 en México con principios que tocan la situación actual que vive la región y entre ellos está el llamado a los países para ratificar el Convenio 190 de la OIT sobre la violencia en el mundo del trabajo y la necesidad de brindar más atención al enfoque de género por la situación que atraviesan las mujeres ante el desempleo y la carencia y agotamiento de recursos para garantizar el sustento personal y familiar.

Es importante reflexionar sobre el llamado “empoderamiento económico de la mujer” que es un término que se ha ido transformando desde su origen formalmente mencionado por primera vez en la Conferencia Mundial de las Mujeres celebrada en Beijing en 1995 cuyo debate se centró en aumentar la visibilidad de la mujer en la toma de decisiones y su participación en temas relacionados con el poder. Podría definirse el término Empoderamiento como la capacidad que tienen las personas, en situaciones de vulnerabilidad, para lograr una transformación con la cual deje de ser objeto de otros y consiga ser la protagonista de su propia historia.

Por tanto, éste se logra, sin temor a equivocarnos, básicamente a través del trabajo, como satisfactor en primer orden de las necesidades materiales y espirituales de la persona que trabaja. Siendo que el concepto de trabajo, no es simplemente la ubicación laboral en un puesto o cargo, sino el desempeño de una labor en la cual materializamos los conocimientos y habilidades con que contamos y hemos adquirido durante los años de estudio y preparación. El trabajo es la actividad que las personas realizan para mantenerse a sí mismas y a otros y que tiene como objetivo la producción de bienes y servicios para atender las necesidades humanas. El trabajo es por tanto la actividad a través de la cual el ser humano obtiene sus medios de subsistencia por lo que tiene que trabajar para vivir. Entonces empoderamiento económico y trabajo están íntimamente ligados.

Pero ese trabajo tiene una característica y es que debe tomar en cuenta los derechos que le asisten a la trabajadora, ya que hablamos de la mujer, ya no de una persona vulnerable que requiera excesiva protección, sino de aquella que sea capaz, resiliente y competente para acceder a cualquier tipo de trabajo en cualquier sector, siendo el límite solamente, la protección de la salud y la seguridad al ser humano, que ese trabajo sea digno, enriquecedor de su espiritualidad y no simplemente un empleo que le garantice un ingreso. Es importante que se realice en condiciones de seguridad con limitación de los riesgos ambientales, tanto materiales como psico-sociales, que provocan estrés, burnout, ansiedad y las llamadas violencias en el entorno laboral. Sea un trabajo en igualdad de condiciones, pero más aún, arriesgándonos a demandar equidad, que es la razón de la ausencia de discriminación, porque utilizar un mismo rasero para evaluar a diferentes personas, es proporcionar preferencias a una de ellas e invisibilizar al resto. Sin embargo, cuando de equidad se trata, aunque parezcan dos términos sinónimos, su contenido establece diferencias, dadas en dar a cada cual el trato justo y que le permita la igualdad sin discriminación. Por tanto, se trata de que en la diversidad se logre la igualdad.

Nos preguntamos y dónde ubicar a la mujer para garantizar su participación efectiva, pues como antes señalamos, en cualquier sector de la economía, sea una organización empresarial o de la investigación científica, de la salud, la docencia, la agricultura o la construcción, un trabajo que la empodere y le permita ascender en los distintos puestos de la cadena de mando a través de su profesionalidad, conocimientos y resultados y que garantice igual salario por trabajo de igual valor, tanto para hombre como para mujer. Recientemente hemos comprobado el empoderamiento de la mujer en los sectores de más alto nivel profesional como es el de la salud, las ciencias, la educación superior y el derecho, a través de las consultas a las estadísticas, sin nombrar el empoderamiento político alcanzado y superado en el país en nuestra Asamblea Nacional del Poder Popular de mayoría femenina con más del 50% de sus diputadas y con paridad en las esferas del gobierno en cada provincia del país.

El 19 de noviembre leímos en la prensa una noticia muy alentadora y cito textualmente: “Cuba y otros seis países de Latinoamérica alcanzaron la paridad de género en la investigación científica, según el informe Las mujeres en Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas en América Latina y El Caribe, según la Misión Permanente de Cuba ante la Unesco. El documento, elaborado conjuntamente por la Organización de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres y la Oficina Regional de Ciencias para América Latina y el Caribe de la Unesco, destacó que siete naciones de la región, entre ellas Cuba y Venezuela, lograron superar la tasa del 45 % de investigadoras”. Cuba supera el 50% mientras que a nivel mundial solo el 29 % de las mujeres son investigadoras y el 3 % de los premios Nobel en ciencias han sido otorgados a ellas.

Deben eliminarse los estigmas, paradigmas, estereotipos, de ama de casa, esposa y madre, que avanzan hasta convertirse en prejuicios que impiden su desarrollo pleno en cualquier empleo, cualquier cargo y que por razones harto conocidas de su papel de productora, reproductora y cuidadora por excelencia, le asista la posibilidad de conciliar tanto su vida laboral y familiar con el apoyo de una legislación abarcadora y el mandato del Estado de abrir las puertas a una mayor inserción de la mitad de la población al trabajo. Cuba ha logrado una legislación de seguridad social y de familia de reconocimiento mundial sobre todo para la mujer y el matrimonio en lo que concierne a los derechos de maternidad y paternidad responsables, y el uso de las licencias y las prerrogativas que la ley contempla para los y las trabajadoras con responsabilidades familiares, eliminando las trabas hacia su amplia incorporación al trabajo. Reiterando lo antes dicho, hay que desterrar de las mentes los estereotipos de que la mujer es mejor madre, cuidadora y da mejor atención al hogar mientras que el padre es mejor como proveedor. Ambos pueden cumplir las mismas funciones si se lo proponen y si las políticas públicas lo permiten y se legisla al respecto.

Se requiere, por tanto, investigar más, para que la legislación materialice el empoderamiento femenino tanto en el trabajo en la relación tradicional, como en las formas atípicas que están avanzando a pasos acelerados hacia el futuro de un trabajo diferente, o sea, el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones en la Cuarta Revolución Industrial y Tecnológica, el teletrabajo, el trabajo en plataformas digitales, el trabajo autónomo y en relación de subordinación pero fuera de la oficina y sin el habitual control del horario, sino del cumplimiento de la tarea y la garantía de los resultados, porque en un final de cuentas, son variantes de un mismo concepto que se diferencian por la posición que ocupa la persona respecto a su empleador y su organización. Nuestra legislación como la de casi todo los países debe modificarse y en los cambios que se incorporen, garantizar el trabajo remoto  y el trabajo a distancia con su variante de teletrabajo, que aunque parezcan lo mismo se distinguen por el apoyo de la informática y las telecomunicaciones, el lugar de realización del trabajo que puede ser mixto o totalmente a través de las plataformas de conectividad con carácter permanente y en el propio territorio, país o en otro. Pero hay que legislar al respecto para que no se trate de convertir el trabajo a distancia en el mismo trabajo regulado por un horario estricto y además se determinen explícitamente los derechos y deberes de cada parte y el aporte de cada una a la consecución de los resultados.

Quisiéramos abordar a continuación algunos elementos que constituyen piedra de toque en el empleo con visión de género y sin enfoque androcentrista. En primer lugar, el uso del lenguaje inclusivo y no sexista, eliminando los paradigmas “ancestrales” de la denominación de los cargos en masculino cuando ellos eran básicamente ocupados por hombres y por tanto contribuir a la visualización de su desempeño por una mujer, con lo que también se contribuye a desterrar más lo mental que real. A modo de ejemplo, recientemente en las redes sociales provocamos con un cuadro un gran debate sobre las palabras Presidenta y Sirvienta. Hubo compañeros de altísimo nivel profesional que insistieron en que la terminación “ente” es de un adjetivo y que no se puede decir presidenta, sino Presidente o el o la que preside. Y le respondimos: ¿entonces por qué usan sirvienta si es la misma terminación? Lo que sucede es que “PRESIDENTA” lleva implícito el ejercicio del poder de mando.

Le sigue, eliminar la brecha salarial entre hombres y mujeres, la cual según informes internacionales necesitará de 200 años para lograrse, porque no se concibe que haya diferencia salarial por el género y no por el desempeño con igual resultado y calidad y vincularlo con el acceso, el reclutamiento, la selección y la promoción de mujeres para cerrar dicha brecha por el empoderamiento económico propiamente dicho. En Cuba dicha brecha no existe ni en la legislación escrita ni en su aplicación, quien ocupe un cargo con independencia del género, recibirá el salario destinado al mismo sin diferencia alguna. El problema radica en que la mujer a veces recibe menos dinero por igual trabajo, al tener que ausentarse más veces por sus responsabilidades familiares no compartidas.

Eliminar por supuesto la posible discriminación por sexo y género en sectores y cargos tradicionalmente sólo ocupados por sus pares masculinos, muchas veces con decisiones amparadas por criterios de “discriminación positiva” que ha contribuido a que las mujeres se desplacen más hacia labores de oficinas y a los servicios y poco habituales en sectores estratégicos de la agricultura, la industria, la construcción y otros por sólo nombrar algunos. Pero para que esto ocurra también hay que aplicar el enfoque de género en los horarios, considerando la doble y triple tarea de la mujer, con sus roles eminentemente femeninos que aún no se distribuyen en la familia entre sus miembros, así como el apoyo del Estado  para que los empleadores tomen en cuenta el derecho a la conciliación de las funciones de madre, cónyuge, cabeza de familia y cuidadora por excelencia. Los trabajos domésticos también son necesarios y sin embargo no se valorizan. Hay que repensar la ratificación del Convenio de trabajo doméstico de la OIT en nuestro país, pues ese género de trabajo es necesario y debe ser protegido como tal, con normas de seguridad y salud e inspección cuando sea menester, ya que su realización garantiza un empleo a mujeres y hombres en las labores domésticas y al servicio de personas naturales, como contribuye a que las mujeres puedan laborar sabiendo que las labores del hogar están siendo realizadas por una empleada, o que un familiar enfermo recibe protección y cuidados al igual que los niños y niñas al cuidado de personas como un tipo de trabajo por cuenta propia.

Y por último, abogar por las políticas públicas a favor de la protección integral de las mujeres contra la violencia en todos los órdenes, que permita que una fuente formal importante del derecho, como el Convenio 190 de la OIT sobre la violencia en el mundo del trabajo sea considerado para su ratificación nacional a partir del estudio de las normas internas y su incorporación a la legislación del país. Según el artículo 8 de nuestra Constitución “lo prescrito en los tratados internacionales en vigor para la República de Cuba, forma parte o se integra, según corresponda,  al ordenamiento jurídico  nacional pero la condición previa es que deben haber sido ratificados por el país y sería deseable que a través de un observatorio o de investigaciones con el apoyo de la academia, se conozca la impronta de la violencia laboral en las organizaciones de todo tipo para poder adoptar las modificaciones de rigor en las leyes nacionales, incluso, adoptar alguna ley integral contra la violencia y a partir de las normas existentes ratificar el Convenio 190. Nuestro país tiene las condiciones para realizar estudios en tal sentido y garantizar que a un mediano plazo haya condiciones suficientes para que la legislación laboral integre su conceptualización, se creen o se adjudique a los órganos existentes la función de hacer efectiva la protección de las personas y a dónde elevar las reclamaciones para su solución, a nuestro entender, en tribunales y como el propio Convenio indica, se interrelacionen los distintos ámbitos, el familiar, el comunitario y social y el laboral. Y mientras tanto, que los representantes sindicales de los trabajadores incorporen tal visión de protección integral en los convenios colectivos de trabajo.

Hemos tocado varios aspectos importantes para el empoderamiento económico y la protección de la mujer en el trabajo: la legislación de maternidad y paternidad responsable, la proscripción de los estereotipos que como prejuicios crean un ambiente discriminatorio en el entorno laboral, una sola legislación que ampare a sus destinatarios, sean hombres o mujeres con independencia del sector y actividad, la garantía de un empleo digno que satisfaga las necesidades materiales y espirituales, sea presencial, a distancia, remoto con uso de plataformas digitales, en relación de dependencia o autónomo y la eliminación de la violencia de género en las relaciones laborales.

 

 

A PESAR DE LOS PESARES COMO SEA "CUBA VA"

 Ustedes deben haber leido y visto videos y fotos que narran sobre una dictadura feroz en Cuba, de asesinatos y detenciones selectivas, de maltrato al pueblo y ninguna libertad de expresión, que por hablar se llenan las cárceles y todo esto, provocado por la juventud cubana que ha dicho basta. Pues nada es cierto, nada se atiene a la realidad, pura fantasía de mentes calenturientas, provocado todo por los millones que ofrecen los tanques pensantes de las Revoluciones de colores mediante los llamados "golpes blandos" proclamados por la OPEN SOCIETY y SOROS.Nada más alejado de la realidad y por ello, en el día de ayer publiqué en Redes Sociales estas reflexiones que simplemente narran la verdad ajustada a la realidad de lo que hoy acontece. Entren a los sitios cubanos, CubaSi, Cubadebate, ACN, a Prensa Latina, a los periódicos Granma y Juventud Rebelde, por solo citar algunos y saquen entonces sus propias conclusiones. Los que hayan visitado Cuba lo podrán contrastar con lo que han visto en nuestro país. El famoso Movimiento San Isidro existe solamente en las mentes trasnochadas de un grupúsculo, nadie en ese Barrio, en La Habana, en Cuba los conoce, incluso se han publicado en la TV algunos programas dedicados a los actos terroristas realizados recientemente a partir del 2017 y lo más doloroso, usando jóvenes que cometen esos actos por una recarga internacional de su celular. Nada que ver con una juventud que se volcó al apoyo de las medidas de combate a la pandemia, tanto en los Centros de Aislamiento, en el apoyo a los vulnerables, como en la Zona Roja. A ellos fueron dedicadas estas reflexiones.

Hoy me he sentido con la necesidad de abrir mi corazón y decir varias cosas.
1. No es posible que se consideren solamente intelectuales los artistas. Los graduados de filosofía, derecho, historia, lengua, magisterio, biología, botánica, medicina, economía, informática, en fin de todas las disciplinas, y que se desempeñan en las diferentes esferas de la vida y de la sociedad, ¿acaso no somos intelectuales?
2. Si un grupo, porque no es todo el sector artístico, está inconforme con algo, tiene preocupaciones, criterios que exponer, ¿por qué hay que convertirlo en un asunto nacional? Tienen su Organismo donde canalizar sus inquietudes.
3. Hacia el exterior pareciese que la inmensa mayoría de los jóvenes del país están en contra del gobierno, exigen "libertad de expresión" y otras consignas que se oyen por estos días, pero en Cuba la gente aún no se ha enterado de esos aires de descontento.
4. Hoy la FEEM cumple 50 años de fundada y el Presidente estuvo allí en el Parque Benito Juárez de Playa, 24 entre 5ta y 7ma, Miramar, con ellos y no hubo ninguna pretensión de que él creara una mesa de diálogo con estos jóvenes.
5. Pero es que este país no se construye solamente por jóvenes, sino por todos y todas los que aquí vivimos y estamos dispuestos a dar nuestro aporte a la causa revolucionaria, a la economía, a la sociedad, a los principios de nuestra ideología y por eso no es justo dedicarle todos los espacios a los que andan insatisfechos. Ya tienen su Ministerio y sus demás dependencias para hablar, presentar sus demandas y punto.
6. ¿Manipulados, confundidos? No lo creo, una ínfima minoría de 10-15 quizás, pero aprovecharon una fecha, una situación, un movimiento que no los representa, aunque es de "artistas" de los que hasta se han desmarcados, por lo que son, escoria y nada que ver con el arte verdadero. Y han creado una imagen de Cuba como si esto fuera una dictadura, que los muertos están por las esquinas, que los presos políticos llenan las cárceles. Se equivocaron de país, esto no es ni Chile, ni Colombia, ni Ecuador. Esto es Cuba, con seguridad y tranquilidad ciudadana, gracias a sus órganos armados.
7. No podemos entregarles una fecha cubana tan importante para el pueblo y para los estudiantes de medicina, como el 27 de noviembre. No pretendan crear ese movimiento que se darán de narices con la puerta de la masa revolucionaria del sector de la medicina y de toda Cuba. Los que así pretenden, recuerden que los 8 estudiantes de medicina fueron sacrificados en el altar de la Patria en 1871 y no volverá nunca, bajo ningún concepto, darse una situación similar de injusticia, de fuerza externa y de presiones en este país.
8. Entre las demandas esperamos que ventilen su insatisfacción y rechazo con el bloqueo, con la política de destruir a Cuba que tiene el actual mal-presidente de EE.UU y denuncien todos esos actos contrarios a nuestro país, a su pueblo, pidiendo intervención militar, como si las bombas tuvieran inscritos los nombres y se manejaran como drones buscando objetivos específicos.
9. No a la manipulación, no al chantaje, no a las presiones, no a los millones de USA para instaurar en este país un movimiento que busque una revolución de colores con un golpe blando, porque recibirán el GOLPE DURO de un pueblo rebelde que no se arrodilla ante nadie. Y solamente se arrodillará para jurar con un brazo en alto, defender la Patria que nuestros Padres nos lucharon de pie.
Por último, recuerden que Roma paga a los traidores, pero después los desprecia. Ustedes no son pieza de interés de nadie en este mundo, son peones para ver si llegan al Rey y a ese, aún, los peones no lo derriban, ni usando torres y alfiles.
#VivaCuba, #SomosCuba, #SomosContinuidad. No a la manipulación, no a la confusión, sí a la Patria agradecida. Cada cual use su espacio para dialogar, no secuestren al país para sus cosas. No lo lograrán!!!!!