Llegaron a los Estados Unidos y andan ya por varios estados, los indignados son un movimiento que vale la pena estudiar, analizar y seguir, porque sus justas reclamaciones no tienen tope, pueden seguir creciendo en dependencia de las reformas neoliberales que apliquen los Estados, de los derechos fundamentales que pierden los ciudadanos en épocas de crisis y el nombre les viene bien determinado: sí, se indignan ante la imposibilidad de resolver por sí mismos los problemas, ante la indeferencia con la cual los Estados responden a sus reclamos, ante el desempleo, la informalidad, la exclusión social, el trabajo en negro, las nuevas formas de explotación en condiciones casi de esclavitud, ante el ahondamiento de las diferencias entre los ricos más ricos y los pobres más pobres. Estaba leyendo un mensaje de mi amigo Pedro Guglielmetti, jurista italiano en el cual comentaba el siguiente extracto de una publicación de la OIT sobre los sindicatos y la crisis global que dice así: "Sólo el 1 por ciento de la población mundial posee el 40 por ciento de la riqueza del mundo,
mientras que el 60 por ciento tienen que compartir sólo el 1,9 por ciento de la misma. La mayoría de los trabajadores no tienen seguridad en el empleo y miles de millones ganan menos de un dólar al día. La búsqueda de grandes ganancias afecta la salud de las personas y el futuro del planeta. El crecimiento económico no se traduce en la prosperidad común. Miles de millones de trabajadores no tienen voz sobre sus condiciones de trabajo, y muchos son amenazados, intimidados, despedidos y en el peor de los casos enviados a la carcel o asesinados por sicarios cuando exigen sus derechos humanos básicos, derecho de libertad sindical, negociación colectiva y la democracia industrial. Nada más y nada menos que estamos en presencia del uso de la violencia contra la violencia. Pero la que usan los indignados, es mucho menor que la que utilizan los gobernantes que según lo que la prensa y la televisión nos muestran, con las fuerzas policiales atacan a los manifestantes, porque en Chile los indignados jóvenes y adultos fueron atacados con carros de agua y gases lacrimógenos. Sigo recordando, más un día como hoy 8 de octubre en que mis comentarios los dedico a la memoria del inmortal "Guerrillero Heróico", Ernesto Che Guevara, que ESTA GRAN HUMANIDAD HA DICHO BASTA Y HA ECHADO A ANDAR Y SU MARCHA DE GIGANTES NO SE DETENDRÁ HASTA ALCANZAR LA VERDADERA INDEPENDENCIA...."
mientras que el 60 por ciento tienen que compartir sólo el 1,9 por ciento de la misma. La mayoría de los trabajadores no tienen seguridad en el empleo y miles de millones ganan menos de un dólar al día. La búsqueda de grandes ganancias afecta la salud de las personas y el futuro del planeta. El crecimiento económico no se traduce en la prosperidad común. Miles de millones de trabajadores no tienen voz sobre sus condiciones de trabajo, y muchos son amenazados, intimidados, despedidos y en el peor de los casos enviados a la carcel o asesinados por sicarios cuando exigen sus derechos humanos básicos, derecho de libertad sindical, negociación colectiva y la democracia industrial. Nada más y nada menos que estamos en presencia del uso de la violencia contra la violencia. Pero la que usan los indignados, es mucho menor que la que utilizan los gobernantes que según lo que la prensa y la televisión nos muestran, con las fuerzas policiales atacan a los manifestantes, porque en Chile los indignados jóvenes y adultos fueron atacados con carros de agua y gases lacrimógenos. Sigo recordando, más un día como hoy 8 de octubre en que mis comentarios los dedico a la memoria del inmortal "Guerrillero Heróico", Ernesto Che Guevara, que ESTA GRAN HUMANIDAD HA DICHO BASTA Y HA ECHADO A ANDAR Y SU MARCHA DE GIGANTES NO SE DETENDRÁ HASTA ALCANZAR LA VERDADERA INDEPENDENCIA...."
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