lunes, 7 de diciembre de 2020

RECORDANDO EL 10 DE DICIEMBRE: DERECHOS HUMANOS O HUMANOS CON DERECHOS

 


EN TORNO AL PROGRAMA NACIONAL DE ADELANTO DE LA MUJER .

Como su propio nombre lo indica el Programa Nacional de Adelanto de la Mujer es un documento integrado por varios ejes temáticos, entre los cuales hay uno referido al empoderamiento económico de la mujer, de gran trascendencia e importancia para el resto de sus componentes y que constituye una de las esfera de investigación y lanzamiento de acciones conjuntas de la Asociación Latinoamericana de Abogados y Abogadas Laboralistas que aquí represento en mi carácter de secretaria de la Mujer, la cual precisamente en el día de hoy que se conmemora el comienzo de los 16 días de activismo por la No Violencia contra la Mujer que culmina el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, ha lanzado una adenda a la Carta Sociolaboral latinoamericana aprobada en 2009 en México con principios que tocan la situación actual que vive la región y entre ellos está el llamado a los países para ratificar el Convenio 190 de la OIT sobre la violencia en el mundo del trabajo y la necesidad de brindar más atención al enfoque de género por la situación que atraviesan las mujeres ante el desempleo y la carencia y agotamiento de recursos para garantizar el sustento personal y familiar.

Es importante reflexionar sobre el llamado “empoderamiento económico de la mujer” que es un término que se ha ido transformando desde su origen formalmente mencionado por primera vez en la Conferencia Mundial de las Mujeres celebrada en Beijing en 1995 cuyo debate se centró en aumentar la visibilidad de la mujer en la toma de decisiones y su participación en temas relacionados con el poder. Podría definirse el término Empoderamiento como la capacidad que tienen las personas, en situaciones de vulnerabilidad, para lograr una transformación con la cual deje de ser objeto de otros y consiga ser la protagonista de su propia historia.

Por tanto, éste se logra, sin temor a equivocarnos, básicamente a través del trabajo, como satisfactor en primer orden de las necesidades materiales y espirituales de la persona que trabaja. Siendo que el concepto de trabajo, no es simplemente la ubicación laboral en un puesto o cargo, sino el desempeño de una labor en la cual materializamos los conocimientos y habilidades con que contamos y hemos adquirido durante los años de estudio y preparación. El trabajo es la actividad que las personas realizan para mantenerse a sí mismas y a otros y que tiene como objetivo la producción de bienes y servicios para atender las necesidades humanas. El trabajo es por tanto la actividad a través de la cual el ser humano obtiene sus medios de subsistencia por lo que tiene que trabajar para vivir. Entonces empoderamiento económico y trabajo están íntimamente ligados.

Pero ese trabajo tiene una característica y es que debe tomar en cuenta los derechos que le asisten a la trabajadora, ya que hablamos de la mujer, ya no de una persona vulnerable que requiera excesiva protección, sino de aquella que sea capaz, resiliente y competente para acceder a cualquier tipo de trabajo en cualquier sector, siendo el límite solamente, la protección de la salud y la seguridad al ser humano, que ese trabajo sea digno, enriquecedor de su espiritualidad y no simplemente un empleo que le garantice un ingreso. Es importante que se realice en condiciones de seguridad con limitación de los riesgos ambientales, tanto materiales como psico-sociales, que provocan estrés, burnout, ansiedad y las llamadas violencias en el entorno laboral. Sea un trabajo en igualdad de condiciones, pero más aún, arriesgándonos a demandar equidad, que es la razón de la ausencia de discriminación, porque utilizar un mismo rasero para evaluar a diferentes personas, es proporcionar preferencias a una de ellas e invisibilizar al resto. Sin embargo, cuando de equidad se trata, aunque parezcan dos términos sinónimos, su contenido establece diferencias, dadas en dar a cada cual el trato justo y que le permita la igualdad sin discriminación. Por tanto, se trata de que en la diversidad se logre la igualdad.

Nos preguntamos y dónde ubicar a la mujer para garantizar su participación efectiva, pues como antes señalamos, en cualquier sector de la economía, sea una organización empresarial o de la investigación científica, de la salud, la docencia, la agricultura o la construcción, un trabajo que la empodere y le permita ascender en los distintos puestos de la cadena de mando a través de su profesionalidad, conocimientos y resultados y que garantice igual salario por trabajo de igual valor, tanto para hombre como para mujer. Recientemente hemos comprobado el empoderamiento de la mujer en los sectores de más alto nivel profesional como es el de la salud, las ciencias, la educación superior y el derecho, a través de las consultas a las estadísticas, sin nombrar el empoderamiento político alcanzado y superado en el país en nuestra Asamblea Nacional del Poder Popular de mayoría femenina con más del 50% de sus diputadas y con paridad en las esferas del gobierno en cada provincia del país.

El 19 de noviembre leímos en la prensa una noticia muy alentadora y cito textualmente: “Cuba y otros seis países de Latinoamérica alcanzaron la paridad de género en la investigación científica, según el informe Las mujeres en Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas en América Latina y El Caribe, según la Misión Permanente de Cuba ante la Unesco. El documento, elaborado conjuntamente por la Organización de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres y la Oficina Regional de Ciencias para América Latina y el Caribe de la Unesco, destacó que siete naciones de la región, entre ellas Cuba y Venezuela, lograron superar la tasa del 45 % de investigadoras”. Cuba supera el 50% mientras que a nivel mundial solo el 29 % de las mujeres son investigadoras y el 3 % de los premios Nobel en ciencias han sido otorgados a ellas.

Deben eliminarse los estigmas, paradigmas, estereotipos, de ama de casa, esposa y madre, que avanzan hasta convertirse en prejuicios que impiden su desarrollo pleno en cualquier empleo, cualquier cargo y que por razones harto conocidas de su papel de productora, reproductora y cuidadora por excelencia, le asista la posibilidad de conciliar tanto su vida laboral y familiar con el apoyo de una legislación abarcadora y el mandato del Estado de abrir las puertas a una mayor inserción de la mitad de la población al trabajo. Cuba ha logrado una legislación de seguridad social y de familia de reconocimiento mundial sobre todo para la mujer y el matrimonio en lo que concierne a los derechos de maternidad y paternidad responsables, y el uso de las licencias y las prerrogativas que la ley contempla para los y las trabajadoras con responsabilidades familiares, eliminando las trabas hacia su amplia incorporación al trabajo. Reiterando lo antes dicho, hay que desterrar de las mentes los estereotipos de que la mujer es mejor madre, cuidadora y da mejor atención al hogar mientras que el padre es mejor como proveedor. Ambos pueden cumplir las mismas funciones si se lo proponen y si las políticas públicas lo permiten y se legisla al respecto.

Se requiere, por tanto, investigar más, para que la legislación materialice el empoderamiento femenino tanto en el trabajo en la relación tradicional, como en las formas atípicas que están avanzando a pasos acelerados hacia el futuro de un trabajo diferente, o sea, el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones en la Cuarta Revolución Industrial y Tecnológica, el teletrabajo, el trabajo en plataformas digitales, el trabajo autónomo y en relación de subordinación pero fuera de la oficina y sin el habitual control del horario, sino del cumplimiento de la tarea y la garantía de los resultados, porque en un final de cuentas, son variantes de un mismo concepto que se diferencian por la posición que ocupa la persona respecto a su empleador y su organización. Nuestra legislación como la de casi todo los países debe modificarse y en los cambios que se incorporen, garantizar el trabajo remoto  y el trabajo a distancia con su variante de teletrabajo, que aunque parezcan lo mismo se distinguen por el apoyo de la informática y las telecomunicaciones, el lugar de realización del trabajo que puede ser mixto o totalmente a través de las plataformas de conectividad con carácter permanente y en el propio territorio, país o en otro. Pero hay que legislar al respecto para que no se trate de convertir el trabajo a distancia en el mismo trabajo regulado por un horario estricto y además se determinen explícitamente los derechos y deberes de cada parte y el aporte de cada una a la consecución de los resultados.

Quisiéramos abordar a continuación algunos elementos que constituyen piedra de toque en el empleo con visión de género y sin enfoque androcentrista. En primer lugar, el uso del lenguaje inclusivo y no sexista, eliminando los paradigmas “ancestrales” de la denominación de los cargos en masculino cuando ellos eran básicamente ocupados por hombres y por tanto contribuir a la visualización de su desempeño por una mujer, con lo que también se contribuye a desterrar más lo mental que real. A modo de ejemplo, recientemente en las redes sociales provocamos con un cuadro un gran debate sobre las palabras Presidenta y Sirvienta. Hubo compañeros de altísimo nivel profesional que insistieron en que la terminación “ente” es de un adjetivo y que no se puede decir presidenta, sino Presidente o el o la que preside. Y le respondimos: ¿entonces por qué usan sirvienta si es la misma terminación? Lo que sucede es que “PRESIDENTA” lleva implícito el ejercicio del poder de mando.

Le sigue, eliminar la brecha salarial entre hombres y mujeres, la cual según informes internacionales necesitará de 200 años para lograrse, porque no se concibe que haya diferencia salarial por el género y no por el desempeño con igual resultado y calidad y vincularlo con el acceso, el reclutamiento, la selección y la promoción de mujeres para cerrar dicha brecha por el empoderamiento económico propiamente dicho. En Cuba dicha brecha no existe ni en la legislación escrita ni en su aplicación, quien ocupe un cargo con independencia del género, recibirá el salario destinado al mismo sin diferencia alguna. El problema radica en que la mujer a veces recibe menos dinero por igual trabajo, al tener que ausentarse más veces por sus responsabilidades familiares no compartidas.

Eliminar por supuesto la posible discriminación por sexo y género en sectores y cargos tradicionalmente sólo ocupados por sus pares masculinos, muchas veces con decisiones amparadas por criterios de “discriminación positiva” que ha contribuido a que las mujeres se desplacen más hacia labores de oficinas y a los servicios y poco habituales en sectores estratégicos de la agricultura, la industria, la construcción y otros por sólo nombrar algunos. Pero para que esto ocurra también hay que aplicar el enfoque de género en los horarios, considerando la doble y triple tarea de la mujer, con sus roles eminentemente femeninos que aún no se distribuyen en la familia entre sus miembros, así como el apoyo del Estado  para que los empleadores tomen en cuenta el derecho a la conciliación de las funciones de madre, cónyuge, cabeza de familia y cuidadora por excelencia. Los trabajos domésticos también son necesarios y sin embargo no se valorizan. Hay que repensar la ratificación del Convenio de trabajo doméstico de la OIT en nuestro país, pues ese género de trabajo es necesario y debe ser protegido como tal, con normas de seguridad y salud e inspección cuando sea menester, ya que su realización garantiza un empleo a mujeres y hombres en las labores domésticas y al servicio de personas naturales, como contribuye a que las mujeres puedan laborar sabiendo que las labores del hogar están siendo realizadas por una empleada, o que un familiar enfermo recibe protección y cuidados al igual que los niños y niñas al cuidado de personas como un tipo de trabajo por cuenta propia.

Y por último, abogar por las políticas públicas a favor de la protección integral de las mujeres contra la violencia en todos los órdenes, que permita que una fuente formal importante del derecho, como el Convenio 190 de la OIT sobre la violencia en el mundo del trabajo sea considerado para su ratificación nacional a partir del estudio de las normas internas y su incorporación a la legislación del país. Según el artículo 8 de nuestra Constitución “lo prescrito en los tratados internacionales en vigor para la República de Cuba, forma parte o se integra, según corresponda,  al ordenamiento jurídico  nacional pero la condición previa es que deben haber sido ratificados por el país y sería deseable que a través de un observatorio o de investigaciones con el apoyo de la academia, se conozca la impronta de la violencia laboral en las organizaciones de todo tipo para poder adoptar las modificaciones de rigor en las leyes nacionales, incluso, adoptar alguna ley integral contra la violencia y a partir de las normas existentes ratificar el Convenio 190. Nuestro país tiene las condiciones para realizar estudios en tal sentido y garantizar que a un mediano plazo haya condiciones suficientes para que la legislación laboral integre su conceptualización, se creen o se adjudique a los órganos existentes la función de hacer efectiva la protección de las personas y a dónde elevar las reclamaciones para su solución, a nuestro entender, en tribunales y como el propio Convenio indica, se interrelacionen los distintos ámbitos, el familiar, el comunitario y social y el laboral. Y mientras tanto, que los representantes sindicales de los trabajadores incorporen tal visión de protección integral en los convenios colectivos de trabajo.

Hemos tocado varios aspectos importantes para el empoderamiento económico y la protección de la mujer en el trabajo: la legislación de maternidad y paternidad responsable, la proscripción de los estereotipos que como prejuicios crean un ambiente discriminatorio en el entorno laboral, una sola legislación que ampare a sus destinatarios, sean hombres o mujeres con independencia del sector y actividad, la garantía de un empleo digno que satisfaga las necesidades materiales y espirituales, sea presencial, a distancia, remoto con uso de plataformas digitales, en relación de dependencia o autónomo y la eliminación de la violencia de género en las relaciones laborales.

 

 

A PESAR DE LOS PESARES COMO SEA "CUBA VA"

 Ustedes deben haber leido y visto videos y fotos que narran sobre una dictadura feroz en Cuba, de asesinatos y detenciones selectivas, de maltrato al pueblo y ninguna libertad de expresión, que por hablar se llenan las cárceles y todo esto, provocado por la juventud cubana que ha dicho basta. Pues nada es cierto, nada se atiene a la realidad, pura fantasía de mentes calenturientas, provocado todo por los millones que ofrecen los tanques pensantes de las Revoluciones de colores mediante los llamados "golpes blandos" proclamados por la OPEN SOCIETY y SOROS.Nada más alejado de la realidad y por ello, en el día de ayer publiqué en Redes Sociales estas reflexiones que simplemente narran la verdad ajustada a la realidad de lo que hoy acontece. Entren a los sitios cubanos, CubaSi, Cubadebate, ACN, a Prensa Latina, a los periódicos Granma y Juventud Rebelde, por solo citar algunos y saquen entonces sus propias conclusiones. Los que hayan visitado Cuba lo podrán contrastar con lo que han visto en nuestro país. El famoso Movimiento San Isidro existe solamente en las mentes trasnochadas de un grupúsculo, nadie en ese Barrio, en La Habana, en Cuba los conoce, incluso se han publicado en la TV algunos programas dedicados a los actos terroristas realizados recientemente a partir del 2017 y lo más doloroso, usando jóvenes que cometen esos actos por una recarga internacional de su celular. Nada que ver con una juventud que se volcó al apoyo de las medidas de combate a la pandemia, tanto en los Centros de Aislamiento, en el apoyo a los vulnerables, como en la Zona Roja. A ellos fueron dedicadas estas reflexiones.

Hoy me he sentido con la necesidad de abrir mi corazón y decir varias cosas.
1. No es posible que se consideren solamente intelectuales los artistas. Los graduados de filosofía, derecho, historia, lengua, magisterio, biología, botánica, medicina, economía, informática, en fin de todas las disciplinas, y que se desempeñan en las diferentes esferas de la vida y de la sociedad, ¿acaso no somos intelectuales?
2. Si un grupo, porque no es todo el sector artístico, está inconforme con algo, tiene preocupaciones, criterios que exponer, ¿por qué hay que convertirlo en un asunto nacional? Tienen su Organismo donde canalizar sus inquietudes.
3. Hacia el exterior pareciese que la inmensa mayoría de los jóvenes del país están en contra del gobierno, exigen "libertad de expresión" y otras consignas que se oyen por estos días, pero en Cuba la gente aún no se ha enterado de esos aires de descontento.
4. Hoy la FEEM cumple 50 años de fundada y el Presidente estuvo allí en el Parque Benito Juárez de Playa, 24 entre 5ta y 7ma, Miramar, con ellos y no hubo ninguna pretensión de que él creara una mesa de diálogo con estos jóvenes.
5. Pero es que este país no se construye solamente por jóvenes, sino por todos y todas los que aquí vivimos y estamos dispuestos a dar nuestro aporte a la causa revolucionaria, a la economía, a la sociedad, a los principios de nuestra ideología y por eso no es justo dedicarle todos los espacios a los que andan insatisfechos. Ya tienen su Ministerio y sus demás dependencias para hablar, presentar sus demandas y punto.
6. ¿Manipulados, confundidos? No lo creo, una ínfima minoría de 10-15 quizás, pero aprovecharon una fecha, una situación, un movimiento que no los representa, aunque es de "artistas" de los que hasta se han desmarcados, por lo que son, escoria y nada que ver con el arte verdadero. Y han creado una imagen de Cuba como si esto fuera una dictadura, que los muertos están por las esquinas, que los presos políticos llenan las cárceles. Se equivocaron de país, esto no es ni Chile, ni Colombia, ni Ecuador. Esto es Cuba, con seguridad y tranquilidad ciudadana, gracias a sus órganos armados.
7. No podemos entregarles una fecha cubana tan importante para el pueblo y para los estudiantes de medicina, como el 27 de noviembre. No pretendan crear ese movimiento que se darán de narices con la puerta de la masa revolucionaria del sector de la medicina y de toda Cuba. Los que así pretenden, recuerden que los 8 estudiantes de medicina fueron sacrificados en el altar de la Patria en 1871 y no volverá nunca, bajo ningún concepto, darse una situación similar de injusticia, de fuerza externa y de presiones en este país.
8. Entre las demandas esperamos que ventilen su insatisfacción y rechazo con el bloqueo, con la política de destruir a Cuba que tiene el actual mal-presidente de EE.UU y denuncien todos esos actos contrarios a nuestro país, a su pueblo, pidiendo intervención militar, como si las bombas tuvieran inscritos los nombres y se manejaran como drones buscando objetivos específicos.
9. No a la manipulación, no al chantaje, no a las presiones, no a los millones de USA para instaurar en este país un movimiento que busque una revolución de colores con un golpe blando, porque recibirán el GOLPE DURO de un pueblo rebelde que no se arrodilla ante nadie. Y solamente se arrodillará para jurar con un brazo en alto, defender la Patria que nuestros Padres nos lucharon de pie.
Por último, recuerden que Roma paga a los traidores, pero después los desprecia. Ustedes no son pieza de interés de nadie en este mundo, son peones para ver si llegan al Rey y a ese, aún, los peones no lo derriban, ni usando torres y alfiles.
#VivaCuba, #SomosCuba, #SomosContinuidad. No a la manipulación, no a la confusión, sí a la Patria agradecida. Cada cual use su espacio para dialogar, no secuestren al país para sus cosas. No lo lograrán!!!!!

domingo, 15 de noviembre de 2020

EN TORNO A LOS DEBATES DE EMPODERAMIENTO DE LA MUJER DESDE EL LENGUAJE

Hay preocupación por una forma velada de violencia de género y es el uso del lenguaje sexista que no reconoce las diferencias de género, cuando nuestra lengua trae implícito el masculino y el femenino. Sabemos que existen palabras neutras pero otras por el uso que se les ha dado, han pasado de sustantivos formados de participio a sustantivos que pueden ser masculinos y femeninos y es el caso de la palabra PRESIDENTE, o el que preside, que también puede usarse como PRESIDENTA, aceptado por la Real Academia de la Lengua Española, aunque antes de su reconocimiento formal, ya los hispanohablantes usaban el término como también se usa SIRVIENTE el que sirve, pero femenizado por la costumbre de llamar SIRVIENTA a la mujer que sirve y no LA SIRVIENTE, como erróneamente se quiere usar LA PRESIDENTE. No hay correlación entre artículo y sustantivo.

Hay personas, hombres y mujeres, que consideran que no debe feminizarse el sustantivo PRESIDENTE, como tampoco se hace con Cantante pero si aceptan SIRVIENTA y por eso se trae con certeza el concepto de que lo que pesa es el reconocimiento del empoderamiento o uso del poder por la mujer. Por eso, aceptamos que las personas no estén de acuerdo, es su derecho, pero lo que no es correcto usar palabras inexistentes para justificarlo, siendo que en el propio diccionario se encuentran las palabras Presidenta, Vicepresidenta y otras de igual naturaleza, pues no solamente en estos casos, sino que a veces vemos que en la prensa se usa en lugar de la Ministra como jefa de un organismo, La Jefe o la Ministro. Y entonces sabemos que no es un error gramatical, sino un error mental, un concepto arraigado de desconocimiento y rechazo en el lenguaje que abusa del androcentrismo para invisibilizar a la mujer con poder de mando.

Sabemos también que sería interminable cuando se justifica un error gramatical al usar la presidente o la vicepresidente. Porque la justificación no es esa. Hay sustantivos neutros pero Presidente no es un sustantivo de esa naturaleza y si lo fuese, la lengua se modifica, se adapta al tiempo y estando en presencia del género y la diversidad, debemos incorporar los cambios a nuestra mente. Algo importante es reconocer que el español tiene género a diferencia del inglés que no los diferencia pero al respecto tenemos que las lenguas romances hacen uso del género masculino y femenino.

Porque he traido este tema al blog, simplemente porque soy de las personas que abogo por una legislación con lenguaje inclusivo en que "ellas" también existan y que formen parte del texto como tales y no incluyéndolas en el masculino por "criterios ajenos e incluso de la propia RAE" que ya asumió  "elles" para los que no se sienten ni él ni ella.

Entonces, vamos al origen de las discordias y que a nuestro entender es la violencia de género, la discriminación de la mujer y el rechazo a su empoderamiento en tanto ejercicio del poder de mando que ancestralmente con el patriarcado estuvo limitado y vedado a la mujer. Si nos quemaron por brujas, si las que querían "salir adelante" tenían que hacerlo enmascaradas en nombres e imágenes masculinas, todo está signado por el androcentismo en el mundo del trabajo.

Los cargos y las profesiones son masculinas y se les ha ido arrancando de a poco y con paciencia su equivalencia en femenino. Simplemente SEAMOS VISIBLES. Existimos, somos parte de la humanidad que trabaja, más bien, la mitad, y por eso tenemos que arrancarles las denominaciones a la lengua para que se reconozcan las ministras, diputadas, concejalas, alcaldezas y las profesiones de médicas, ingenieras, profesoras,  camareras, conductoras, abogadas, arquitectas y cada vez que nos sea casi imposible lograr el cambio pues seremos operarias de albañilería,  y otras profesiones que aún no se ha logrado feminizar.

 

Y donde haya una mujer, una sola mujer, como sucede, cuando en una reunión hay un solo hombre digamos también Compañeros y compañeras. Bochornoso es privilegiar el uso del masculino cuando hay 10 niñas y un niño en lugar dde decir niñas y niños y garantizar en la prensa que cuando de nuestras brigadas médicas se trate, se use un lenguaje inclusivo o simplemente se diga que la brigada está integrada por profesionales de la salud, de la medicina, la enfermería y las técnicas y especialidades asociadas y no destacar que son médicos y enfermeros.  Es simplemente la comunicación más sensata que también debe quedar insertada, imbricada, en nuestras mentes para que el lenguaje sea inclusivo y nada sexista, sea un lenguaje más de equidad que de una simple igualdad, que el género esté presente siempre y no tengamos que ver en algunas publicaciones que "no se trata de lenguaje discriminatorio" pero se usará el masculino para abreviar los tratos y sólo el femenino cuando sea menester, como en el embarazo, parto y yo le agrego, cuando se trate de los cuidados, eminentemente femeninos.

viernes, 13 de noviembre de 2020

BREVES NOTAS SOBRE LA VIOLENCIA EN EL LUGAR DE TRABAJO

 



La violencia en el lugar de trabajo se refiere a actos, generalmente, en forma de abuso o amenaza física, que crea un riesgo para la salud y la seguridad de un empleado o de varios empleados. Comprende el abuso verbal, la intimidación, el atropello, el acoso y las amenazas, entre otras manifestaciones, convirtiendo el centro de trabajo en un entorno intimidatorio.

En muchos países la violencia laboral se define como “toda acción, omisión o comportamiento, destinado a provocar, directa o indirectamente, daño físico, psicológico o moral a un trabajador o trabajadora, sea como amenaza o acción consumada. ... Puede manifestarse como agresión física, acoso sexual o violencia psicológica.

La OIT ha promulgado en junio 2019 el Convenio 190 sobre la violencia y el acoso en el mundo del trabajo, y dicha norma internacional no aporta una definición completa sino que enuncia dicho fenómeno como un comportamiento que puede producir "daño físico, psicológico, sexual o económico", considerándose "una amenaza para la igualdad de oportunidades" siendo "inaceptable e incompatible con el trabajo decente". De esta manera se le ofrece a los países la oportunidad de definirla y no obligarse ante una definición que por cerrada puede que no sea totalmente acertada a la situación que se presente en su realidad.

La violencia laboral puede presentarse y de hecho se reconoce como agresión física que genera un daño físico visible en la víctima, el acoso sexual identificado con las acciones destinadas a perjudicar la vulnerabilidad de la víctima mediante ataques directos al sexo y el género y el acoso propiamente dicho, más identificado con la violencia psicológica, pues ataca a la víctima mediante una conducta persistente y demostrable, ejercida sobre un empleado, trabajador por parte de un empleador, un jefe o superior jerárquico inmediato o mediato, un compañero de trabajo o un subalterno, encaminada a infundir miedo, pérdida de la autoestima y subestimación de la capacidad personal.

Existen muchas causas por las que se puede dar el acoso laboral , pero las más frecuentes son los celos y la envidia que sienten los acosadores hacia sus víctimas. La víctima por lo general es envidiada por tener alguna cualidad o rasgo que los hace destacar del resto de personas que trabajan en la empresa.

Se visibilizan las actitudes repetitivas o puntuales contra la dignidad de una persona, los comentarios y/o gestos sutiles, la difamación, las burlas, el aislamiento de la víctima ignorando hasta su presencia en el colectivo.

En conclusión, la violencia laboral en cualquiera de sus manifestaciones constituye agresión u hostigamiento, malos tratos, persecución, amenazas a la integridad, la moral y la dignidad de la persona, que puede ser ejercida por el empleador o por uno o más trabajadores, en contra de otro u otros, por cualquier medio, puede ser verbal, por escritos injuriosos, a través de medios informáticos y hasta en forma de ciberacoso y puede tener como resultado para la víctima el menoscabo, maltrato o humillación, o bien un perjuicio a su situación laboral.

 

QUÉ ES EL CIBERACOSO

Estamos en presencia no sólo de un término sino de acciones de moda en las redes sociales y por eso es importante dar a conocer su contenido, conceptos, trascendencia y forma de combatirlo.

 



 El ciberacoso, también denominado acoso virtual, cibernético, electrónico, es el uso de medios digitales para molestar o acosar a una persona o grupo de personas mediante ataques personales, divulgación de información confidencial o falsa entre otros medios. Se lleva a cabo mediante dispositivos digitales, como teléfonos celulares, computadoras y tabletas, a través de mensajes de texto, textos y aplicaciones, y usando las redes sociales, donde las personas pueden ver, participar o compartir contenido. El ciberacoso incluye enviar, publicar o compartir contenido negativo, perjudicial, falso, o cruel sobre otra persona. Su fin es provocar humillación o vergüenza y en virtud de su trascendencia y daño que ocasionan pueden considerarse comportamiento ilegal o delictivo. Algunos países poseen leyes contra el acoso en general y en particular contra el ciberacoso, ya que su víctima preferida es el o la adolescente y sobre todo con enfoque de género. De las redes sociales las más usuales para ello son Facebook, Instagram, Snapchat, Tik Tok y Youtube, porque comparten textos, fotos, audiovisuales y otros. Los mensajes que se envían son agresivos, groseros, fake news o historias falsas al igual que fotos trucadas, pero que pasan a la vista pública por imágenes verdaderas. En estos momentos, nuestro país está sometido a un acoso virtual impresionante por parte de enemigos reales o los llamados troll o enemigos falsos concebidos como manipulaciones, pero hacen el mismo daño si a tiempo no se les descubre, pues humillan a la víctima, le crean un ambiente muy desagradable y a veces bochornoso, y en dependencia de la fuerza de carácter que ella tenga para resistir la embestida, pueden ocasionarle daños irreparables a su salud. Se miente a sabiendas que la información es falsa o que se use una parte verdadera a la que se agregan datos, fotos, audios trucadas.

Mantengamos nuestros ojos bien abiertos, y no demos siempre credibilidad a todo lo que leemos, vemos y oímos sobre otra u otras personas si desconocemos la fuente o no son confiables. No seamos reproductores o multiplicadores de información cuya fuente desconocemos.

Y en nuestro caso, no seamos personas incautas y sobre todo las mujeres, caer en solicitudes de novios, amigos, y hasta amigas, para posar desnudas o en poses comprometidas, en actos muy personales que sirven para esos propósitos sobre todo cuando se rompe la relación o la persona se niega a que estas imágenes se publiquen. También pueden ser usadas por personas inescrupulosas para pedir "rescates" y sin embargo, nunca estarás a salvo de un chantaje.