sábado, 25 de febrero de 2012

CADA VEZ ME CONVENZO MAS DE LA VIGENCIA DEL CONCEPTO DE REVOLUCIÓN QUE DIJERA NUESTRO COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO.

Estimados lectores. La situación no es nada fácil para quien debe desde Cuba comunicarse con una lentitud tal en las comunicaciones. Durante toda la semana intenté enviar mensajes, seguir presentando información sobre diferentes sucesos de mundo de hoy y me fue imposible y por eso abrí otra página sobre las reformas laborales en que publiqué tres artículos breves de Vidal Aragones y otro de Antonio Pedro Baylos, ambos excelentes juristas españoles que nos ilustran sobre el verdadero sentido de la reforma, su esencia clasista en contra de los trabajadores, quienes ahora son los responsables del desazón y de la situación que confrontan en el país y deben pagar por la crisis.

Me recuerdo de nuestra Carta Sociolaboral Latinoamericana y los argumentos utilizados en su presentación cuando decimos que a la hora del salvataje de los bancos y del apoyo que pedían los grandes centros financieros de poder para salir de su crisis, todos debíamos compartir con ellos sus problemas y sin embargo, los trabajadores y trabajadoras, la población en general, es "el convidado de piedra", a la hora en que ellos resolvieron sus asuntos, salieron del hueco y ahora entramos nosotros y nosotras, los desempleados, los excluidos, los que están perdiendo sus viviendas, los que ya no tienen ni saben cómo hacer para sobrevivir a este nuevo embate de los capitales en su contra.

Y la crisis que no es solamente económica, es moral, política, financiera, ambiental, ética, laboral, se profundiza y ahonda cada vez más, dividiendo estas sociedades en los que tienen y pueden y en los que no tienen nada o ya no pueden hacer algo más por solucionar sus problemas.

Un desempleo galopante, una flexibilización nunca vista de las relaciones laborales, precariedad en el empleo con contratos basuras, todos eventuales, para ciclos específicos y sin posibilidad de lograr un principio del derecho laboral: la estabilidad, ya no digamos absoluta, sino relativa, cierta estabilidad que nos permita satisfacer necesidades esenciales y vitales. La desregulación apenas nos permite contar con algunas leyes laborales y las que aún se mantienen han perdido también su carácter protector. Ahora los trabajadores deben asumir con beneplácito que trabajen 4 horas, con salarios por esas horas, sin posibilidad de ganar más porque de lo que ganaban, se pierde un 20-25% a favor de paliar, según el capital, la situación de otros más desfavorecidos. Pero siempre nos preguntamos y sin respuesta nos quedamos: por qué no dividimos también las ganancias, el lucro obtenido del trabajo ajeno? Por qué no compartimos lo que tenemos y no lo que nos sobra.

Llega entonces a mi mente una vez más el concepto de Revolución que nuestro líder Fidel Castro expresó hace algunos años y que mantiene una especial vigencia en estos tiempos, sobre todo en su parte que dice: REVOLUCIÓN, ES SENTIDO DEL MOMENTO HISTÓRICO,
ES CAMBIAR TODO LO QUE DEBE SER CAMBIADO,
ES IGUALDAD Y LIBERTAD PLENA,
ES SER TRATADO Y TRATAR A LOS DEMÁS COMO SERES HUMANOS,
ES EMANCIPARNOS POR NOSOTROS MISMOS Y CON NUESTROS PROPIOS ESFUERZOS,
ES DESAFIAR PODEROSAS FUERZAS DOMINANTES, DENTRO Y FUERA DEL ÁMBITO SOCIAL Y NACIONAL,
ES DEFENDER VALORES EN LOQ UE SE CREE AL PRECIO DE CUALQUIER SACRIFICIO,
ES MODESTIA, DESINTERÉS, ALTRUISMO, SOLIDARIDAD Y HEROISMO.
ES NO MENTIR JAMÁS NI VIOLAR PRINCIPIOS ÉTICOS,
ES CONVICCIÓN PROFUNDA DE QUE NO EXISTE FUERZA EN EL MUNDO CAPAZ DE APLASTAR LA FUERZA DE LA VERDAD Y DE LAS IDEAS.

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