Los
prejuicios son un arma de doble filo, las apariencias engañan, a veces los más
pulcros y mejor vestidos son delincuentes "de cuello blanco"
corruptos y corruptores, que hacen mucho más daño que otro que por apariencia
personal externa son devaluados en los momentos de la espera por un empleo. Los
criterios "lombrosianos" son parte del día a día de este mundo,
cuando buscando un empleo con piercing, tatuaje, o pobreza en el vestuario,
puedes ser desvalorizado y no obtenerlo.
Tener un tatuaje podría conducir al arresto y la deportación en Estados Unidos
Un
tatuaje puede ser el elemento delator de una persona que, por alguna razón,
resulta sospechosa o es detenida por una autoridad en Estados Unidos. Pero, a
veces, tener un tatuaje puede ser fuente de suspicacias injustas y hacerle la
vida imposible a un inmigrante, sobre todo si es indocumentado.
Fue el
caso del joven ‘dreamer’ Daniel Ramírez Medina, arrestado por la Policía de
Inmigración de Aduanas (ICE) en el área de Seattle, pese a ser beneficiario del
programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que
protege de la deportación a jóvenes indocumentados que fueron traídos al país
cuando eran menores de edad.
El caso
es complejo pero una justificación que las autoridades dieron al arresto de
Ramírez Medina fue, como él mismo narra en un artículo publicado en The
Washington Post, que él tenía en el brazo un tatuaje que lo identificaba como
miembro de una pandilla.
Pero él afirma que en realidad el tatuaje se lo hizo a los 18 años en honor a la ciudad de La Paz, México, donde él nació y ha rechazado ser miembro de pandillas.
Pero él afirma que en realidad el tatuaje se lo hizo a los 18 años en honor a la ciudad de La Paz, México, donde él nació y ha rechazado ser miembro de pandillas.
El caso
de Ramírez Medina está aún en proceso pero es un ejemplo de lo que tener un
tatuaje puede hacer pensar a autoridades judiciales y de inmigración. En ese
sentido, como indica el periódico Los Ángeles Times, tras la llegada a la
presidencia de Donald Trump y con el endurecimiento de los lineamientos
oficiales contra los indocumentados, los agentes de inmigración están revisando
con detenimiento los tatuajes de las personas a las que detienen o interrogan,
pues consideran que son signos de filiación con grupos delictivos.
Los
nuevos lineamientos migratorios autorizan a los agentes de ICE a determinar si
un inmigrante, incluso aunque tenga un estatus legal válido, representa un
peligro para la sociedad y la seguridad pública, una facultad ciertamente
amplia y que puede suscitar abusos y equívocos. Pero, en todo caso, el tener un
tatuaje puede desatar suspicacias y colocar a la persona en una posición
legalmente comprometida, incluso si fuese inocente, pues el proceso para
dilucidar esa situación lleva tiempo y produce afectaciones.
Ante
ello, como narra la televisora KPIX del área de San Francisco, clínicas locales
de remoción de tatuajes han atendido recientemente una cantidad récord de
latinos, al parecer por la inquietud de que estar tatuados los haga blanco de
las autoridades de inmigración. El miedo a la deportación sería un factor clave
en ello, y aunque esa televisora (al contrario que otras fuentes) indica que no
habría evidencia de que ICE persiga a inmigrantes con base en sus tatuajes,
quienes sí tienen una filiación con pandillas o grupos delictivos estarían en
la mira de las autoridades.
No es
claro, con todo, qué tantas de las personas que han acudido a esas clínicas
tienen ‘cola que les pisen’ y cuántas optaron por quitarse su tatuaje por
precaución, para evitar la posibilidad de que los asocien equívocamente con
pandillas.
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