Sr. Primer Ministro italiano. La estabilidad en el empleo es un principio del derecho laboral y decir que es aburrido es como decir que trabajar no vale la pena, que la satisfacción de las necesidades se logra por otras vías que no sea por un empleo de calidad, remunerador, por el llamado "trabajo decente" al cual siempre le agregamos "trabajo digno", que es más humano.
Un empleo estable es aburrido, según Mario Monti
El primer ministro italiano, Mario Monti, aseguró que "los jóvenes se deben acostumbrar a la idea de no tener un empleo fijo para toda la vida", y añadió que "es mucho más hermoso cambiar y aceptar nuevos desafíos". Esa es su receta para combatir "la monotonía" de tener un trabajo estable, según declaró al programa Matrix, del Canal 5 de la televisión italiana.
Las concepciones bohemias del tecnócrata llegan poco tiempo después de conocerse que el 31 % de los jóvenes no tienen trabajo, mientras la tasa general del paro casi llega al 9 %, lo que reduce drásticamente el sentido del humor de los italianos.
"Qué fácil es hablar cuando uno, haga lo que haga, seguirá siendo senador vitalicio", respondía un joven en la red social Twitter, en referencia a los más de 15 000 euros mensuales que ganará Monti de por vida cuando abandone su puesto. "Los bancos no me dan una hipoteca o un préstamo, si no tengo un trabajo fijo. Eso sí que es monótono, ¿sabes?", increpó otra.
La respuesta del Ejecutivo al malestar social por los más de tres millones de desempleados es una reforma que incluye la polémica derogación o transformación de la ley sobre el derecho a un contrato indefinido, que protege a los empleados de un despido improcedente. Esto, según denuncian los sindicatos, podría abrir la puerta a la precariedad laboral y al despotismo de los empresarios.
Lo más probable es que las declaraciones de Monti se basen en sus vivencias personales. Antes de asumir la jefatura del Gobierno italiano para componer los platos rotos de Silvio Berlusconi, hizo méritos con el manejo de las finanzas en la Comisión Europea, y fue asesor de la multinacional Coca-Cola y del gigante bancario Goldman Sachs, que estuvo en el centro del crack financiero del 2008. Nada mal para el antiguo profesor de economía de la Universidad de Turín. (Sergio A. Gómez)
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