Indignación
del movimiento sindical por lo que considera “ataque” de Empleadores al sistema
OIT
—Los
empresarios impidieron que la Conferencia de la OIT analizara violaciones de
los derechos laborales—
Una situación inusual, que mereció el rechazo general del
movimiento sindical mundial, se presentó esta semana en la 101 Conferencia de
la OIT en Ginebra, Suiza. Se trata de la negativa del Grupo de los Empleadores a
discutir los peores casos de violación de derechos de los y las trabajadoras
incluidos en la lista que anualmente presenta la Comisión de Expertos en Aplicación de
Convenios y Recomendaciones (CEACR).
Para entender lo ocurrido, hay que
recordar que uno de los fundamentos para la creación de la OIT fue lograr
condiciones de justicia para los trabajadores del mundo, mediante la estrategia
de crear normas internacionales del trabajo y evaluar su aplicación de manera
tripartita, bajo la idea de que un país que no garantice condiciones justas de
trabajo, se convierte en un riesgo para los demás. Así que desde 1926 se creó
un mecanismo tripartito para evaluar la aplicación de las normas.
Uno de los instrumentos para hacer
esta evaluación, consiste en que los países envíen informes a una comisión de
expertos independientes, a partir de los cuales los empleadores y trabajadores
acuerdan una lista de casos a estudiar en la Comisión de Aplicación de Normas.
Este instrumento implica que trabajadores, empleadores y gobiernos, en pie de
igualdad, debatan los avances y violaciones en la aplicación de normas
internacionales, a fin de llegar a recomendaciones tripartitas para que los
países cuestionados mejoren su actuación.
Este instrumento ha sido aceptado por
las tres partes durante más de 80 años, hasta esta semana, cuando, en el marco
de la 101 Conferencia sucedió lo que no debió suceder: los empleadores se
negaron a estudiar casos que trataran sobre violaciones al derecho de huelga en
cualquier país, aduciendo no estar de acuerdo con la interpretación que
hicieron los expertos respecto a la huelga. En algunas de sus intervenciones
afirmaron que tal "derecho" no existe en el convenio 87. Además,
atacaron la competencia de los expertos independientes, al afirmar que éstos no
podían por vía de interpretación definir el alcance del derecho de huelga.
Ante
esto, la reacción de los
trabajadores fue fuerte, pues a su juicio podría aumentar el margen de impunidad en los
casos de violación de libertad sindical en el mundo. Los representantes de más de 170 millones de trabajadores, a una sola voz, afirmaron con contundencia
que el derecho a la huelga es fundamental y no
se cuestiona, es un corolario indispensable de la libertad sindical y se deriva
claramente del convenio 87.
Es importante recordar
que la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones
(CEACR) es un órgano técnico conformado
por 17 eminentes juristas internacionales, que se basan en principios de independencia, objetividad, e
imparcialidad. Sería erróneo pensar que debe modificar su jurisprudencia debido
a las diferencias de opinión entre los mangantes.
Resulta una actitud
casi criminal el no querer estudiar casos tan graves como el padecido en
Guatemala por violencia antisindical; en Grecia por sustitución de sindicatos
por asociaciones de trabajadores; o el caso de Colombia, donde es sistemática la
violación de los derechos fundamentales laborales, sindicales y a la vida
(sigue siendo el país más peligroso del mundo para la actividad sindical) y se
han incumplido las conclusiones y recomendaciones de la Misión de Alto Nivel
que visitó nuestro país en febrero de 2011.
La oficina de la OIT calificó como un
día triste lo sucedido durante la conferencia. Asimismo, los gobiernos
criticaron duramente esta situación creada por los empleadores, y solicitaron
una revisión de los mecanismos de actuación. El presidente de la Comisión de Normas,
Señor Paxiao, trató de ser más positivo, al decir: "este paso hacia atrás
debemos tomarlo para dar diez pasos hacia adelante, y salir fortalecidos de
esta situación". La conclusión de la Comisión sobre la lista de países a
estudiar fue que no hubo lista, y que habrá un debate en el seno del Consejo de
Administración para revisar los trabajos de la comisión de normas.
Así reaccionó
el movimiento sindical y otros voceros en OIT
Sharan Burrow, Secretaria
General de la CSI, organización que representa a 175 millones de
trabajadores(as) en 153 países y territorios:
"La
Organización Internacional de Empleadores está optando por un juego político
peligroso en la OIT, ha secuestrado el proceso basándose en una convicción
ideológica equivocada, según la cual el derecho de huelga, garantizado por
numerosas leyes, constituciones nacionales e instrumentos internacionales,
constituye una amenaza para la codicia corporativa. La Organización
Internacional de Empleadores está tratando de mantener en secreto las peores
violaciones y evitar la vigilancia internacional, que podría ayudar a salvar
vidas y a hacer frente a algunos de los ataques más atroces a los derechos de
los y las trabajadoras. El año pasado fueron asesinados en Colombia 29
sindicalistas, pero los empleadores consideran que la OIT no debería hablar de
ello, ni de la terrible campaña de violencia contra los sindicalistas en
Guatemala o en Swazilandia. La Organización Internacional de Empleadores
también se ha negado a permitir que se hable de la supresión de los derechos de
negociación colectiva en Grecia y España, donde la caída en picada de los
ingresos está empeorando la ya difícil situación económica del país; los
egipcios se encuentran en medio de una batalla por sus derechos a un trabajo
decente, pero los empleadores parecen estar del lado de las fuerzas militares y
fundamentalistas interesadas en privar su voz”.
Domingo Tovar, presidente de la
CUT Colombia:
“Lo ocurrido en esta Conferencia por el comportamiento de los
empleadores, es indignante. Empleadores y gobiernos pretenden
arrebatar derecho a la huelga. En Colombia puede
tener repercusiones, los empleadores van a aprovechar la situación, van a hacer
esfuerzos y lobby para que salgan proyectos que han venido congelados, para
quitarle conquistas a los trabajadores. Entonces el llamado es a fortalecer la
CUT y a enfrentar decididamente la política por parte del capital y que
expresan los empleadores. En cuanto a la actitud de la CSI y la CSA, me parece
han estado al frente de la situación, y de una manera oportuna, transando
orientaciones y discutiendo con el conjunto de los trabajadores
el camino a seguir”.
Javier Doz, secretario confederal de Internacional de la CCOO
de España:
"Es una situación inesperada y desconocida,
que deja a los trabajadores de muchos países que sufren violaciones de derechos
laborales, a veces muy graves, sin el instrumento de defensa que les brinda la
Comisión de Aplicación de Normas".
Juan Somavia, director general de
la OIT:
“En los
debates de la Comisión de Aplicación de Normas se puso en tela de juicio y sin
bases justificadas la imparcialidad, la neutralidad y el equilibrio del
personal de la OIT al servicio de la Comisión. En mi opinión, esto es
inadecuado e injusto. Hay que recordar la larga tradición de respeto mutuo
entre los mandantes y la Oficina. Brindo todo mi apoyo al personal afectado,
compuesto por profesionales que hacen gala de una gran dedicación, competencia
y calidad. También se dijo que los funcionarios deberían apoyar el trabajo de
los expertos y no los expertos apoyar el trabajo de la Oficina. Esta
declaración implica una falta de respeto por la competencia e integridad de la
Comisión de Expertos, quienes por supuesto tendrán la oportunidad de
reaccionar a estos comentarios. Se trata de un grupo de distinguidos juristas
nombrados por el Consejo de Administración, y no por la Oficina. Nos honra
tener entre nosotros a personas de su calibre, categoría y dedicación. Y respecto
al fondo del tema, considero que la suspensión del examen por la Comisión de
una lista de situaciones de países, tuvo como consecuencia que se dejaran sin
atender casos graves de vulneración de los derechos de los trabajadores. Dado
que siempre he creído firmemente en el funcionamiento del diálogo social en
la OIT, confío en que, con un renovado espíritu de diálogo, se abordará
adecuadamente esta situación en un futuro próximo y la Comisión reanudará
sus labores con normalidad”.
Sr. Cortebeeck, Presidente del
Grupo de los Trabajadores:
“Debo expresar mi
decepción profunda y la del Grupo de los Trabajadores por lo sucedido en la
Comisión de Aplicación de Normas, y sé que muchos gobiernos comparten esta
frustración. Los trabajadores deploran que la Comisión no haya podido adoptar
una lista de casos y que el motivo de ello sea que los empleadores hayan puesto
en tela de juicio 50 años de jurisprudencia sobre el derecho a la huelga y su
vínculo con el Convenio sobre la libertad sindical y la protección del
derecho de sindicación. Hasta el último momento los trabajadores intentaron
alcanzar un acuerdo con los empleadores sobre la lista, lamentablemente sin
éxito. Muchos trabajadores que son víctimas de graves abusos de sus derechos
en sus países vienen a Ginebra para que se escuchen y discutan sus casos.
Regresarán con el sentimiento de que han sido tomados injustamente como
rehenes por una maniobra política del Grupo de los Empleadores. Además,
algunos de ellos volverán a sus países temiendo por sus vidas, sus familias y
sus colegas. Tememos profundamente que en el futuro el mecanismo de
supervisión de las normas desaparezca”.
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