Al igual que las drogas y el alcohol, la prohibición del consumo en determinados lugares es una buena medida pero también trae consigo problemas de violencia por los períodos de abstinencia que padece el consumidor y por tanto, si no hubiera en lo fundamental el producto, no habría tanta carencia de su consumo.
A lo mejor alguien diría, que siendo cubana, tierra productora de uno de los tabacos mejores del mundo, debería abstenerme de criticarlo, pero una cosa no elimina la otra. A lo mejor las tierras serían excelentes para otros productos alimenticios, muchos mejores y menos nocivos y que tanta falta hacen para alimentar al mundo.
Auguran un mundo sin tabaco dentro de 25 años
En
febrero se cumplieron 10 años desde que entró en vigor el Convenio Marco de la
Organización Mundial de Salud (OMS) para el Control del Tabaco. Aunque a
primera vista el documento no parece haber tenido mucho éxito, los expertos
insisten en que esta tendencia podría revertirse.
Según varias estimaciones,
fumar causó 100 millones de muertes a lo largo del siglo XX. Para el XXI
los pronósticos son aún más pesimistas, ya que se calcula
que a finales de siglo el número de muertes relacionadas con el tabaco
habrá alcanzado 1.000 millones de personas. A pesar de estas
cifras, la OMS opina que su convenio tuvo efecto, puesto que el número
de hombres fumadores disminuyó en 125 países y el de mujeres, en 155.
Y no solo eso, sino que los
científicos opinan que conseguir un mundo sin tabaco es una tarea factible
y que es posible llevarla a cabo a lo largo del próximo cuarto de siglo. Es
decir, que para el año 2040 se puede conseguir un mundo donde solo fumará un
5% de la población. El portal Slon.ru analizó las medidas económicas que lo
permitirían.
El país que trata el problema
de manera más radical es Bután, donde está completamente prohibida la producción y la venta de tabaco.
En Sri Lanka se
venden solo tres marcas de cigarrillos y las leyes del país prohíben entrar en
su territorio con cualquier tipo de tabaco.
Finlandia prohibió la
publicidad del tabaco ya en 1976. Además, ha aumentado también
los impuestos especiales y promueve campañas sociales. En
2010 en el país fumaban solo un 22% de los hombres y un 16% de las
mujeres, frente a al 35% y al 20% de 1977.
Desde 2010, Nueva
Zelanda cada año aumenta los impuestos sobre el tabaco en
un 10%. Como resultado, el número de fumadores en el país disminuyó hasta un
15% en 2013, frente al 21% en 2006.
Australia introdujo paquetes
estándares para los cigarrillos: todas las marcas deben utilizar para las
cajetillas el mismo diseño, en el que predomina una desagradable foto
ilustrativa de las consecuencias que tiene el tabaco para el organismo.
En Filipinas, desde 2013 el impuesto sobre los
cigarrillos es de casi el doble del
precio del propio tabaco. A esto se suma el valor añadido y
los impuestos especiales. Los ingresos obtenidos de las tasas se invierten en
el sistema de sanidad pública.
China es un país donde viven más de
300 millones de fumadores. El Comité Central del Partido Comunista prohíbe
fumar en público a los funcionarios. Se está considerando, además,
limitar la publicidad del tabaco.
A pesar de todas estas
medidas, la realidad es que solo los territorios donde vive un 10% de la
población mundial luchan eficazmente contra el tabaquismo, comenta Slon.ru.
Ante este panorama un mundo no
fumador parece una utopía, pero la experiencia de varios países
permite ver la situación desde otro ángulo. Es posible que la
humanidad consiga realmente cambiar sus hábitos y mejorar su salud en solo 25
años, concluye el portal.
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