LA TERCERIZACIÓN Y LA CARTA SOCIOLABORAL
LATINOAMERICANA
(SOLIDARIDAD CON LOS TRABAJADORES
DE BRASIL)
La ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA
DE ABOGADOS LABORALISTAS (ALAL) fue creada el 1 de mayo de 2000 en Campos do Jordão, en Brasil.
Participaron en el acto de fundación decenas de abogados laboralistas y las principales asociaciones
de la región. Somos
una herramienta de lucha, un
instrumento para la construcción de un nuevo orden social en el que la dignidad del ser humano en
general, y la persona que trabaja en
particular, ocupen el centro del escenario. Para ALAL, la
defensa de los derechos e intereses de la clase trabajadora constituye su razón de ser.
Está claro que los trabajadores y los sindicatos ven a
la llamada "tercerización",
como una amenaza a sus derechos. Pero
la tercerización es sólo un aspecto, una consecuencia, de un modelo económico existente en el
mundo, y de un
sistema de relaciones laborales
que este
modelo impone. Por eso, en ALAL, venimos diciendo desde hace varios años que
los trabajadores tienen que superar la etapa de estar a la defensiva, de decir sólo lo que no quieren, y definir cual es el modelo de
sociedad en el que quieren vivir y cual es el sistema
de
relaciones laborales que consideran justo. Y aquí aparece la Carta Sociolaboral Latinoamericana,
sobre la que estamos trabajando en ALAL.
La globalización que
impone el sistema capitalista, diseñada a partir de los intereses de las grandes corporaciones internacionales, demanda a los
pueblos que pretendan resistirla una respuesta global. No existe región del mundo que esté en mejores condiciones para avanzar en un proceso de integración que América Latina. Y no nos
estamos refiriendo a una integración económica, que se limita
a establecer normas tarifarias
y aduaneras. Estamos hablando de una
auténtica integración social,
política y económica, que tome en
cuenta todo lo que identifica y une a América Latina, respetando las
diferencias nacionales.
La tercerización es
una consecuencia natural
y necesaria de
la globalización económica y financiera y, por tanto, responde a su lógica y sus principios. En su código
genético esta el aumento de la tasa de ganancia, el mejoramiento de la competitividad, una mayor rentabilidad, eficiencia técnica y, sobre todo, la flexibilidad necesaria
para adaptarse a los cambios
de mercados por demás inestables. La contrapartida
es la búsqueda de la reducción de los costos laborales y la transferencia del riesgo
de la empresa a los trabajadores.
La tercerización es, entonces, una
estrategia de capitalismo globalizado que claramente perjudica
a los trabajadores, ya que sus
derechos son la variable de ajuste del sistema.
La respuesta
de
los trabajadores a una ofensiva global contra sus derechos, no puede
ser local, es decir, limitada a un solo
país, porque las posibilidades de éxito son casi nulas. El internacionalismo que postulaba en su amanecer el movimiento sindical,
es una dramática necesidad de esta
coyuntura histórica.
También está claro que en el Derecho del Trabajo, cuya finalidad es la protección de la persona que trabaja por cuenta ajena, debe ser naturalmente sospechosa toda relación "triangular", ya que la relación de trabajo debe darse, por lógica, entre el trabajador y aquel que se beneficia con su actividad. La "intermediación", en cualquier nivel y con cualquier intensidad, se debe considerar, al menos, sospechosa de fraude laboral.
COMUNICADO de la REDLAJ
El
outsourcing disminuye las condiciones laborales
reduciendo la remuneración de los asalariados; fragmenta el sentimiento
de solidaridad, incrementa el número de accidentes de trabajo y contribuye
específicamente a la explotación y a la deshumanización del trabajador.
Por
estas razones, la REDLAJ hace un llamado a
las autoridades legislativas del Brasil para que renueven su compromiso
con los principios fundamentales del Derecho del Trabajo y así evitar un gran
retroceso en perjuicio de los trabajadores brasileños.
BUENOS
AIRES, 9 de Abril de 2015.-
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