TRISTE NOTICIA PARA EL IUSLABORALISMO IBEROAMERICANO

A los 85 años y después de  muchos padecimientos acaba de fallecer nuestro querido Geraldo W. Von Potobksy.  La comunidad que aprovechó de su sabiduría en el mundo de las relaciones laborales, pero que, sobretodo, disfrutó de sus calidades personales e intelectuales, siente hoy su partida como una enorme pérdida.

Geraldo inició su carrera en Buenos Aires como abogado y viajó a Londres para iniciar su experiencia internacional. De allí se trasladó a Ginebra para ser funcionario de la Organización Internacional del Trabajo, haciendo una carrera sólida y respetada que le permitió retirarse con el cargo de Jefe del Departamento de Libertad Sindical. En la “Oficina” fue valorado por su equilibrio y sus conocimientos, ganándose el afecto y el respeto de todos los funcionarios y superiores que compartieron con el la tarea.

Pero Geraldo siempre se mantuvo integrado a la actividad científica en Argentina y Latinoamérica y tuvo el raro mérito de lograr que su retiro fuera una nueva etapa en su vida, fructífera, imbricada en nuestra realidad, generosa en compartir sus conocimientos por su permanente preocupación y ocupación de mantenerse actualizado, informado.

Tampoco la OIT lo dejo ir del todo, convocándolo para Misiones y consultorías que aprovecharon de su experiencia. Conservó de aquella época entrañables amigos, George Spyropoulus, Julio Bergerie, Pedro Guglielmetti.

Geraldo fue un gran formador porque sólo dialogar con él y someterse a sus agudos interrogatorios era una forma de aprendizaje. Cuando preguntaba, con inteligente y sincero interés,  lo hacía desde la humildad del que sabe mucho, desde la grandeza y sinceridad de quien valora la opinión del otro sin hacerle sentir sus mayores capacidades. Equilibrado, honesto, prudente pero firme, sus virtudes se ensalzaban con la exposición y el diálogo.

Escribió con Bartolomei de la Cruz su libro sobre OIT y su sistema normativo, reemplazando para nuestra región al inicial libro de Valticós. Siempre reflexionó sobre la posibilidad de actualizarlo pero no llegó a  hacerlo. Sus colaboraciones permanentes con Revistas Argentinas y extranjeras, sus crónicas sobre la realidad europea que aparecían con regularidad en Trabajo y Seguridad Social en Argentina, fueron un aporte sustantivo al intercambio y al análisis comparado.

Tuvo un gran mérito, que algunos dimos en llamar “la Gran Von Potobsky”. Porque en etapas sucesivas del año se lo podía disfrutar tanto en Europa como en Latinoamérica. Aquí su llegada era particularmente esperada por el mundo iuslaboralista especialmente el argentino y el uruguayo, país que visitaba con gusto para compartir el diálogo fructífero con otros grandes que ya se han ido como Pla y Oscar Ermida, junto a los demás integrantes de la escuela Uruguaya.

Aquí la Asociación Argentina de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social lo convocaba siempre, pero el concurría con buena disposición a otros espacios de pensamientos como la Asociación Argentina de Exbecarios Bolonia, Castilla La Mancha, Turín…que integra el  Grupo Latinoamericano Expertos en Relaciones del Trabajo creado a partir de un Curso sobre Normas Internacionales del Trabajo que dictó Geraldo y coordinara Pedro Guglielmetti, allá por 1983.

Tambien su vida familiar estaba equilibrada con Gery su hijo y familia viviendo en Ginebra, y Sonia y sus nietos, sus hermanos en Argentina, (sus padres mientras vivieron fueron objeto de su atención y afecto), con su querida esposa Reina que lo acompañaba en esa vida que por ser viajera no era nómade, sino sistemáticamente organizada para disfrutar de todo como sabía hacerlo.

                      Tanta riqueza personal, tanta amable entrega, deberían ayudarnos a entender que su partida es lógica, que hasta es mejor que su sufrimiento se haya disipado, pero por ahora estoy, estamos, sencillamente tristes.

                                       Susana Corradetti