miércoles, 12 de junio de 2013

UNA NOTA MÁS DE LA RESOLUCION DE LA 101a CONFERENCIA DE LA OIT

TOMADO DE LA 101ª. CONFERENCIA INTERNACIONAL DEL TRABAJO EN 2012.

El camino a seguir
21. Los gobiernos deberían considerar con suma atención, en su caso, la posibilidad de:

a) aplicar políticas que promuevan el empleo pleno, productivo y libremente elegido sobre la base del Convenio sobre la política del empleo, 1964 (núm. 122);
b) promover políticas macroeconómicas favorables al empleo e incentivos fiscales que impulsen el crecimiento de la demanda agregada y la inversión productiva, aumentando así la capacidad de creación de empleo, y que faciliten el acceso a la financiación;
c) asignar la máxima prioridad al empleo juvenil en los marcos nacionales e internacionales de desarrollo; elaborar, con la participación de los interlocutores sociales, planes de acción nacionales integrados, con plazos definidos y con objetivos medibles para el empleo decente;
d) dar prioridad a las políticas de crecimiento generadoras de empleo que respondan al contexto económico actual y promuevan la sostenibilidad financiera a largo plazo, reconociendo al mismo tiempo que las medidas para impulsar el crecimiento deberían tener en cuenta las distintas realidades de los países;
e) encontrar medios sostenibles desde la perspectiva presupuestaria para las intervenciones dirigidas específicamente a los jóvenes, como las políticas anticíclicas y las medidas para incidir en la demanda, programas públicos de empleo, mecanismos de garantía del empleo, infraestructura intensiva en empleo, subsidios salariales y de formación, así como otras intervenciones específicas en materia de empleo juvenil. Estos programas deberían garantizar la igualdad de trato a los trabajadores jóvenes;
f) incorporar objetivos de desarrollo favorables a la creación de empleo en políticas industriales y sectoriales que puedan facilitar la transformación estructural, contribuir a una economía ambientalmente sustentable e impulsar una mayor inversión pública y privada en sectores que generen empleos decentes para los jóvenes;
g) promover un entorno de políticas y reglamentación que facilite la transición al empleo formal y a puestos de trabajo decentes;
h) impulsar la participación de los interlocutores sociales en la toma de decisiones en materia de políticas por medio de consultas tripartitas periódicas, y
i) establecer y consolidar mecanismos de seguimiento y evaluación a fin de medir el impacto y perfeccionar los instrumentos de las políticas aplicadas.
22. Los interlocutores sociales deberían considerar con suma atención, en su caso, la posibilidad de:
a) participar en consultas tripartitas sobre las políticas económicas y de empleo con los gobiernos, y
b) entablar consultas a nivel sectorial y empresarial con el fin de impulsar el crecimiento y promover estrategias generadoras de empleo prestando una atención especial a las necesidades de los jóvenes.

24. La crisis económica y financiera mundial ha exacerbado los antiguos problemas y ha creado otros nuevos, a saber:

■ además de los 130 millones de jóvenes que carecen de las capacidades básicas de lectura, escritura y aritmética, las personas que abandonan la escuela antes de completar su instrucción constituyen un segmento cada vez mayor de jóvenes desfavorecidos. En relación con el primer grupo, el aumento de las medidas de protección social para ayudar a los hogares pobres a gestionar los riesgos sin que peligre la educación de los hijos resultó eficaz. Las transferencias en efectivo o las ayudas alimentarias pueden cumplir esta función si se integran en una estrategia de protección social más amplia. Frente al abandono escolar, las iniciativas para brindar una segunda oportunidad han resultado eficaces para llegar a los jóvenes que no trabajan ni realizan estudios o alguna formación. La experiencia indica que estas modalidades alternativas de formación tienen más éxito cuando sus métodos y sus contenidos no son tradicionales y se llevan a cabo en entornos informales o no estructurados;
■ el desempleo de los diplomados universitarios surgió como un reto crucial. En este contexto, es preciso analizar y prever mejor las necesidades del mercado de trabajo;
■ la transición lenta e incierta de la escuela al trabajo genera más dificultades para la inserción en el mercado laboral derivadas de la falta de experiencia. En este contexto han aumentado las pasantías, los aprendizajes profesionales y otras modalidades de adquisición de experiencia laboral con el fin de obtener trabajo decente. Sin embargo, dichos mecanismos pueden correr el riesgo, en algunos casos, de ser utilizados como una forma de obtener mano de obra barata o de reemplazar a otros trabajadores que ya se encuentren en la empresa.
25. Por último, la experiencia indica que las medidas de educación y formación que responden a las necesidades del mundo del trabajo se derivan de una colaboración sólida entre el gobierno, en particular las autoridades encargadas de la educación y la formación, y los interlocutores sociales, concretamente a través del diálogo social y de la negociación colectiva.

El camino a seguir
26. Los gobiernos deberían considerar con suma atención, en su caso, la posibilidad de:

a) garantizar el acceso a una educación básica gratuita y de calidad;
b) reforzar los vínculos entre la educación, la formación y el mundo del trabajo por medio del diálogo social en lo que respecta a la inadecuación de las competencias y la normalización de las calificaciones en respuesta a las necesidades del mercado de trabajo, y mejorar la enseñanza y formación técnica y profesional, concretamente el aprendizaje profesional y otras modalidades de adquisición de experiencia laboral y de formación en la empresa;
c) formular estrategias de desarrollo de competencias laborales que refuercen las políticas sectoriales, que aprovechen las tecnologías y los conocimientos prácticos de cada sector y que permitan la adquisición de mejores competencias y empleos mejor remunerados;
d) mejorar la oferta y las modalidades de aprendizaje profesional: i) complementando el aprendizaje en el lugar de trabajo con una formación institucional más estructurada; ii) perfeccionando las competencias pedagógicas de los maestros artesanos y formadores que supervisan la formación; iii) incluyendo la alfabetización y las competencias para la subsistencia, y iv) reforzando la participación de la comunidad, sobre todo para asegurar el acceso de las mujeres jóvenes y otros grupos de población juvenil vulnerables a más ocupaciones;
e) reglamentar y controlar el aprendizaje profesional, las pasantías y otros programas de adquisición de experiencia laboral, entre otras cosas mediante la certificación, para garantizar que constituyan una auténtica experiencia de aprendizaje y que no se utilicen para sustituir a trabajadores de plantilla;
f) ampliar el alcance de la educación formal y la formación mediante métodos de formación a distancia que combinen material impreso, centros de consulta para el estudio a distancia y elementos presenciales;
g) mejorar los mecanismos para la detección temprana de las personas que podrían abandonar la escuela prematuramente y prestarles apoyo para que no lo hagan, o para que puedan aprovechar otras oportunidades de empleo, instrucción o formación;
h) respaldar las iniciativas que brinden una segunda oportunidad para facilitar la adquisición de competencias y conocimientos básicos a aquellas personas que abandonan la escuela prematuramente o que nunca asistieron a ella y a las personas desempleadas que desean reanudar sus estudios, prestando atención especial a las mujeres jóvenes y las niñas;
i) promover la formación de los formadores, que se ha revelado como uno de los elementos más necesarios para ampliar el sistema de desarrollo de las competencias laborales;
j) establecer sistemas de validación de los conocimientos previos, de la enseñanza no formal y de las competencias adquiridas en el empleo;
k) incluir técnicas de búsqueda de empleo en los programas escolares con el fin de reforzar la orientación profesional brindada y mejorar el acceso de los jóvenes a información sobre oportunidades profesionales;
l) adoptar medidas de protección social adecuadas para ayudar a los hogares pobres a gestionar los riesgos sin que peligre la educación de los jóvenes, integradas en una estrategia más amplia de protección social, prestando asimismo atención a la sostenibilidad de los medios institucionales y financieros para su aplicación;
m) promover el desarrollo de programas de formación y capacitación para el trabajo, que sean acordes con los requerimientos de las estrategias de desarrollo nacional y de los mercados de trabajo, y
n) establecer y consolidar mecanismos de seguimiento y evaluación a fin de medir el impacto y perfeccionar los instrumentos de las políticas aplicadas.
27. Los interlocutores sociales deberían considerar con suma atención, en su caso, la posibilidad de:

a) contribuir al diseño, la aplicación y el seguimiento de las políticas y programas de educación, formación y aprendizaje permanente, con el fin de que respondan mejor al mundo del trabajo;
b) entablar negociaciones colectivas sobre las condiciones de trabajo de los pasantes y aprendices;
c) alentar a las empresas a que ofrezcan pasantías y plazas de aprendices, y
d) generar conciencia acerca de los derechos laborales de los trabajadores jóvenes, los pasantes y los aprendices.

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