Lo que Obama conoce
Publicado el 28 Abril 2012 en Reflexiones de Fidel
El artículo más demoledor que he visto en
este momento sobre América Latina, fue escrito por Renán Vega Cantor,
profesor titular de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá y
publicado hace 3 días en el sitio web Rebelión, bajo el título “Ecos de
la Cumbre de las Américas”.
Es breve y no debo hacer versiones, los estudiosos del tema pueden buscarlo en el sitio indicado.
En más de una ocasión he mencionado el infame acuerdo que EEUU impuso
a los países de América Latina y el Caribe al crear la OEA, en aquella
reunión de cancilleres, que tuvo lugar en la ciudad de Bogotá, en el mes
de Abril de 1948; en esa fecha, por puro azar, me encontraba allí
promoviendo un congreso latinoamericano de estudiantes, cuyos objetivos
fundamentales eran la lucha contra las colonias europeas y las
sangrientas tiranías impuestas por Estados Unidos en este hemisferio.
Uno de los más brillantes líderes políticos de Colombia, Jorge
Eliécer Gaitán, que con creciente fuerza había unido los sectores más
progresistas de Colombia que se oponían al engendro yanki y cuya próxima
victoria electoral nadie dudaba, ofreció su apoyo al congreso
estudiantil. Fue asesinado alevosamente. Su muerte provocó la rebelión
que ha proseguido a lo largo de más de medio siglo.
Las luchas sociales se han prolongado a lo largo de milenios, cuando
los seres humanos, mediante la guerra dispusieron de un excedente de
producción para satisfacer las necesidades esenciales de la vida.
Como se conoce los años de esclavitud física, la forma más brutal de
explotación, se extendieron en algunos países hasta hace algo más de un
siglo, como ocurrió en nuestra propia Patria en la etapa final del poder
colonial español.
En los propios Estados Unidos la esclavitud de los descendientes de
africanos se prolongó hasta la presidencia de Abraham Lincoln. La
abolición de esa forma brutal de explotación se produjo apenas 30 años
antes que en Cuba.
Martin Luther King soñaba con la igualdad de los negros en Estados
Unidos hasta hace apenas 44 años, cuando fue vilmente asesinado, en
abril de 1968.
Nuestra época se caracteriza por el avance acelerado de la ciencia y
la tecnología. Estemos o no conscientes de ello, es lo que determina el
futuro de la humanidad, se trata de una etapa enteramente nueva. La
lucha real de nuestra especie por su propia supervivencia es lo que
prevalece en todos los rincones del mundo globalizado.
En lo inmediato, todos los latinoamericanos y de modo especial
nuestro país, serán afectados por el proceso que tiene lugar en
Venezuela, cuna del Libertador de América.
Apenas necesito repetir lo que ustedes conocen: los vínculos
estrechos de nuestro pueblo con el pueblo venezolano, con Hugo Chávez,
promotor de la Revolución Bolivariana, y con el Partido Socialista Unido creado por él.
Una de las primeras actividades promovidas por la Revolución
Bolivariana fue la Cooperación Médica de Cuba, un campo en el que
nuestro país alcanzó especial prestigio, reconocido hoy por la opinión
pública internacional. Miles de centros dotados con equipos de alta
tecnología que suministra la industria mundial especializada, fueron
creados por el Gobierno bolivariano para atender a su pueblo. Chávez por
su parte no seleccionó costosas clínicas privadas para atender su
propia salud; puso esta en manos de los servicios médicos que ofrecía a
su pueblo.
Nuestros médicos además consagraron una parte de su tiempo a la
formación de médicos venezolanos en aulas debidamente equipadas por el
gobierno para esa tarea. El pueblo venezolano, con independencia de sus
ingresos personales, comenzó a recibir los servicios especializados de
nuestros médicos, ubicándolo entre los mejor atendidos del mundo y sus
índices de salud comenzaron a mejorar visiblemente.
El Presidente Obama conoce esto perfectamente bien y lo ha comentado
con alguno de sus visitantes. A uno de ellos le expresó con franqueza:
”el problema es que Estados Unidos envía soldados y Cuba, en cambio,
envía médicos”.
Chávez, un líder, que en doce años no conoció un minuto de descanso y
con una salud de hierro se vió, sin embargo, afectado por una
inesperada enfermedad, descubierta y tratada por el propio personal
especializado que lo atendía, no fue fácil persuadirlo de la necesidad
de prestar atención máxima a su propia salud. Desde entonces, con
ejemplar conducta, ha cumplido estrictamente con las medidas pertinentes
sin dejar de atender sus deberes como Jefe de Estado y líder del país.
Me atrevo a calificar su actitud como heroica y disciplinada. De su
mente no se apartan, ni un solo minuto, sus obligaciones, en ocasiones
hasta el agotamiento. Puedo dar fe de ello porque no he dejado de tener
contacto e intercambiar con él. Su fecunda inteligencia no ha cesado de
consagrarse al estudio y análisis de los problemas del país. Le
divierten la bajeza y las calumnias de los voceros de la oligarquía y el
imperio. Jamás le escuché insultos ni bajezas al hablar de sus
enemigos. No es su lenguaje.
El enemigo conoce aristas de su carácter y multiplica sus esfuerzos
destinados a calumniar y golpear al Presidente Chávez. Por mi parte no
vacilo en afirmar mi modesta opinión ─emanada de más de medio siglo de
lucha─ de que la oligarquía jamás podría gobernar de nuevo ese país. Es
por ello preocupante que el Gobierno de Estados Unidos haya decidido en
tales circunstancias promover el derrocamiento del Gobierno bolivariano.
Por otro lado, insistir en la calumniosa campaña de que en la alta
dirección del Gobierno bolivariano existe una desesperada lucha por la
toma del mando del gobierno revolucionario si el Presidente no logra
superar su enfermedad, es una grosera mentira.
Por el contrario, he podido observar la más estrecha unidad de la dirección de la Revolución Bolivariana.
Un error de Obama, en tales circunstancias, puede ocasionar un río de
sangre en Venezuela. La sangre venezolana, es sangre ecuatoriana,
brasileña, argentina, boliviana, chilena, uruguaya, centroamericana,
dominicana y cubana.
Hay que partir de esta realidad, al analizar la situación política de Venezuela.
¿Se comprende por qué el himno de los trabajadores exhorta a cambiar el mundo hundiendo el imperio burgués?
Fidel Castro Ruz
Abril 27 de 2012
7 y 59 p.m.
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