martes, 12 de julio de 2011

LA EDUCACIÓN TÉCNICA ES ALGO DEMASIADO IMPORTANTE COMO PARA DEJARLA EN MANOS DE LOS GOBIERNOS DE TURNO.

Reproduzco interesante "minuta" elaborada por el Ing. Luis Pisani. Consultor .


El lector que espere un sesudo árticulo con cifras estadisticas de deserción , tasas de ingreso, equidad, calidad, y pertinencia de la Educación Técnica y Profesional (ETP) , pierde   su  tiempo. EL problema es que en la mayoría de nuestros países estos  indicadores  están hiper documentados en profundos estudios que dicen,  todos lo mismo como si fueran fotocopiados, unos de otro. Además, destacan, no solamente la importancia de La Educación Técnica si no que, además, su relación con la productividad y competitividad.  Todos estos condimentos indispensables como lo manda el libre mercado.   Ningún estudio ha ido mas allá de el que Hacer? Omitiendo la otra parte de la ecuación que es Quien lo hace? Como? Cuando?  Cuanto? y Donde ?.  O sea, en otras palabras no hay agenda, pero si muchas propuestas cosméticas. Si excepción, sin embargo, todos concluyen que : es imposible mejorar el Sistema sin una cirugía mayor o sea hacer  borrón y  cuenta nueva. En general los  estudios elaborados por consultoras en multitudinarias mesas de trabajo,  en que el mayor actor es el power point  y dirigidos a un auditorio  amordazado en que nadie pregunta ni interviene pues el formato esta hecho para blindar  a los “especialistas” de varios países amigos y organismos internacionales  que no saben en que país están, jamás han visitado una escuela técnica, no dominan el idioma, y lo que es peor, no saben para que sirven. Positivamente, en una forma  de autognosis surgen proyectos que los mata la incompetencia resultante  del infaltable cuoteo político que desvirtúa la gestión y los transforma en un botín para premiar la lealtad del los semovientes, del gobierno de turno.    



Suma y sigue,  en década de los 50 ´s y 60´s  con el apoyo de la Organización del Trabajo  (OIT) se crearon en America latina varias instituciones de capacitación  para posibilitar que los trabajadores accedan a los niveles superiores de educación, y por lo tanto logren una tajada mas equitativa de la torta . Sin embargo, con el advenimiento de la globalización. en que el pescado mas grande se come al mas chico, llegó la inseparable privatización y por lo tanto, algunas de estas promisorias instituciones pasaron al lado del pescado grande transformando un objetivo de servicio en una forma elegante de lucrar. Además inventaron el cuento  de las Competencias Laborales  que ya se usaban en los tiempos de los Feniciós.  El gran hallazgo  fue cambiar la terminología. En efecto el análisis ocupacional por competencia laboral; los itinerarios en carrera profesional;  los módulos en unidad curricular; y la certificación para hacer mas selectiva y difícil la búsqueda de un trabajo digno.  



Usando la misma fórmula de las Universidades en que las actuales empresas (son dueñas de la infraestructura que se auto arriendan)  de formación profesional y técnica,  recibieron del estado y el esfuerzo de todos los  trabajadores un jugoso capital  “semilla”, cotizando un %  de sus ya precarios salarios. El objetivo de estas empresas educativas es primero el lucro desvergonzado, y de pasadita, dar una manito de pintura de agua de educación para el trabajo.



Para la muestra, sólo se necesita un botón, en Chile en los 60, el Gobierno creó  el Instituto Nacional de Capacitación Profesional) (INACAP)que la Dictadura de Pinochet entregó en bandeja de regalo a los empresarios con un capital semilla de no menos US$500 millones.  



Por otra parte y en la misma línea de razonamiento del lucro, en muchos países se ha instituido el incentivo tributario, recaudado  con porcentajes variable sobre la  planilla salarial. El mínimo de suspicacia  hace pensar, que esto lo pagamos todos los consumidores, ya que los  empresarios lo pasan  a engrosar los costos de sus productos.



Finalmente  “si el rio suena es porque piedras trae”, decía mi padre. El día  en que: (i) no exista diferencia entre la Educación Técnico (formal) y Profesional (mal llamada informal); (ii)   las escuelas sean administradas por la comunidad; (iii) los alumnos gestionen los servicios  escolares; y (iii) la comunidad tengan voz y voto en el destino y financiamiento de los insumos educativos; y (iv) la calidad se determine en función de los resultados y cumplimiento de los objetivos de un empleo decente. Ese día se podrá hablar de Formación Técnica y Profesional al servicio de los trabajadores.  

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