Cristian Fernández, de 13 años, se enfrenta a cadena
perpetua en EE.UU.
La violencia y los abusos sexuales
han sido una constante en la vida de Cristian Fernández que ahora, a los 13
años, se ha convertido en el reo más joven de EE.UU. en espera de juicio y se
enfrenta a una pena de cadena perpetua por haber asesinado a golpes a su
hermanastro de solo dos años mientras lo cuidaba.
No es excusa, pero Cristian nunca fue
un hijo deseado. De hecho, nació después de que su madre fuese violada por un
vecino, que acabó condenado a diez años de prisión por el abuso. Sin embargo,
la restrictiva ley de Florida respecto a los abortos impidió que la menor,
entonces una niña de solo 11 años, pudiese interrumpir el embarazo. Antes de
cumplir los seis años, su madre se casó con Luis Alfonso Galarrago Blanc, pero
el matrimonio se rompió de la manera más trágica imaginable: Galarrago Blanc se
suicidó delante de los hijos de la pareja después de dar una brutal paliza a
Cristian.
La tarde del 14 de marzo del 2011,
Biannela Marie salió de su casa y dejó a Cristian, el mayor de sus hijos, a
cargo del cuidado de sus hermanos. Cuando regresó por la noche, se encontró al
más pequeño, de dos años, inconsciente sangrando por la nariz y los oídos.
Cristian le dijo que se había "caído
de la cama". Biannela le limpió y lo volvió a acostar. Entonces se puso a
navegar por internet. Solo dos horas después de volver a casa, y tras comprobar
que su bebé no reaccionaba avisó a emergencias. En el caso de Cristian, la
fiscalía le acusó de asesinato en primer grado y pidió que se le juzgara como
un adulto.
De nada ha servido una iniciativa popular
que ha recogido más de 190 mil firmas en todo EE.UU. y que pide que la justicia
de marcha atrás para juzgar a Cristian Fernández como lo que es, un menor. Su
drama no es único, el Departamento de Justicia de EE.UU. reconoce hasta 29
casos de menores de 14 años por iguales delitos. (Tomado de
lainformacion.com)
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