Deseo insertar en el blog un mensaje que nuestro Presidente de ALAL, Luiz Salvador ha publicado en el suyo y que fue publicado en Folha do Brasil el día 13 de noviembre, referido al Estrés y las preocupaciones de los ciudadanos. Podríamos estar o no de acuerdo con el texto que expongo tal cual lo leí y dice así:
“El brasileño está dos veces más insatisfecho con el salario y el trabajo. La reclamación solamente pierde en cuanto al japonés en dos décimas, según una investigación de la holandesa Phillips respecto a 23 países del orbe.
La falta de sueño es el principal motivo de estrés del brasileño, seguido de los gastos en salud y en la pérdida del empleo.
El desempleo en el país puede estar en un nivel inferior en estos últimos 8 años, lo que no significa que el brasileño esté contento con su trabajo. Según la investigación hecha en los 23 países, el brasileño es el segundo más insatisfecho con su empleo y también con su salario, en ambos casos sólo por debajo de los japoneses. La tasa de desempleo (medida por IBGE en seis regiones metropolitanas) en septiembre era de 6,2% la menor desde el inicio de la actual investigación, en 2002, Y el rendimiento medio del trabajador en un mes, también fue un record con 1499 reales.
Las cifras de Brasil contrastan con las de los EUA, donde la tasa de desempleo ronda los 10%, pero la insatisfacción con el trabajo es la mitad de la de los brasileños. Para llegar a esa conclusión, el estudio de Phillips, a más de 30 mil personas, comparó la diferencia entre lo importante que es determinado ítem para el bienestar de la persona y hasta cuánto está satisfecha la misma con dicho ítem. La diferencia muestra el grado de insatisfacción o satisfacción.
Hay un ejemplo concreto: la media mundial de la importancia del trabajo es del 74%, pero la satisfacción es del 65%. Esa diferencia de nueve puntos porcentuales, sería siempre a favor de la insatisfacción. En el caso del brasileño, la insatisfacción con el salario es de 45 puntos porcentuales, dado que solamente pierde con el japonés que tiene una diferencia de 67 puntos porcentuales, el cual gana aproximadamente por mes un equivalente a 5,600 reales.
En relación con el trabajo, la insatisfacción es de 31 puntos porcentuales, siendo la media mundial de nueve puntos. En Japón, quien sigue siendo el líder una vez más, ese indicador está en 41 puntos porcentuales.
A pesar de la crisis global y de los dos años seguidos de bajo crecimiento, Japón tiene una de las menores tasas de desempleo del mundo con un 5%. Pero hay mucha insatisfacción en el país, especialmente entre los jóvenes, que no tienen tan enraizada la cultura de dedicación a la empresa, con largas jornadas semanales de trabajo, como sucede con la generación de sus padres y abuelos.
ESTRÉS.
Cuando se trata del estrés, entonces se lleva la delantera “conseguir dormir suficiente tiempo”. Dos tercios de los brasileños entrevistados dicen que ese es el motivo que contribuye al estrés que padecen, siendo la media global de 42%. Luego le siguen los costos en salud con un 58% y la pérdida de empleo con un 57%. En este caso, el escenario brasileño es similar al de los países emergentes, como Indonesia. En los países ricos la preocupación es menor”.
Cómo hay tela por donde cortar. ¿Qué países habrán sido los tomados por Phillips para la investigación? Es cierto que el mundo gira hacia la insatisfacción con el nivel de ingresos que no cubre el nivel de gastos de la canasta familiar, con la situación de pobreza, con la discriminación que sufren las mujeres y los jóvenes, con la insatisfacción de estos ante un trabajo que les roba el tiempo libre que ellos planifican de diferente forma a como lo hicimos sus padres y sus abuelos anteriormente.
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