Proyecciones vaticinan continuidad de envejecimiento poblacional
ORFILIO PELÁEZ pelaez@granma.cip.cu
Nuestro país está urgido de respuestas de la sociedad para afrontar el decrecimiento de la natalidad, a la vez que adoptar programas integrales que le permitan asumir el aumento del envejecimiento poblacional, dado el continuo acrecentamiento de la expectativa de vida.
Las mujeres cubanas tienen mayor esperanza de vida que los hombres.
Las proyecciones (cálculos perspectivos) de la población cubana 2011-2035, dadas a conocer por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), acaban de confirmar que el decrecimiento en el número total de habitantes iniciado en el 2006 se mantendrá en el transcurso de ese periodo. Como indica a Granma el Máster en Ciencias Juan Carlos Alfonso Fraga, director del Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la ONEI, durante los próximos 25 años la cantidad absoluta de personas disminuirá en algo más de 469 000, para llegar a la cifra de 10 753 600 en el 2035, de los cuales 5 408 926 serán mujeres, y 5 344 674 varones.
Tales perspectivas, elaboradas con la colaboración de especialistas del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE)-División de Población de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), y de la Oficina del Fondo de Población de Naciones Unidas en Cuba, ratifican también la continuidad del progresivo envejecimiento poblacional, que ahora se presenta en su comportamiento hasta el 2035.
Entendido como el aumento de la proporción de personas de 60 años y más con respecto a los demás grupos de edades, ese proceso es considerado el principal reto del país desde el punto de vista demográfico y su causa fundamental radica en la notable reducción de la tasa de fecundidad durante las últimas tres décadas, al quedar menos de una hija por cada mujer en edad reproductiva, cifra inferior a la requerida para garantizar el reemplazo poblacional. Según precisó Alfonso Fraga, si a mediados del 2011 el país tenía unos dos millones de habitantes de 60 años y más, para el 2035 esa cifra será de 3,6 millones (el 33,9 % de la población total), lo cual implica una notable carga para la seguridad social, el sistema de salud y la disponibilidad de fuerza de trabajo.
Asimismo, el número de personas en edades activas (15-59 años) que en este año será de 7,3 millones, disminuirá en más de un millón y medio hacia el 2035. Lo anterior fundamenta la modificación establecida en la legislación laboral referida al aumento de la edad de jubilación, pues de no haberse prolongado el momento del retiro alrededor del 2015 habría ya más personas fuera de la vida laboral activa que nuevas incorporaciones al citado ciclo. Con el alargamiento del retiro hasta los 65 años los hombres y 60 las mujeres, ese momento de ruptura del necesario equilibrio que debe haber entre el número de vinculados al trabajo y quienes ya jubilados disfrutan sus pensiones, debe tener lugar en el quinquenio comprendido entre el 2020 y el 2025.
Las últimas proyecciones demográficas sugieren que dentro de veinte años el 31 % de la población cubana tendrá 60 o más años. Para el 2035 ese grupo de edades representará casi el 34 % de la totalidad de habitantes de nuestro archipiélago, y ello ubicará al país como el más envejecido de América Latina y el Caribe. El especialista comentó, además, que Cuba tiene en la actualidad una dinámica demográfica muy peculiar, similar a la de los países más desarrollados del mundo, con periodos intercalados de incrementos poblacionales muy bajos y decrecimientos.
Casi puede afirmarse que en años pasados alcanzamos el tamaño máximo de población. El pronóstico no indica que pueda llegarse alguna vez a los doce millones de habitantes. De cara al futuro, el país se verá precisado a responder al aumento de la demanda de servicios de Geriatría y Gerontología, así como de la Seguridad y Asistencia Social. El desafío sigue planteado.
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