viernes, 13 de noviembre de 2020

BREVES NOTAS SOBRE LA VIOLENCIA EN EL LUGAR DE TRABAJO

 



La violencia en el lugar de trabajo se refiere a actos, generalmente, en forma de abuso o amenaza física, que crea un riesgo para la salud y la seguridad de un empleado o de varios empleados. Comprende el abuso verbal, la intimidación, el atropello, el acoso y las amenazas, entre otras manifestaciones, convirtiendo el centro de trabajo en un entorno intimidatorio.

En muchos países la violencia laboral se define como “toda acción, omisión o comportamiento, destinado a provocar, directa o indirectamente, daño físico, psicológico o moral a un trabajador o trabajadora, sea como amenaza o acción consumada. ... Puede manifestarse como agresión física, acoso sexual o violencia psicológica.

La OIT ha promulgado en junio 2019 el Convenio 190 sobre la violencia y el acoso en el mundo del trabajo, y dicha norma internacional no aporta una definición completa sino que enuncia dicho fenómeno como un comportamiento que puede producir "daño físico, psicológico, sexual o económico", considerándose "una amenaza para la igualdad de oportunidades" siendo "inaceptable e incompatible con el trabajo decente". De esta manera se le ofrece a los países la oportunidad de definirla y no obligarse ante una definición que por cerrada puede que no sea totalmente acertada a la situación que se presente en su realidad.

La violencia laboral puede presentarse y de hecho se reconoce como agresión física que genera un daño físico visible en la víctima, el acoso sexual identificado con las acciones destinadas a perjudicar la vulnerabilidad de la víctima mediante ataques directos al sexo y el género y el acoso propiamente dicho, más identificado con la violencia psicológica, pues ataca a la víctima mediante una conducta persistente y demostrable, ejercida sobre un empleado, trabajador por parte de un empleador, un jefe o superior jerárquico inmediato o mediato, un compañero de trabajo o un subalterno, encaminada a infundir miedo, pérdida de la autoestima y subestimación de la capacidad personal.

Existen muchas causas por las que se puede dar el acoso laboral , pero las más frecuentes son los celos y la envidia que sienten los acosadores hacia sus víctimas. La víctima por lo general es envidiada por tener alguna cualidad o rasgo que los hace destacar del resto de personas que trabajan en la empresa.

Se visibilizan las actitudes repetitivas o puntuales contra la dignidad de una persona, los comentarios y/o gestos sutiles, la difamación, las burlas, el aislamiento de la víctima ignorando hasta su presencia en el colectivo.

En conclusión, la violencia laboral en cualquiera de sus manifestaciones constituye agresión u hostigamiento, malos tratos, persecución, amenazas a la integridad, la moral y la dignidad de la persona, que puede ser ejercida por el empleador o por uno o más trabajadores, en contra de otro u otros, por cualquier medio, puede ser verbal, por escritos injuriosos, a través de medios informáticos y hasta en forma de ciberacoso y puede tener como resultado para la víctima el menoscabo, maltrato o humillación, o bien un perjuicio a su situación laboral.

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