WASHINGTON.— El Centro Nacional para Niños Explotados y Desaparecidos (NCMEC, por sus siglas en Inglés) reportó que en Estados Unidos cada año son declarados desaparecidos más de 800 000 niños, es decir, 2 000 infantes diarios o uno cada cuatro segundos.
Según el sitio latino El Diario, las investigaciones del centro arrojaron que el 55% de los desaparecidos son menores de 14 años, y entre los latinos 235 000 pequeños son raptados, algo más del 20% de todos los casos registrados en Estados Unidos.
Es conocido que las cifras apenas significan el 70% de los casos denunciados pues, por temor a la persecución, se cubren de silencio tales atrocidades.
La mayoría de los niños abandonan la casa por su cuenta, le siguen los pequeños que son llevados por alguno de sus padres en la pelea de custodia y los niños raptados por extraños.
Entre febrero del 2005 y marzo del 2010 el NCMEC examinó más de 4 200 intentos de rapto, y descubrió que el 38% de los casos ocurrió cuando el niño caminaba solo desde o hacia la escuela, viajaba en el autobús escolar o montaba bicicleta.
Del total de casos, el 37% de los intentos de secuestro sucedieron entre las dos de la tarde y siete de la noche; 43% en niños de entre 10 y 14 años y el 72% fueron niñas.
Este centro, radicado en Virginia, recibe más de dos millones de llamadas al año para solicitar ayuda, y ha devuelto a su familia más de 150 000 niños desde 1984, cuando fue creado. (PL)
¿Y...? ¿Nos conformamos con la contemplación o con la acción? ¿Por qué ocurren estos desmanes? Me recuerdo con una memoria total y completamente actualizada del 11 de septiembre de 2001 y la explosión de las Torres Gemelas. Un mes y medio después andaba por Argentina participando en un Encuentro Internacional de Abogados Laboralistas y todos los expositores comenzaban sus exposiciones lamentando el atentado terrorista, enviando mensajes de condolencia al pueblo norteamericano. Fueron 3 mil víctimas en un día, vidas segadas sin sentido. Y cuando me tocó el turno de mi intervención dije: Recuerdo y lloro por las víctimas de los campos de concentración hitlerianos, por los muertos en Hiroshima y Nagasaki, por los 76 cubanos del Avión de Barbados que explotó en pleno vuelo en 1976 producto de un acto terrorista, por todos aquellos que ya no están y continué diciendo: todos los días mueren 30 mil niños por hambre y enfermedades curables en el mundo. Explotan a diarios 10 Torres Gemelas de muertes a tan temprana edad, de pérdida de futuros ciudadanos. Estamos comprometiendo el futuro de la humanidad.
Ahora asistimos a un hecho desgarrador: 2000 niños son víctimas del tráfico de personas, de la prostitución forzada, del robo de órganos humanos, de la muerte en tiempo real por internet para satisfacer sentimientos aborrecibles de pedófilos y aberrados sexuales, casi la misma cantidad de muertos en las Torres Gemelas.
E igual que en el caso anterior por lo consetudinario, pocos le prestan atención, lo aceptan como algo imposible de eliminar, de erradicar. Sigo opinando que no solamente estamos comprometiendo el futuro de la humanidad por un medio ambiente degradado, sucio, contaminado, sino porque quiénes serán las generaciones que nos sucederán? Lacerados físicos y mentales, enfermos, discapacitados, jóvenes que han perdido el sentido de su vida... en fin, es un compromiso más de todos seguir denunciando estos hechos, pero no quedarnos en la contemplación sino pasar a la acción ante los Estados, parlamentarios, fuerzas del orden, la familia indolente y despreocupada. Basta de atropellos, de violencia, de impunidad.
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