viernes, 16 de mayo de 2014

EL MUNDO ESTÁ CAMBIANDO Y NOSOTROS Y NOSOTRAS, DENTRO DE ÉL. NUEVAS TEORIAS Y CONCEPTOS.

EL POST-PROLETARIADO, LA NUEVA CLASE SOCIAL DE LAS CALLES.

Guy Standing es Graduado de la universidad de Cambrigde y profesor de estudios de desarrollo de la Escuela de estudios oriental y africano de la universidad de Londres. El exdirector de la OIT llegó a Brasil cumpliendo una invitación de la Unión General de Trabajadores y el Centro de estudios sindicales y de la economía de trabajo de UNICAMP para hablar sobre la nueva clase creada por el neoliberalismo y que se ha dado en llamar el post-proletariado.

Standing recorre un neologismo, el precariado, para sintetizar la doble condición de los proletarios y precarios en esa parcela de la población. Con una agenda de reivindicaciones sorprendente, aún para los gobiernos progresistas, partidos de izquierda y sindicatos, esta nueva clase ocupa las calles y plazas de las metrópolis mundiales y se manifiesta, en Brasil, en los movimientos espontáneos de la calle desde el mes de junio.

El autor del libro “PRECARIADO” – LA NUEVA CLASE PELIGROSA, concedió esta entrevista a Carta Capital:

Qué es el post-proletariado?. Es la clase que está perdiendo sus derechos culturales, civiles, sociales, políticos y económicos y se trata de millones de personas alrededor del mundo sin estabilidad alguna. Les nombro también como el precariado, una combinación del adjetivo precario con el sustantivo proletariado.

Y por qué estas personas están perdiendo sus derechos? Parte se debe a la globalización y parte a las estrategias neoliberales. Una cantidad enorme de ciudadanos no tiene empleo de su especialidad y acaba trabajando en funciones donde no logran aplicar sus conocimientos. Desde que publiqué mi libro sobre este tema, he sido invitado a hablar en más de 200 lugares de 31 países. Y eso sucede porque millones de personas comenzaron a sentir que pertenecen a ese post-proletariado. Para entenderlo se necesita un enfoque marxista del fenómeno pero no el marxismo del siglo XIX. Es el fruto de una estructura de clase provocada por la globalización y esa estructura genera una plutocracia en la cima de la sociedad de menos de 1% de la población, pero debajo están los asalariados que no integran la clase trabajadora. Son los privilegiados con buena renta, inversionistas del mercado de acciones y dueños de inmuebles para alquiler. Otro grupo que está emergiendo es una combinación de profesionales y técnicos y esas personas son independientes, orientadas por un proyecto. Ellas no quieren la seguridad del trabajo porque tienen mucho dinero. Son parte del sistema. Debajo está el viejo proletariado con empleo estable y remunerado. Los partidos social-demócratas, laboristas y los sindicatos se orientaban por esa clase pero ella está disminuyendo su número. Los sindicatos y los políticos progresistas están llamados a reinventarse porque debajo de todo surgió el post-proletariado.

Cuáles son las características principales de esa nueva clase? Son tres. La primera es que sus integrantes tienen empleos casuales. Pero es la parte menos importante. Siempre hubo informalidad y precariedad y lo más relevante es que esos ciudadanos no tienen identidad ocupacional, ni una historia que contar de sus vidas a sus nietos. Otra característica es que tienen que hacer muchas cosas por las que no reciben dinero: prepararse un currículo vitae, procurar un empleo, pasar entrenamientos y esto hace que los individuos se sientan inseguros. Se trata de la primera clase con nivel educacional y calificación por encima de lo que se exige para el trabajo que consiguen. La persona tiene un grado universitario pero trabaja como camarero, por ejemplo. No reciben beneficios del salario, como son las prestaciones, seguro de salud y licencia de maternidad. Tampoco reciben asistencia del gobierno. Históricamente el proletario luchaba y conseguía más derechos, pero el post-proletario está perdiendo progresivamente sus derechos. Eso genera una oportunidad mínima de movilidad social.

Entonces, en Brasil, un país con una de las menores tasas de desempleo en el mundo, también hay post-proletariado? El país tiene una baja tasa de desempleo y programas sociales, como es la prestación familiar a partir del gobierno de Lula, pero a pesar de la formalización del empleo y de los avances, hay todavía millones de personas que no han recibido esos beneficios y ese proceso es mundial. La desigualdad en Brasil aún es una de las mayores del mundo. Lo que está sucediendo es un proceso de flexibilización del trabajo global.

Cuál es la consecuencia política del crecimiento de esa nueva clase? Muchos trabajadores pasan del proletariado al post-proletariado y son presas fáciles de los partidos y gobiernos fascistas y populistas, que se aprovechan de la inseguridad y de los miedos de la población.

Y usted considera que hay gobiernos populistas en América Latina? El populismo es clásico en América Latina, usa siempre el carisma, promete un estado más fuerte, paternalista pero siempre se aprovecha de las minorías, o sea los inmigrantes, gays, mujeres, religiosos y principalmente de los inmigrantes que son nostálgicos y no tienen el sentido de hogar y mantienen su cabeza baja. Algunos estados, deliberadamente, los mantienen como ilegales. Los populistas usan los ilegales como capital, porque son mano de obra barata y los partidos políticos progresistas y los sindicatos aún no acaban de entender que el post-proletariado no quiere retornar al papel de proletariado. La izquierda parece que ha olvidado la necesidad de una nueva transformación en dirección hacia una mayor igualdad y libertad. La estrategia debe ser construida observando las aspiraciones de esa clase emergente que no quiere ni puede tomar el poder en las fábricas. Es necesaria una nueva forma de acción. Los sindicatos hoy son vistos como algo que protege a los privilegiados.

Entonces, la necesidad de una nueva forma de acción es lo que explica las jornadas de junio de 2013 en Brasil? Si. La movilización contra el aumento de las tarifas del transporte urbano en Brasil fue un detonante, con un proceso semejante al de las luchas en Estambul, Londres y Estocolmo. Fueron días de furia. Me voy a reunir con algunos líderes importantes de Europa que están preocupados porque no entienden lo que está sucediendo. Millones de personas intentan comprender su papel y por eso la próxima lucha va a ser por la representación. Los manifestantes se reconocen como apolíticos, pero eso está cambiando. La política es la esencia de la representatividad. Pero debe ser una nueva política que tiene que incorporar la agenda del post-proletariado. Otra agenda es la redistribución, pero no del viejo proyecto socialista.  

Cuáles son los bienes más nombrados? La seguridad y uno de ellos pasa por la garantía de la renta que tiene relación con la ciudadanía. El segundo es el control del tiempo y el tercero es la redistribución de los espacios públicos de calidad como son los parques, museos, baños. En fin, una educación de buena calidad para todos y conocimiento económico para manosear mejor la renta y el crédito disponibles.

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