Traigo información reciente de España, está publicada en el Boletín Oficial del Estado, puede ser buscada por los interesados. El día 22 de agosto Carmen Morán la publica en el Diario El País de España. Es una información que contiene incluso las reflexiones de los acosados, sus sentimientos, la sensación de impotencia, de vacío. Hay valoraciones sindicales y gubernamentales. Vale la pena consultarlo. Claro, la única cuestión rebatible se da en que se identifica violencia y acoso con Administración Pública, algo muy diferente a América Latina donde el sector privado es tan violento y acosador como las entidades públicas, si no, entren y lean los dos fallos judiciales publicados antes en mi blog, de Brasil, cometidos los hechos de discriminación y violencia por consorcios privados.
"Se acabó la impunidad para las presiones y los insultos en el trabajo. El Gobierno quiere poner coto a estas situaciones, y ha publicado un protocolo de actuación sobre el acoso laboral en la Administración Pública. El documento, recogido recientemente en el Boletín Oficial del Estado, define algunas situaciones calificadas como acoso".
El Gobierno ha definido el acoso moral al trabajador de la Administración Pública en un nuevo protocolo. Constituye acoso cuando se da alguna de estas circunstancias:
- Dejar al trabajador de forma continuada sin ocupación efectiva, o incomunicado, sin causa alguna que lo justifique.
- Dictar órdenes de imposible cumplimiento con los medios que al trabajador se le asignan.
- Ocupación en tareas inútiles o que no tienen valor productivo.
- Adoptar acciones de represalia sobre los trabajadores que han planteado quejas, denuncias o demandas frente a la organización, o frente a los que han colaborado con los reclamantes.
- Insultar o menospreciar repetidamente a un trabajador.
- Reprenderlo reiteradamente delante de otras personas.
Una mala organización laboral puede estar relacionada con el acoso. Estas son algunas claves, según CC OO.
- La falta de definición de los objetivos, autonomía y responsabilidades en el ejercicio de nuestro trabajo y la falta de adecuación de la información que tenemos para hacerlo.
- El diseño de puestos de trabajo que implican un reducido o inexistente margen de decisión y autonomía respecto al contenido y a las condiciones de trabajo.
- La inseguridad en las condiciones de trabajo (temporalidad, distribución irregular de jornada, salario variable).
- La exigencia de hacer tareas que entran en conflicto con las normas y valores profesionales y personales.
- La competitividad como forma de relación entre compañeros frente a potenciar el apoyo y el refuerzo del trabajo.
- El diseño de puestos de trabajo aislados o que imposibilitan la relación con los compañeros.
- La ausencia de capacitación para gestionar personas y de preocupación por la salud y el bienestar en el trabajo de directivos, mandos intermedios y encargados también puede estar relacionada.
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